Terapéutica

Los expertos reclaman integrar la atención primaria y la hospitalaria frente al riesgo cardiovascular residual

Diariofarma ha organizado en Mérida un encuentro de expertos para analizar la situación de la prevención del riesgo residual cardiovascular en Extremadura y la importancia de procesos que faciliten la colaboración entre primaria y especializada.

El Riesgo Cardiovascular Residual (RCR) es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la Sanidad tanto a nivel nacional como regional ya que en Extremadura como el resto de España esta afección es la primera causa de muerte y hospitalización. De ahí la necesidad de reducir este riesgo y poner en marcha los mecanismos para cumplir con un objetivo; el de prevenir eventos cardiovasculares que suponen un importante impacto en la esperanza y calidad de vida de los pacientes.

Para abordar esta problemática Diariofarma ha organizado una serie de encuentros que comenzaron hace unas semanas en Madrid, dónde expertos trataron la importancia de conocer el Riesgo Cardiovascular Residual. Bajo estos mismos objetivos se ha celebrado el segundo de los encuentros sobre la visión existente en Extremadura, para que especialistas de diferentes áreas planteen las estrategias necesarias a desarrollar por la región para reducir el RCR y las medidas que desde su campo necesitan para reducir esta problemática. 

El encuentro, celebrado en Mérida, ha contado con la participación del director general de Asistencia Sanitaria del Servicio Extremeño de Salud (SES), Vicente Alonso Núñez; Miguel González Lara, presidente de la sociedad Extremeña de Cardiología; Roberto Robles, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario de Badajoz y presiente de la Sociedad Extremeña de Nefrología; Concha Carmona, subdirectora de Gestión Farmacéutica del SES; José Javier Gómez Barrado, responsable de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital San Vicente de Alcántara y Gustavo Vitale, director Médico de Amarin. El debate ha sido moderado por el director de Diariofarma, José María López Alemany.

El encuentro giró en torno a las estrategias a seguir para incrementar la coordinación en el ámbito sanitario con el objetivo de disminuir el RCR ya que los expertos manifestaron que la mayor dificultad con la que se encuentran ante estos eventos es principalmente la del seguimiento del paciente. De no existir esta dificultad, una vez que el paciente es diagnosticado y tiene un tratamiento pautado, un buen seguimiento serviría para evitar la persistencia del riesgo. De ahí que sea importante marcar bien los procesos a seguir dentro del circuito asistencial de pacientes. Una necesidad que manifestó González Lara, quien apuntó que no debe haber solo una estrategia para reducir el RCR, sino que “habrá que hacer estrategias a varios niveles, como el desarrollo de nuevos fármacos, que ya se está haciendo, la política sanitaria, integrar la primaria con la especializada y, sobre todo, es importante hacer partícipe al paciente”.

Los profesionales coinciden en la dificultad para sacar adelante un proyecto común que facilite el seguimiento de pacientes con riesgo residual y ante la necesidad de trabajar en conjunto con la primaria para atajar el problema los especialistas alegaron que echan en falta espacios comunes donde poder trabajar de forma conjunta con los médicos de primaria. “No se dispone del tiempo, ni de los medios para llevar esta comunicación a cabo”, lamentó Robles. No obstante, para Alonso Núñez esta falta de espacios no es un problema dado que existen herramientas que facilitan la comunicación entre los profesionales como el acceso compartido al historial clínico del paciente.

Desde el Área de Asistencia Sanitaria del SES se explica que la eficacia de estas estrategias pasa por la implantación de nuevas herramientas y el uso de la inteligencia artificial como medio para conseguir que los profesionales desarrollen su actividad de la mejor manera posible. Alonso Núñez explicó que se están desarrollando dos planes, uno de ellos es el Plan Integral de Enfermedades Cardiovasculares y el Nuevo Plan de Enfermedades Cardiovasculares de Extremadura, que es el tercero que se desarrolla en la región. “Este tercer plan servirá para recoger las apreciaciones más importantes de aquello que no se ha cumplido con el plan anterior junto con las recomendaciones de la estrategia nacional”, comentó el director general de Asistencia Sanitaria del SES.

Junto con estos planes para resolver correctamente los eventos del RCR la administración trabaja en implantar un proceso asistencial integrado de la insuficiencia cardiaca con el que están realizando los trabajos para desarrollar el de la cardiopatía isquémica, con el fin de contemplar que hacer y cómo seguir a pacientes tras un evento.

Por su parte, Gómez Barrado defendió la necesidad de creación e implantación de más unidades de rehabilitación cardiaca. La experiencia del responsable de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital San Pedro de Alcántara le ha confirmado que estas unidades sirven para establecer entre pacientes y expertos o agentes de la salud una relación que lleva consigo la capacidad de cambiar hábitos, porque comparten experiencias con otros pacientes. “Prevenir de igual a igual les ayuda más a tomar más conciencia que si se lo decimos en una consulta”, explicó. A este respecto, Gómez destacó la necesidad de concienciar a la sociedad de los problemas cardiovasculares a través de la formación, según él muchos jóvenes desconocen que es el colesterol, y por tanto desconocen que el LDL aparte de ser causante de riesgo cardiovascular es un factor de aterosclerosis, de ahí la necesidad de educar bajo unos hábitos de vida saludables.

