Terapéutica

Los expertos piden destinar los recursos necesarios para hacer posible la planificación en cáncer en España

Bristol Myers Squibb ha presentado la “Guía para planificar el cáncer en el siglo 21. El plan del cáncer: un plan de vida”, un proyecto dirigido por Rafael Bengoa y el equipo de SI-Health y que ha contado con la participación de un grupo de expertos con gran trayectoria y experiencia profesional en distintas áreas relacionadas con el cáncer.
Foto de familia de los participantes presenciales en el acto de presentación de la “Guía para planificar el cáncer en el siglo 21. El plan del cáncer: un plan de vida”

La necesidad de planificar la atención al cáncer es algo de lo que se viene hablando durante los últimos 20 años. Con el objetivo de establecer una guía sobre cómo hacerlo, Bristol Myers Squibb, en colaboración con SI-Health y la participación de un grupo de expertos con gran trayectoria y experiencia profesional en distintas áreas relacionadas con el cáncer, han elaborado la “Guía para planificar el cáncer en el siglo 21. El plan del cáncer: un plan de vida”.

Esta guía, que recoge un conjunto de veinte elementos clave para planificar e implementar un Plan de Cáncer en el siglo 21, fue presentada este miércoles en un acto celebrado en la Real Academia de Medicina en el marco de una jornada de debate en la que han participado, diversos expertos para analizar las necesidades de planificación en cáncer.

Durante la presentación, el presidente de la Real Academia de Medicina, Eduardo Díaz Rubio, recordó que ya en 2003 se iniciaron los trabajos para elaborar el primer plan del cáncer. Él tuvo la oportunidad de dirigir los trabajos hasta 2008, pero la falta de una financiación específica para esta actividad frenó su desarrollo. Precisamente esta cuestión de la financiación de los planes ha sido puesta encima de la mesa por varios de los participantes, como uno de los elementos clave que diferencia el éxito del fracaso en la planificación. Según Díaz Rubio, la fase de planificación fue correcta, pero faltaron las fases “de implementación, de financiación y de evaluación, aspectos que para cualquier plan son absolutamente necesarios”, señalo.

Por su parte, el vicepresidente y director general de BMS en España, Roberto Úrbez, quiso recordar que el cáncer es “una de las máximas prioridades de la Comisión Europea” ya que es uno de los problemas de salud “con mayor impacto social, sanitario y económico”. Por ese motivo, mostró el compromiso de su compañía con la investigación y desarrollo de medicamentos innovadores frente al cáncer a través de múltiples mecanismos de acción.

Por su parte, el coordinador del proyecto y director de SI Health, Rafael Bengoa, quiso trasladar que el objetivo de la guía es impulsar a que las comunidades autónomas que no tengan ya un plan puedan impulsarlo de forma que “todos los planes sumen y homogenicen la planificación que se pueda seguir en distintas partes de España”.

Procesos del S. XX e innovaciones del XXI

Bengoa señaló que en nuestro país se da la paradoja de que se incorporan innovaciones en el ámbito del diagnóstico y tratamiento del cáncer, pero en materia asistencial y organizativa “seguimos con un modelo que está anclado en muchos casos en el siglo XX”. Por ese motivo, uno de los objetivos de la guía es “planificar cómo se encaja toda la innovación en el modelo asistencial y organizativo” de modo que los descubrimientos científicos puedan alinearse con los cambios en “reorganización del sistema sanitario y su financiación”. Al respecto de esta última cuestión, Bengoa dejó claro que “un plan sin un presupuesto no es un plan, sino un papel”.

Además, el director de SI Health consideró necesario “involucrar a todos los agentes, incluidos los pacientes, orientarse a resultados finales y alinear las innovaciones diagnósticas y terapéuticas, así como las de organización y gestión o los nuevos modelos de asignación de recursos” si se quiere garantizar la implementación de los planes. Por otro lado, Bengoa también consideró necesario equilibrar las acciones que surjan tanto desde los profesionales, como desde los gestores.

La jornada se completó con dos mesas redondas, una sobre la visión holística de los planes de cáncer y otra sobre la gestión clínica-gestora de los mismos.

En la primera de ellas, Pilar Garrido, jefe de Sección de Oncología Médica del Hospital Universitario Ramón y Cajal, volvió a insistir en la necesidad de financiación ya que ahora mismo, lo que existe en España son “estrategias de cáncer, por tanto sin financiación”. Para esta experta, la clave de la atención al cáncer es la orientación a resultados, incorporar a más profesionales en el abordaje de cada paciente.

