Expertos de la compañía tecnológica Lyfegen, que colabora con varias administraciones en España y opera en siete países, subrayan la importancia de los acuerdos innovadores de compra basados en valor, y advierten de que la complejidad de esquemas innovadores hace que, por dificultades de gestión, se estén buscando acuerdos convencionales basados en precio, lo que consideran un paso atrás.
Partiendo del dato de que el presupuesto para la adquisición de innovación se ha elevado del 6% al 16%, y la tendencia va a mantenerse, la atención al valor tiene más importancia que nunca. “La perspectiva centrada en el precio es muy limitada”, indican.
Lyfegen ofrece un simulador para en el análisis y diseño de los acuerdos de compra innovadores, y también los gestiona de principio a fin. Colabora con el Ministerio de Sanidad, el Consorcio de Salud de Cataluña y el gobierno de Navarra, entre otros; así como con diversas compañías farmacéuticas. Ofrecen una nueva herramienta en la búsqueda del equilibrio entre el acceso a las terapias más innovadoras y la sostenibilidad del sistema.
Diariofarma ha hablado con Girisha Fernando, su fundador y director ejecutivo, y David Duro, vicepresidente de Ventas, sobre su modo de trabajar y su contribución a los acuerdos de compra innovadores en el contexto de aprobación de terapias avanzadas (y costosas) y el equilibrio financiero del sistema nacional de salud.
‘Vosotros curáis, nosotros gestionamos’
Fernando considera que es importante dar respuesta a la disparidad entre la presión por el acceso y la sostenibilidad de forma ágil, con soluciones que ofrezcan ventajas tanto a los financiadores como a las compañías desarrolladoras. Para avanzar en esto, Duro detalla que Lyfegen se hace cargo de todo el proceso de principio a fin: “Desde el momento en el que no existe un acuerdo, y se exploran las mejores opciones, hasta el seguimiento posterior. No solamente están creciendo en número, sino que existe una diversidad cada vez mayor de modelos de acuerdo, todos ellos contenidos en la biblioteca que alimenta el simulador”.
La incertidumbre financiera y la clínica son dos aspectos clave, que explican necesidades muy diferentes en el acceso a los medicamentos. Ambas pueden abordarse con acuerdos de riesgo compartido, aunque ha habido cierta resistencia a estos esquemas por la carga administrativa o de infraestructura que acarrean, valora Fernando. A su modo de ver, “resulta emocionante que gobiernos, hospitales o regiones hayan realizado cambios para ganar en eficiencia, algo patente en áreas como inmunología y oncología, pero que puede ir aún más allá”.
A ambos extremos de un acuerdo, desde la administración y desde la industria, el interés compartido es ofrecer lo mejor a los pacientes. Por eso agilizar este tipo de esquemas beneficia a las dos partes, desde la comprensión de qué entraña la negociación y la gestión. Desde el punto de vista de las compañías, el apoyo de Lyfegen supone facilitar la valoración y selección de acuerdos adaptados a cada producto; desde el punto de vista de las administraciones, las circunstancias específicas son definitorias también del tipo de acuerdo, ha añadido.
“El simulador nos aleja de los farragosos documentos tipo Excel. Es nuestra ‘joya de la corona’", indica Girisha Fernando. Su base es una plataforma en virtud de la cual se puede acceder a toda la información, hasta el detalle de las dosis. “Permite ensayar ventajas, inconvenientes y consecuencias financieras de un acuerdo para identificar el mejor modelo”, explica.
“Es un camino para encontrar una lógica perfecta”, apunta David Duro.
Datos sensibles
Lyfegen ha blindado los datos de forma que solo el cliente los utiliza “no somos controladores de información, la gestionamos en nombre de nuestros clientes, y ellos la usan en el instrumento que les proporcionamos; tampoco decidimos quién ve los datos, y el acceso puede ser diferenciado”.