Más especialización para combatir este riesgo residual es lo que destacó Alonso Núñez, que habló acerca de la necesidad de especialización en la enfermería en este ámbito. Para el director general de Asistencia Sanitaria del SES el seguimiento ideal de los pacientes que sufren riesgo residual pasa por un seguimiento en función del tipo de riesgo, que podría establecerse en riesgo alto, medio o moderado.

Para poner en marcha estas herramientas, Concha Carmona subrayó la necesidad de trabajar en conjunto con la atención primaria. “Si hay que cambiar el protocolo se cambia, tiene que estar liderado por la cardiología, aunque no hay que dejar atrás a la atención primaria” que, según ella, juega un papel “esencial”. Además, esta responsable consideró necesario desarrollar procesos asistenciales ad-hoc, para incidir en la prevención secundaria, así como medir los resultados para conocer dónde se está fallando.

Oficina del Dato y Bigfarma

A este respecto, se explicó que se está trabajando en la creación de dos proyectos de sistemas de información que estarán en marcha el próximo año. Se trata de la Oficina del Dato, que se encargará de facilitar a los especialistas cualquier información sobre sus pacientes y el Bigfarma que a través de inteligencia artificial servirá para correlacionar los datos de la farmacia, conocer costes, seguridad y eficiencia de los medicamentos. Ambos proyectos tendrán en total un coste aproximado de unos cuatro millones de euros y desde la administración creen que puede dar muchos frutos a la hora de obtener más información de los pacientes que sufren riesgo residual clínico.

Con el objetivo de reducir este riesgo entra en juego también el papel de la industria farmacéutica. En este sentido, el director médico de Amarin, compañía que ha colaborado en la realización de este Encuentro de Expertos, señaló en la necesidad de “avanzar en el riesgo compartido”, de forma que si sacan un producto al mercado es la empresa quien “debe tener el compromiso de compartir riesgo, en el caso de que el fármaco no dé el resultado esperado”. A este respecto, para que este riesgo compartido se lleve a cabo sería necesario medir los resultados, ya que según indicó la subdirectora en Gestión Farmacéutica del SES“hay más de un 50% de personas que no tienen el resultado esperable pese a todo lo que se está haciendo tanto con terapias farmacológicas como no farmacológicas”.

Todos coincidieron en que para poder hacer frente al problema es necesario la existencia de datos y “los únicos datos que tenemos fiables en Extremadura son de 2008 y no se ha repetido el estudio, lo que quiere decir que no se tienen datos objetivos del riesgo residual cardiovascular”, comentó Roberto Robles.

En el caso del riesgo residual englobado dentro del proceso físico patológico está el problema de las cargas genéticas, Robles alegó que recientemente se han identificado distintas vías moleculares y genéticas que se asocian a mayor riesgo cardiovascular. Por otro lado, estarían los factores no genéticos que aumentan el RCR, como el tabaquismo, que ha empeorado en los últimos años, señaló Vicente Alonso. “Seguimos liderando los índices de tabaquismo en todas las comunidades, pero la mejora de la mortalidad cardiovascular ha sido un hecho del que hay que destacar el código de infarto que se implantó hace algunos años y estamos en la mejor comunidad con índice de intervención primaria”.

Antes de finalizar el debate, los especialistas coincidieron en afirmar que los eventos del RCR están mal resueltos porque si no, no se producirían los niveles de eventos que se producen a pacientes que lo han sufrido el primer año. Además, aseguraron que la implantación de estos protocolos y procesos asistenciales es de vital importancia para que se dé una mejora a corto-medio plazo para afrontar así los retos que plantea para el sistema de salud y asumirlo con los procedimientos para hacerlo efectivo.

Nuevos medicamentos

En lo que respecta al desarrollo de nuevos fármacos Vitale manifestó que la industria farmacéutica puede aportar muchas cosas más allá de la innovación o el desarrollo de medicamentos, ya que el objetivo de todos debe ser que la innovación “perdure a lo largo del tiempo”. Para el director médico de Amarin, es primordial identificar al tipo de pacientes para reducir el RCR y lograr que el paciente siga todas las medidas, algo muy importante para que se dé la adherencia al tratamiento. “Para ello es importante conseguir que los pacientes cambien sus hábitos saludables”, afirmó.

En cuanto a los nuevos tratamientos, González Lara explicó lo que considera una paradoja en la indicación terapéutica de estos medicamentos. Según dijo, se podría dar la circunstancia de que los pacientes que efectúen acciones para reducir los riesgos asociados podrían quedar por debajo de los límites establecidos para las medidas de factores de riesgo, mientras que los que no se esfuercen por reducirlas, se mantendrían como candidatos al tratamiento farmacológico.

A este respecto, Vitale explicó que, en nuestro país, su compañía ha solicitado la restricción en el uso de Vazkepa (icosapento de etilo) con un autovisado, solo para prevención secundaria y en pacientes con tratamiento previo con estatinas y triglicéridos por encima de 150 mg/dl.


Texto y fotos: María Isabel Hidalgo

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