Por su parte, Rafael López, jefe de Servicio de Oncología Médica del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela y presidente de la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO) insistió en que el cáncer “solo se puede abordar de forma multidisciplinar desde abajo, pero con redes establecidas desde arriba”. Además, López señaló que a lo largo de Europa hay diferencias importantes en mortalidad entre los distintos países. En términos económicos explicó que se centra mucho la atención sobre el ámbito farmacológico, pero hay muchas actividades que no tienen efecto. “El Reino Unido habla de 20-40% de acciones que no tienen repercusión o son perjudiciales para el paciente y el sistema. Hay una bolsa a recuperar dinero que es importante”.

Por su parte, Enric Barba, representante de la Asociación de Pacientes Melanoma España, quiso señalar la importancia de incorporar la visión de los pacientes a través de los PROMs y los PREMs (resultados y experiencias reportada por pacientes). Además, Barba quiso poner encima de la mesa la necesidad de eliminar la variabilidad clínica en función del código postal.

Diferencias de equidad

Ya en el debate, se abordó a diferencia en la comercialización de medicamentos entre los diferentes países. El representante de los pacientes se sorprendió de que no estuvieran disponibles los mismos medicamentos en Alemania que en España y reclamó la elaboración de diagramas de procesos (clinical pathway) para estandarizar y homogeneizar todo lo referido a cada cáncer.

En cuanto a las diferencias de asistencia en función del lugar de residencia, Garrido explicó que han reclamado que una vez que se decide el reembolso a nivel nacional un medicamento pueda estar disponible sin necesidad de pasar por diferentes comisiones de farmacia autonómicas o de hospitales. Además, reclamó “acelerar la toma de decisiones. No se puede tardar un año. Hay pacientes que no van a llegar”, lamentó.

Por último, Rafael López consideró que la mejor manera de acabar con las diferencias en atención es la medición de resultados y transparencia. “Si se vieran las diferencias entre los resultados en distintas CCAA, la propia sociedad reclamaría tratar igual”, señaló.

La segunda de las mesas contó con la participación de Mariano Provencio, jefe de Servicio de Oncología del Hospital Universitario Puerta de Hierro; María Díez Campelo, adjunta, del Servicio de Hematología del Hospital Clínico Universitario de Salamanca y presidenta del Grupo Español de Síndromes Mielodisplásicos (GESMD), que partició por videoconferencia y Ana Rodríguez, directora de Estrategia y Responsabilidad Social Corporativa del Instituto Catalán de Oncología (ICO).

Mariano Provencio explicó que “tiene que haber un plan de incorporación de la innovación porque esta va a ser continua” y hay que hacer que sea sostenible. Para lograrlo, además, reclamó pasar del pago por fármacos al pago por resultados también en materia de asistencia. Por ello, también abogó por medir resultados y evaluar. “Debe haber competencia entre hospitales y eso haría reducir la variabilidad”, explicó al tiempo que insistió en que eso “se hace en muchos países”, por lo que instó a los gestores a impulsarlo.

Foco en los resultados

Por su parte, María Díez puso el foco en el reto que suponen ya los largos supervivientes, por lo que hace falta desarrollar modelos predictivos para esas situaciones. Además, insistió al igual que sus compañeros en la necesidad de poner el foco sobre los resultados y no sobre los costes, por lo que abogó por avanzar en esta cuestión.

La directora de Estrategia y Responsabilidad Social Corporativa del ICO, explicó en su intervención que uno de los problemas que tenemos en nuestro país es que “no se suele evaluar para determinar si los resultados son los que se esperaban”. Según ella, la clave está en que se “paga por actividad, no por resultados”.

A lo largo del debate, Provencio insistió en que una de las grandes enseñanzas de la guía que se presentaba es que ponía de manifiesto que en España no hay un plan. “Hay acciones individuales por hospitales. Esas acciones aisladas no cambian el sistema. Para eso están los gestores y decisores del sistema”.

Ana Rodríguez también consideró necesaria la elaboración de un plan nacional para que, posteriormente, cada comunidad autónoma, alinee su propio plan. Para ella, uno de los objetivos debe ser “poder comparar resultados”, para lo que es necesario utilizar protocolos más uniformes para que sea posible esa comparación.

En la clausura, la directora de Market Access de BMS, Mónica Ausejo, recordó la importancia del cáncer explicando que “es la principal causa de muerte en personas en edad de trabajar, menores de 65 años”, por lo que animó a avanzar en planificación, inversión, equidad, escuchar la voz de los pacientes y actuar con liderazgo clínico.

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