Puesto que la mayor parte de los acuerdos innovadores de compra y gestión de riesgo compartido son confidenciales, el propio controlador (cliente), el servicio sanitario, es quien da el dato y lo maneja en la plataforma. No es un proceso que requiera a ambas partes (compañía y proveedor sanitario), aunque mejora con la participación de todos.
“Para la industria es cada vez más importante la transparencia, y el hecho de contar con toda la información para fundamentar un acuerdo va precisamente en esa dirección”, añade Duro. Las incertidumbres pueden resolverse para ambas partes, y el esquema está basado en el valor.
Millones “perdidos”
En su contacto con administraciones han oído a los técnicos decir que una herramienta de este tipo es algo necesario “hace unos diez años”. Al ser una compañía suiza, la estructura administrativa en comunidades autónomas resulta familiar, similar a la de los cantones. En ambos casos, se trata de bases de datos diferentes que ellos transforman para que sean interoperables.
En las administraciones de esta clase, la complejidad y el número creciente de acuerdos puede hacer que se pierdan millones de euros que podrían recaudarse si el seguimiento de los acuerdos fuera exhaustivo, algo que la plataforma integradora facilita. Según Fernando, trabajar con instrumentos inadecuados puede hacer que las pérdidas se cuenten en millones e incluso en miles de millones. La carga administrativa puede impedir ese seguimiento.
Sobre esta cuestión, Fernando afirma “estamos en 2024, claramente hay un camino para mejorar cuando recurrimos a la tecnología que ya existe, que simplifica y ayuda a ganar eficiencia; como sociedad tenemos que estar más abiertos a la tecnología y su potencial”.
Según Duro, la complejidad de los acuerdos está haciendo que se vuelva a los modelos más rígidos y basados en el precio, tipo techos de gasto, “porque a veces faltan los instrumentos para hacer lo que se quiere, que es basar los procesos en el valor”.
“Unos excelentes compañeros de viaje en términos de innovación” han sido para Girisha Fernando los responsables de consultoras a la hora de avanzar en los retos específicos que España enfrenta en cuanto a sostenibilidad y agilidad a la hora de llegar a los pacientes. Se refiere en términos similares al equipo de la administración con quienes están próximos a cerrar una colaboración en Navarra. En esa comunidad autónoma, el análisis detallado de pacientes por centro, y su seguimiento a largo plazo, por poner dos ejemplos, ha permitido aprovechar muchas oportunidades para ganar eficiencia. Es un entorno en el que se han dado grandes pasos hacia la sostenibilidad.
Fernando ha mencionado la importancia de tener esa visión, que han percibido en los países en los cuales tienen colaboraciones operativas. Una mentalidad abierta y capacidad de liderazgo son dos de los rasgos que les caracterizan. “En las carteras de investigación hay numerosas terapias con un alto impacto presupuestario, es crucial aprovechar la tecnología en beneficio del análisis y la transparencia”.
De hecho, considera que es una forma de trabajar que puede extenderse a terapias cuyo impacto presupuestario no sea particularmente elevado, pero en las que pueden obtenerse mejores resultados en salud y mejorar el perfil de coste/eficiencia. Es algo que se ha probado en Reino Unido con los acuerdos orientados a la mejora de la salud de la población, y que podría compararse con lo que ha sucedido en España cuando se ven los resultados de incorporar las terapias innovadoras contra el virus de la hepatitis C.
Considera inspiradora la acción de Italia a la hora de acelerar el acceso a terapias para necesidades médicas no cubiertas y la prontitud con la cual opera Alemania. Con el matiz de que cada país tiene necesidades diferentes, “se puede aprender de la experiencia de otros, adaptar sus modelos”, ha asegurado.
Además, como ciudadanos que contribuyen a la sanidad con sus impuestos, considera que es responsabilidad de todos aprovechar las mejores ideas y oportunidades para tener un sistema más sostenibles para todos. Hacerlo es una garantía de cara al futuro.