El consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, y el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), Manuel Martínez del Peral, han firmado este jueves el nuevo convenio por el que se fijan las condiciones de colaboración de las 3.000 farmacias madrileñas con el sistema sanitario de la región.
Ante una nutrida representación de la Consejería de Sanidad y de la Junta Directiva del COFM, sus máximos responsables han rubricado el acuerdo que entrará en vigor el próximo 1 de mayo para los próximos cuatro años.
Ruiz Escudero ha reconocido que la firma de acuerdo supone “un día importante para la farmacia madrileña” y ha mostrado su agradecimiento tanto al COFM, como a los distintos estamentos de su Consejería que han hecho posible el convenio.
El consejero ha señalado que “la figura del farmacéutico ha tenido siempre una relevancia notable en la sociedad. Un reconocimiento que se mantiene por la confianza que ofrecéis; así como por el conocimiento que aportáis para mejorar la calidad de vida, prevenir enfermedades y obtener mejores resultados en salud”, cuestiones en las que ahonda el acuerdo al sentar las bases para el desarrollo de más servicios profesionales que impulsarán aún más la figura de los farmacéuticos, unos profesionales “imprescindibles” para Ruiz Escudero.
La mayor coordinación entre niveles asistenciales, desde las oficinas de farmacia con los servicios de Farmacia Hospitalaria o la farmacia de Atención Primaria, así como las capacidades de bloqueo cautelar de dispensación son algunos de los avances en materia de coordinación y seguridad en el uso de los medicamentos que Ruiz Escudero ha valorado como positivos del nuevo convenio.
Por su parte, Martínez del Peral ha señalado que el objetivo del acuerdo es “reforzar la atención sanitaria, mejorar la salud y ganar eficiencia en el uso de los recursos sanitarios” dando respuesta a la evolución que ha experimentado la farmacia en los últimos ocho años, así como a las necesidades asistenciales de la sociedad.
El presidente del COFM ha agradecido a la Administración que haya avalado el papel que la farmacia desarrolló durante la pandemia gracias al desarrollo de la Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica, así como con el convenio de colaboración. Además, Martínez del Peral ha destacado el impulso que el convenio ofrece de cara a la coordinación con el resto de profesionales sanitarios, lo que “contribuirá a la mejora de la salud y detección temprana de problemas de salud, así como a ganar en prevención y uso adecuado de los fármacos”.
El máximo responsable del COFM ha querido agradecer el trabajo desarrollado por la subdirectora general de Farmacia, María José Calvo, “por su implicación en la negociación” del convenio, a la directora general de Ordenación, Inspección y Estrategia, Elena Mantilla “por su capacidad de escuchar a la profesión y llevar a cabo una ley valiente y pionera”, al viceconsejero de Gestión Económica, Pedro Irigoyen “por su papel fundamental para concretar ambas acciones” y, por supuesto, al consejero, Enrique Ruiz Escudero “por el liderazgo de la sanidad madrileña en unos años muy duros”.
Nuevo convenio
De acuerdo con la valoración que el COFM realiza del nuevo convenio, este “ofrece estabilidad económica y seguridad jurídica a las farmacias, garantizando así una prestación farmacéutica de la máxima calidad a la población” al tiempo que refuerza la colaboración de las farmacias con el sistema sanitario y “reconoce e impulsa una cartera de servicios farmacéuticos asistenciales más adaptados a las necesidades de las personas y de los colectivos más vulnerables”. De este modo, aporta “más valor sanitario y social a la población y abre una nueva vía de desarrollo profesional a los farmacéuticos”.
En relación con el impulso a los servicios profesionales, destaca la implantación de nuevas vías de comunicación entre los farmacéuticos de oficina de farmacia y el resto del equipo asistencial, que potenciarán la coordinación entre los profesionales sanitarios de las oficinas de farmacia, atención primaria, atención socio sanitaria y atención hospitalaria, más allá de la mensajería directa o el bloqueo cautelar de los programas de prescripción y dispensación de receta electrónica. A este respecto, se abre la posibilidad a que el farmacéutico pueda, por ejemplo, introducir la medicación de indicación farmacéutica, así como la anulación o retroceso de dispensaciones en el sistema de Receta Electrónica o Siscata por errores y se incorpora la dispensación colaborativa con la Farmacia Hospitalaria, que ha permitido lanzar un primer proyecto piloto conjunto para acercar los tratamientos a los pacientes con VIH a través de las oficinas de farmacia.
Por otro lado, se crea un Grupo Técnico de Desarrollo de la Cartera de Servicios con la misión de adaptar la oferta de servicios asistenciales a las necesidades de la población e identificar las oportunidades de mejora en la prestación farmacéutica. Entre los servicios a incluir se encuentran programas de seguimiento y apoyo en la detección de enfermedades crónicas prevalentes; seguimiento y adherencia de los medicamentos; asesoramiento en dietas y hábitos saludables; dispensación de metadona; o promoción de campañas de información a la población.
Igualmente, se trabajar en habilitar procedimientos y herramientas informáticas que permitan identificar de forma ágil la necesidad que pueda tener un paciente de un sistema personalizado de dosificación (SPD), e indicar, en su caso, que la farmacia puede realizar la elaboración del SPD. Continuará, además, impulsando el Programa del Mayor Polimedicado y otros programas que garanticen la revisión, conciliación y la adherencia al tratamiento farmacológico. También podrá desarrollar los registros, indicadores y procesos necesarios para determinar el seguimiento de las acciones y la consecución de los objetivos.
Estabilidad económica
El nuevo Convenio farmacéutico aporta, por otro lado, estabilidad económica al sector al asegurar el cobro en tiempo y forma de las recetas dispensadas con cargo del Sistema Nacional de Salud o mejorar los honorarios profesionales de la formulación magistral. Al mismo tiempo, ofrece seguridad jurídica a las farmacias al proporcionar un marco legal de actuación durante los próximos cuatro años.