Gallinal: “El modelo de farmacia español es viable pero necesita grandes retoques”

Integrado como secretario general en el equipo que ha dirigido los destinos de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) durante los últimos años, el canario Carlos Gallinal aborda este próximo jueves su salto a la presidencia de la entidad, en competencia con la candidatura liderada por Ana Oliver, presidenta de Adefarma. Mantener y mejorar el modelo de atención farmacéutica español a través de la colaboración con atención primaria, dar una solución a cuestiones candentes como el convenio de farmacias, son algunos de los objetivos esenciales que se marca su candidatura. Con respecto al proceso electoral, su mensaje es claro “que nadie tenga ninguna duda que el sector va a salir reforzado, salga quien salga elegido; seguiremos luchando unidos por una farmacia mejor, que es lo más importante”, asegura.

PREGUNTA.- ¿Definiría su candidatura como continuista con respecto a la que ha liderado Luis de Palacio durante los últimos años?

RESPUESTA.- Decir que no hay una continuidad en nuestra candidatura, con respecto al trabajo realizado con Luis de Palacio sería mentir. Personalmente he trabajado con él mano a mano durante los últimos años y creo que se han dado muy buenos resultados. No obstante, eso no significa que la sombra de Luis esté ahí, ni mucho menos. Creo que cada presidente tiene que tener su propia impronta. Estoy convencido que Luis seguirá muy cercano a nosotros, pero la independencia de esta candidatura es absoluta; eso sí la línea de trabajo va en el sentido de lo realizado hasta ahora.

P.-¿Cuáles son las principales acciones que tienen previsto poner en marcha de salir vencedora su candidatura?

Tenemos un plan de acción bastante amplio y por ello, en primer lugar, lo que tenemos que hacer es calendarizar; marcar objetivos principales dentro del plan de acción. Al final nuestro objetivo es seguir defendiendo el modelo de farmacia, que sin duda es el mejor del mundo, pero que se puede mejorar todavía mucho. Sobre esa calendarización, en primer lugar es bueno recordar que estamos en medio de la negociación colectiva del convenio. Como secretario general participé en el cierre de los dos últimos convenios colectivos. Ahora estamos en plena negociación, el día 5 de noviembre tenemos la siguiente reunión y está claro que hay que ir a intentar conseguir lo mejor para la farmacia, que no es necesariamente lo mejor para la patronal o lo mejor para los sindicatos; sino lo mejor para el sector. Creo que estamos cerca, aunque todavía hay que hacer un esfuerzo. Tras no saber qué  iba a ocurrir con la reducción de la jornada de farmacia es momento de retomar las negociaciones.  

P.- Y junto a la negociación del convenio, qué otras cuestiones tienen sobre la mesa de forma prioritaria. Me refiero también a las relaciones de FEFE con el entorno de la Administración.

R.- Queremos seguir trabajando con muchas organizaciones para conseguir algunos de nuestros objetivos de ámbito político. Para ello confiamos en tener en muy poco tiempo un encuentro con todos los grupos parlamentarios para valorar con ellos cuestiones como la remuneración de guardias, la dispensación hospitalaria y, por supuesto, la derogación de los decretos que marcan la limitación de margen en los precios de medicamentos (5/2000 y sucesivos), entre otros.  

P.- ¿Cómo ve usted el papel de la farmacia comunitaria en el corto o medio plazo, en los cuatro o cinco próximo años? 

Va a haber un gran cambio en la farmacia comunitaria y esto tiene que ver con adaptarnos a la  realidad de la sanidad. Hoy en día nuestro paciente en la oficina tiene auténticos problemas con la atención primaria. Esos problemas no son solucionables sin contar con la farmacia como elemento fundamental. Creo que podríamos aportar ‘la revolución de la atención primaria’ si nos permitieran integrarnos en muchísimas campañas de prevención, cribado, síntomas menores, inmunización. Hay un montón de cosas que podemos aportar y que ayudarían a liberar la descongestión que sufre el servicio. Hay que ser realistas, la tasa de jubilación va a crecer de una manera exponencial en los próximos 5 años, sin embargo, la tasa de reposición no va en el mismo ritmo. La solución pasa por la oficina de farmacia.

P.- Ese planteamiento parece que encuentra eco en otros sectores

R.-  Sí. Hasta el propio Ministerio, en especial el secretario de Estado, Javier Padilla, está en esa línea. La verdad es que con él tenemos una relación fluida. Él se ha manifestado muchas veces sobre ese papel de las farmacias.

P.- ¿Y cómo ve las relaciones con la Administración Autonómica?

R.- Evidentemente no podemos perder el punto de vista que el 80% de la legislación relacionada con la farmacia está delegada en las comunidades autónomas. Estamos muy pendientes en detectar cualquier tipo de iniciativa legislativa, estudiarla bien y ponernos en contacto con nuestras asociaciones. FEFE para eso es un elemento fundamental porque no deja de ser una economía de escala para las asociaciones provinciales. El mero hecho de que yo no sea de Madrid creo que hace que mi manera de pensar no es ni mucho menos centralista. De hecho soy de la comunidad autónoma más al sur de España (Canarias) y claro que va a marcar un estilo dentro de la propia manera de orientar esta cuestión.

P.- ¿Considera usted que es viable el modelo farmacéutico español?

R.- Considero que es viable, pero sí que hay algunos aspectos que hay que retocar y yo diría que son retoques grandes. No son retoques estéticos. Es especialmente llamativo que el farmacéutico sea el único profesional sanitario que realiza la guardias que se imputan al margen. Es muy importante la remuneración de las guardias obligatorias. Esta remuneración haría que farmacéuticos rurales, que pueden pasar hasta 180 días y más de guardia al año, tengan una viabilidad económica que hoy no existe. Las subvenciones son cosas pasajeras y no son buenas, salvo para situaciones de emergencia. Por otro lado, de cara al mantenimiento hay que señalar que el continuo recorte y bajadas de precios afecta muchísimo a profesionales y pacientes. Este sistema acaba generando escasez, que es algo que nos preocupa mucho y además hace que el deterioro de las farmacias, especialmente con menor volumen de facturación, lleguen a poner en cuestión su sostenibilidad. Se trata de medidas de las que ya lleva muchos años proponiendo FEFE, como por ejemplo que, al igual que hay un tope de margen en los precios máximos, tiene que haber un tope de margen en los precios mínimos. Defendemos que lo mínimo por dispensación tiene que estar en un euro. No nos gusta este sistema donde siempre el precio está a la baja o prácticamente siempre. No creo que la sostenibilidad del sistema pase por una presión asfixiante desde el punto de vista económico hacia la farmacia, porque al final a quien se asfixia no es al farmacéutico, sino al paciente.