El Congreso de los Diputados ha convalidado este martes el Real Decreto 30/2021 por el que se adoptan medidas urgentes de prevención y contención para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la covid, en el que se recogían entre otras medida, el retorno al uso obligatorio de las mascarillas en exteriores.
La norma sale adelante, con lo que se garantiza la prórroga del uso de esta herramienta de prevención, pero lo hace en medio de fuertes críticas de toda la oposición, incluidos los partidos que suelen respaldar las decisiones del Ejecutivo. En esta ocasión, los partidos que soportan el Gobierno de coalición, tuvieron que ver como ERC, PNV, Más País o EH Bildu, se desmarcaban con una abstención crítica con el Gobierno.
Las críticas de todos los partidos políticos se han centrado en dos hechos; el primero el uso mismo de las mascarillas en exteriores "es inútil", de hecho España es el único país de la Unión Europea que sigue manteniendo su obligatoriedad han recordado, y el segundo, que el Gobierno aprovechara esta norma para colar otras cuestiones, que, a juicio de la oposición poco o nada tienen que ver con la lucha frente a la pandemia, como es por ejemplo la equiparación de las pensiones.
Las formaciones habitualmente sostenedoras del Gobierno en la Cámara Baja han dejado claro que no podían dar su apoyo al Gobierno, pero que tampoco se podían oponer a una norma que contiene nada menos que la revalorización de las pensiones con el IPC. Si el real decreto no hubiera incluido una medida de carácter social y económico como esa, por las declaraciones de estos partidos, cabe prever que su voto hubiera sido contrario a la convalidación de la norma.
Al final, el recuento de votos marcaba el estrecho margen que el Congreso ha dado al 'decreto de las mascarillas'. 162 votos a favor, frente a 153 en contra y 28 abstenciones, con un mensaje claro de indignación por parte de partidos nacionalistas y de izquierdas. “Va a ser la última vez que accedemos al chantaje del Gobierno”, ha asegurado el diputado de Bildu, Iñaki Ruiz de Pinedo.
Además la norma se tramitará como proyecto de ley por el procedimiento de urgencia. El texto aprobado no sufre modificaciones con respecto a aquel que fue presentado tanto al pleno del Consejo Interterritorial, como en la reunión de la Conferencia de Presidentes.
Las principales medidas, en el ámbito estrictamente sanitario, además de las mascarillas, son las concernientes a la contratación de médicos y enfermeros jubilados, la contratación de profesionales extracomunitarios y medidas de soporte para atender el incremento de atenciones derivadas del aumento de casos de infección en esta sexta ola.
Fuera de las cuestiones sanitarias, el decreto autoriza en pago único antes del 1 de abril de la actualización correspondiente al IPC de las pensiones no contributivas mínimas o de viudedad.
Por esta razón, desde la oposición, el Partido Popular, que ya anunció que no podía respaldar este decreto, la portavoz sanitara, Ana Pastor, lo ha calificado directamente de “chantaje”. En cuanto al ámbito sanitario, la exministra de Sanidad ha recordado como ya ha realizado en otras ocasiones, que “el Gobierno nunca ha presentado un informe científico-técnico que avale esa obligatoriedad". Para Pastor, el decreto en si es un cúmulo de “contrasentidos”, que “nos habla de mascarillas y no se preocupa de aforos”, ha ejemplificado
Por Vox, otro de los partidos que también había anunciado en la pasada Comisión de Sanidad, ante la ministra Darias, que iban a votar en contra, ha reclamado a través de su diputada Mercedes Jara esa misma evidencia científica que reclamaba el PP sobre las mascarillas en exteriores. Jara ha acusado al Gobierno de “sentirse a gusto” metiendo el miedo en los ciudadanos y ha realizado una ‘enmienda a la totalidad’ a la gestión de la pandemia por parte del Gobierno. “¿Cómo es posible que España no tenga una norma dos años después para hacer frente a una pandemia?”, se preguntaba.
La diputada asegura que el país carece de un marco normativo que impida que en un futuro “volvamos a asistir a los espectáculos que hemos vivido con 17 respuestas diferentes”.
Desde Ciudadanos, Guillermo Díaz ha calificado la cuestión de las mascarillas como “restricción arbitraria”, que además, a su juicio “atenta contra la libertad”.
El resto de manifestaciones de los grupos políticos se han mantenido todas en ese mismo sentido. Desde Más País se indicaba que el Gobierno “ha comedido dos errores”, el primero “obligarnos a votar una medida ineficaz” y el segundo “obligarnos a votar una medida en la que nadie cree”. En referencia a las pensiones.
Desde PDeCAT se calificaba el decreto de medida “absolutamente inútil y estética”, mientras que el diputado Xavier Eritja, de ERC, calificaba, no se sabe muy bien si al decreto o al Gobierno, de “filibusteros”.
Ante estos ataques el Ejecutivo de Pedro Sánchez encontraba apoyo primero en su propia formación política, el PSOE, donde la diputada Ana Prieto defendía el uso de las mascarillas en la “altísima circulación del virus y el aumento de casos” y aseguraba que su uso fue “una medida pedida de forma mayoritaria por las CC.AA.”.
Por su parte Podemos, entendía que la mejor defensa suele ser un buen ataque y el diputado Juan Antonio Delgado decidía desentenderse del asunto en cuestión en el debate para hablar de la situación sanitaria en Andalucía, actualmente gobernada por el Partido Popular.
La ministra de Sanidad Carolina Darias, que intervino en los momentos iniciales para fijar la postura del Gobierno, aseguraba que el uso de mascarillas en exteriores "es temporal" y que su fin "cada vez esta más cerca".
Tras el debate parlamentario el Real Decreto y tras la votación de su convalidación, también recibió el apoyo en una segunda votación para ser tramitado como proposición de ley por el procedimiento de urgencia. En esta ocasión, el PNV sumó sus votos a los de PSOE y Unidas Podemos para dar apoyo al requisito administrativo.
Nicolas Gonzalez Casares: