Farmacéuticos, médicos, pacientes, mayores y consumidores se han unido para exigir mantener el prospecto en papel de los medicamentos en las farmacias comunitarias. Por ello, instan a las autoridades sanitarias a garantizar que cualquier cambio en los formatos de información sobre medicamentos priorice la equidad y la seguridad de los pacientes.
Jesús Aguilar, presidente Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF); Tomás Cobo, presidente Organización Médica Colegial (OMC); Carina Escobar, presidenta Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP); Ana Sánchez, responsable Salud Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y José Manuel Freire, presidente de la Comisión de Sanidad de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) han explicado el posicionamiento titulado “Información electrónica de los medicamentos y la necesidad de mantera el prospecto de papel”.
Las organizaciones que suscriben el posicionamiento solicitan: mantener el prospecto en papel como obligación legal; promover medidas inclusivas; fomentar estudios de impacto; proteger a los colectivos vulnerables e impulsar campañas educativas.
En este sentido, han expresado su “gran preocupación” ante la posibilidad de que se elimine el prospecto en papel de los medicamentos dispensados en farmacias comunitarias, sustituyéndolo exclusivamente en formato digital. Se suman así a la declaración europea conjunta sobre la información electrónica de productos (ePI), publicado el 15 de noviembre de 2024, promovida por las organizaciones europeas de médicos, farmacéuticos, consumidores, personas mayores, etc. en la que se solicita a los legisladores conservar el prospecto en papel y utilizar el electrónico como herramienta complementaria.
Las cinco entidades españolas argumentan que esta medida incrementaría las desigualdades en el acceso a la información esencial para el correcto uso de los medicamentos, especialmente entre los colectivos más vulnerables, como las personas mayores, polimedicadas y con escasa alfabetización digital, a la vez que atentaría contra la prohibición legal de discriminación por razón de edad y discapacidad, entre otros.
Por ello, Jesús Aguilar comenta que “el prospecto en papel no es solo una hoja informativa, sino un elemento clave para la seguridad del paciente. Una herramienta que permite a los cuidadores, especialmente, en el caso de las personas dependientes acceder a las indicaciones necesarias para un uso seguro”.
El presidente del CGCOF ha explicado que solicitan a los legisladores europeos y españoles, “conservar el prospecto en papel como complemento al electrónico ya que el plazo que propone la Comisión Europea en su propuesta de reforma de la Directiva Europea sobre el medicamento es, totalmente, insuficiente para superar en tiempo la brecha digital”.
El documento advierte de que el plazo de cinco años marcado por la directiva europea para la eliminación del prospecto en papel, es insuficiente para cerrar la brecha digital tan profunda como la que afecta a millones de ciudadanos. La adaptación a un modelo exclusivamente electrónico requiere más tiempo para que nadie se queda atrás.
Según el segundo informe de la Comisión Europea sobre el estado de la Década Digital, publicado en julio de 2024, solo el 55,6% de la población de la UE posee al menos unas competencias digitales básicas, lo que demuestra que la brecha digital es todavía significativa.
Además, un estudio efectuado por OCU en 2022 reveló que el 78% de los españoles preferían disponer del prospecto en formato papel.
Tal y como ha asegurado Ana Sánchez “el estudio ofrece otros datos que son destacables, por ejemplo, que el prospecto en papel es la principal fuente de información en los medicamentos sin receta. Hay un 10% de la población que dice que obtiene la información del medicamento por el prospecto, por lo tanto, hay muchos aspectos que se tienen que tener en cuenta antes de tomar una medida de este calibre como se está planteando en Europa”.
Tomás Cobo comentó que, a pesar de estar inmersos en un proceso mundial de transformación digital, “cinco años nos parecen, francamente, cortos para un problema muy especifico que afecta a un procedimiento administrativo-clínico en el que se puede poner en riesgo la seguridad del paciente. No podemos tomar una decisión con los datos de hoy, porque tendremos un “problema serio” de seguridad del medicamento”.
Por su parte, José Manuel Freire explicó que el colectivo que más perjudicado saldría si se elimina el papel de los medicamentos son las personas mayores, “son los que más medicamentos consumen y los que más barreras digitales tienen, por cuestión de edad”. “No somos una organización egoísta pensamos en un sistema de salud para todos. Y nos gustaría añadir que el prospecto de los medicamentos es importante por la información que contienen, pero a veces la literatura de los prospectos es difícil de interpretar por lo que reclamamos que no se suprima el papel y que dé tiempo a los profesionales enfermeras y médicos a que puedan explicar a los pacientes qué medicamentos toman, para qué los toman, con qué efectos y contraindicaciones.
“Además queremos llamar la atención en la información digital de los medicamentos, a través de un código QR, genera una serie de datos que deberían estar protegidos y regulados para que no sirvan para realizar marketing que no serían de interés para los pacientes”.
Por su parte, Carina Escobar ha declarado que no tener la información en papel afecta directamente a la seguridad del paciente, al control de su enfermedad y a la adherencia al tratamiento, especialmente, en los pacientes crónicos. “Una persona polimedicada en una situación de enfermedad puede tener complicaciones para entender el fármaco por eso es importante mantener el formato papel por usabilidad, accesibilidad. Muchas personas no disponen de los dispositivos para Internet”. La presidenta de la POP ha incidido en que se debería incentivar la educación en salud digital dirigida al fármaco.