La industria europea enfrenta uno de los mayores retos de su historia reciente. La pérdida de competitividad, acentuada por la fragmentación interna y la falta de inversión en investigación e innovación, amenaza la capacidad del continente para liderar en sectores clave como la biotecnología, las terapias avanzadas o la transición energética. Frente a esta situación, el Informe Draghi ofrece una hoja de ruta ambiciosa y analiza en profundidad las razones de esta crisis de competitividad, planteando estrategias concretas para su revitalización. Durante una jornada organizada por Diariofarma, titulada ‘Informe Draghi: propuestas para recuperar la competitividad farmacéutica europea’, representantes de diversos sectores del ámbito público y privado debatieron las recomendaciones del informe y sus implicaciones para España y Europa. Las aportaciones fueron clave para comprender tanto los retos como las oportunidades que se abren en este marco estratégico.
La jornada incluyó varias mesas de debate en las que los expertos aportaron sus propuestas para avanzar en las oportunidades y retos recogidos en el informe. En la mesa titulada ‘Ampliar la capacidad de realizar I+D’ participaron, además de Eva Ortega-Paíno, Carlos Camps (patrono de la Fundación ECO), Enrique Castellón (consejero de Cross Road Biotech) e Ion Arocena (director general de Asebio). Previamente, se celebró otra mesa en la que participaron Jordi García Brustenga (director general de Estrategia Industrial y de la PYME del Ministerio de Industria), Jaume Puig-Junoy (profesor distinguido en la Universidad Pompeu Fabra - Barcelona School of Management), Susana Solís (diputada del Partido Popular en el Parlamento Europeo) y Javier Urzay (subdirector general de Farmaindustria). Además, Magda Rosenmöller, directora académica del Center for Research in Healthcare Innovation Management del IESE, impartió una ponencia. Toda la jornada, que contó con la colaboración de Amgen, Johnson & Johnson y Merck, fue moderada por José María López Alemany, director de Diariofarma.
Un marco común para el futuro inmediato
Eva Ortega-Paíno señaló que el informe recoge un diagnóstico exhaustivo de los desafíos a los que se enfrenta Europa en varios campos, incluyendo la industria farmacéutica. Propone estrategias para revitalizar su competitividad a nivel global, proporcionando un análisis detallado de las debilidades actuales del sector farmacéutico europeo. Destacó la importancia de fomentar la inversión en investigación y desarrollo (I+D+i) y de simplificar los marcos regulatorios para estimular la colaboración entre todos los Estados miembros. La identificación de áreas clave como la biotecnología, las terapias avanzadas y los medicamentos huérfanos resulta esencial para posicionar a Europa como líder en innovación farmacéutica.
Sin embargo, la implementación efectiva de estas recomendaciones requerirá un compromiso no solo de España, sino también de todas las instituciones europeas, los gobiernos nacionales, los autonómicos y el sector privado, trabajando juntos para superar las barreras existentes y aprovechar las oportunidades en el ámbito de la salud global, añadió Ortega-Paíno.
Resaltó que el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades seguirá desempeñando un papel central liderando iniciativas para reforzar las infraestructuras de investigación, además de simplificar los procedimientos administrativos y la burocracia en la que, según dijo, estamos inmersos. Estas acciones buscan garantizar un entorno propicio para la innovación, con marcos regulatorios estables, nuevos modelos de financiación y una movilización equilibrada de recursos públicos y privados. Ortega-Paíno enfatizó la necesidad de un enfoque coordinado y ambicioso, respaldado por la "colaboración" como palabra clave del informe, así como por la inversión estratégica y la simplificación regulatoria.
Carlos Camps añadió que, para implementar las recomendaciones, además de recursos financieros, es esencial mejorar la organización. Según explicó, es importante tener en cuenta que el Informe Draghi es europeo y que “la suma de partes no siempre es perfecta, y España es muy distinta”. Camps recordó que, durante las crisis sufridas en años anteriores, todos los países europeos incrementaron su inversión en investigación, “todos, menos España”. Aseguró que “más de mil investigadores españoles se marcharon y las empresas de biotecnología desaparecieron”. Aunque reconoció que se ha incrementado la inversión y el posicionamiento respecto a la investigación, subrayó que “continuamos con cierto retraso respecto a la media europea”.
