Terapéutica

Los agonistas de GLP-1 podrán tratar más de cinco enfermedades en un plazo de 10 años

"Hay datos para pensar que estos fármacos jugarán un papel clave en el tratamiento del ‘hígado graso’, el ovario poliquístico/infertilidad ligada a obesidad, en alguna enfermedad neurodegenerativa y en adicciones”, asegura el experto Javier Escalada
La Prof.ª Mónica Marazuela, académica de número de Endocrinología, Metabolismo y Nutrición de la RANME, y el Prof. Javier Escalada, director del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra.

“Creo que en un plazo de 10 años será posible tratar más de cinco enfermedades con los fármacos agonistas del receptor GLP-1. Hoy ya tenemos resultados sólidos en diabetes, obesidad, enfermedad cardiovascular, insuficiencia cardíaca y enfermedad renal crónica, y ya hay datos para pensar que tendrán un papel importante en el tratamiento de la enfermedad hepática metabólica, conocida como ‘hígado graso’, en el ovario poliquístico/infertilidad ligada a obesidad, en alguna enfermedad neurodegenerativa y en adicciones; ojalá no me equivoque, sería magnífico para nuestros pacientes”, asegura el doctor Javier Escalada, director del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra y profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra.

Escalada considera que también hay “investigaciones abiertas con los arGLP-1 en diferentes tipos de cáncer, muchos de ellos relacionados con obesidad, hiperinsulinismo/resistencia a la insulina o inflamación, como el cáncer de hígado, mama, endometrio o próstata”. “Parece que el abordaje de las alteraciones metabólicas puede convertirse en una nueva estrategia oncológica preventiva. De todas formas, las personas con cáncer han estado excluidas de los ensayos clínicos pivotales de estos fármacos y hay que tener datos claros de la seguridad de estas moléculas en este contexto”, revela.

Este experto, presidente también de la Fundación de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (FSEEN), ha protagonizado una conferencia magistral en la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME) con motivo de la Semana Marañón, una iniciativa de la Fundación Gregorio Marañón, la RANME y otras entidades. La sesión celebrada en la RANME está coordinada este año por la profesora Mónica Marazuela, académica de número de Endocrinología y Nutrición.

La cuestión es “¿Por qué los arGLP-1 son eficaces y actúan en tantas enfermedades tan distintas entre sí? ¿tiene que ver el hecho de que controlan el azúcar en la sangre?”. A juicio de Escalada, que se produzca un control glucémico y una pérdida de peso es importante, pero no explica todos los beneficios. “Hay mecanismos probablemente ‘directos’ como resultado de la interacción de estas moléculas con sus receptores correspondientes (presentes en el endotelio, zonas cerebrales, etc.) y también ‘indirectos’, entre los que parece destacar la modulación de la inflamación; por ejemplo, tanto la obesidad como la diabetes tipo 2 se caracterizan por un estado de inflamación de bajo grado que parece estar implicado en el desarrollo de muchas complicaciones y su mejoría o resolución puede estar implicada en los beneficios”, apunta. “Hay otros beneficios más relacionados con la reducción del exceso de peso y grasa corporal, como los articulares o la apnea obstructiva del sueño, y todavía hay aspectos que no conocemos bien y por ello seguimos investigando el porqué de tantos beneficios”, reconoce el presidente de la FSEEN.

En este sentido, Escalada confiesa que en España hay grupos de investigación potentes trabajando con estos fármacos arGLP-1 y que nuestro país “está muy bien considerado en los ensayos clínicos”. No obstante, “sería deseable una mayor presencia en investigación independiente y para ello se necesita mucho apoyo, tanto a nivel de financiación como de colaboración con diferentes centros y la universidad, aspecto que creo que es mejorable”, sostiene.

“De cara al futuro, existe una convicción entre los profesionales sanitarios sobre la necesidad de financiar estos fármacos a ‘algunos pacientes’ con obesidad, aunque habría que decidir cómo priorizarlo, si en función del riesgo cardiovascular u otras comorbilidades. Esto es lo que ha hecho el sistema sanitario de Reino Unido (NICE) con uno de estos fármacos análogos de GLP-1, que lo ha decidido financiar en casos de obesidades más graves (IMC > 35 kg/m2) y comorbilidades asociadas, con seguimiento en unidades especializadas y con límites claros de duración. Creo que también debería abordarse algo similar en España”, declara el Dr. Escalada.

Según datos del Ministerio y del Sistema Nacional de Salud, existen unos 3,5 millones de personas diagnosticadas de diabetes tipo 2 en España. “Creo que podemos estimar que alrededor del 10% de los pacientes con diabetes tipo 2 en España están en tratamiento con un arGLP-1, y que hay de 350.000 a 450.000 personas con sobrepeso/obesidad que también los reciben, por lo que considero que alrededor de 700.000 y 800.000 personas siguen tratamiento con estos fármacos en nuestro país”, comenta este experto, quien reafirma los resultados de alta eficacia a medio y largo plazo de los arGLP-1, así como los eventos cardiovasculares y renales que se reducen de manera significativa en las personas con diabetes y con obesidad tratadas con estos fármacos. “Sin embargo, aunque esta cifra de pacientes tratados parezca elevada, son muchas las personas con diabetes y obesidad que aún no pueden beneficiarse de estos fármacos”, reconoce.

Pero ¿qué ocurre con ese porcentaje elevado de pacientes que abandonan el tratamiento antes de un año? “El motivo económico es claramente el más frecuente cuando la indicación ha sido la obesidad, porque además no están financiados para ello”, asevera. En el caso de la diabetes, que sí tienen financiación según determinadas circunstancias, las causas suelen ser otras, según Escalada, como expectativas irreales, efectos secundarios gastrointestinales, insuficiente seguimiento por el equipo terapéutico (médico, enfermera, dietista, etc.).

“Para mejorar la adherencia hay que realizar una educación terapéutica adecuada para evitar o manejar los efectos secundarios gastrointestinales, hacer un seguimiento más estrecho e individualizar la subida progresiva de dosis, explicar bien lo que estos fármacos pueden dar de sí y, en algunas ocasiones, buscar otras vías alternativas de administración para quien no quiera inyecciones, como las formas orales que ya empiezan a aparecer en el escenario”, concluye este especialista.

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