Por su parte, Enrique Castellón señaló que “no queda más remedio que identificar los problemas existentes en Europa y diagnosticar los segmentos más profundos del problema”. El informe, según destacó, establece una referencia clara y compara la situación europea con la de Estados Unidos y China, contemplando barreras clave como la fabricación insuficiente, el gasto público ineficiente y la descoordinación política. Castellón hizo hincapié en que, aunque se plantean objetivos, con frecuencia no se llevan a cabo políticas efectivas para su consecución.
Castellón también abordó la fragmentación, señalando que es un problema crítico reflejado en el informe. Subrayó que esta fragmentación, aplicada al ámbito de la salud y particularmente en España debido a la distribución de competencias, es muy superior: “Si Europa está fragmentada, España lo está mucho más”.
Ion Arocena complementó estas visiones y señaló que el Informe Draghi “no redescubre nada, ya que gran parte del diagnóstico que traslada ya era conocido”. Según explicó, su valor añadido fundamental radica en “agregar los diagnósticos que eran parciales en un documento único, constatarlos, retratarlos, describirlos y, a partir de ahí, plantear una serie de oportunidades y retos sobre los cuales construir”.
Arocena destacó varias novedades recogidas en el informe, entre ellas la sensación de urgencia respecto a la necesidad de implementar medidas: “No nos vale el status quo, es necesario actuar y rápido”. También subrayó que el informe pone el foco en la competitividad, una diferencia clave respecto al énfasis habitual de la UE en la competencia para evitar distorsiones en el mercado único. En este sentido, consideró que el informe “habla de competitividad” como una desviación de ese enfoque previo.
Además, Arocena resaltó “esa mirada al futuro que imprime este informe”, un aspecto particularmente relevante en el debate sobre la autonomía estratégica. Señaló que, al priorizar las tecnologías y sectores en los que se debería invertir, el informe destaca áreas como el sector farmacéutico, las terapias avanzadas, los medicamentos huérfanos y los biológicos. Según Arocena, se trata de medicamentos actuales, pero con un largo camino de desarrollo pendiente y un gran potencial para generar nuevas terapias.
España en el contexto europeo: retos y avances
Eva García-Paíno afirmó que “España va por buena senda” y que la estrategia nacional está enfocada en fortalecer la inversión en investigación, la colaboración público-privada y la mejora de las infraestructuras científicas. Subrayó el compromiso del Gobierno, reflejado en el Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación (PEICTI) 2024-2027, que incluye una inversión histórica de más de 18.400 millones de euros. Este plan tiene como objetivo central la transferencia de conocimiento y el estímulo a la investigación básica, además de contemplar el apoyo a la carrera del personal investigador. Como ejemplo de colaboración público-privada, mencionó la creación de la primera sociedad mercantil de terapias avanzadas, Terafront Farmatech.
En relación con las barreras reflejadas en el informe, Carlos Camps señaló que el documento supone una nueva llamada de atención para dejar de trabajar en unidades individuales. Además, aseguró que el modelo asistencial actual está obsoleto y necesita reorganización. Comentó que el 80 % de los ensayos clínicos en España provienen de la industria privada, mientras que la iniciativa académica es escasa. Destacó que el éxito de los ensayos clínicos se debe principalmente a los grupos cooperativos e iniciativas individuales que han logrado buenos resultados en el reclutamiento de participantes. Sin embargo, aseguró que “ser líderes en ensayos clínicos no significa que seamos líderes en investigación” ya que hay pocos ensayos liderados desde España. Subrayó que España realiza menos ensayos ahora que en 2008 y que, aunque la inversión pública en investigación ha mejorado, la velocidad de avance es insuficiente. Según Camps, “la crisis española es una crisis dentro de la crisis”, y destacó la importancia de disminuir la burocracia para acelerar el progreso.
Por su parte, Enrique Castellón abordó las limitaciones de la inversión pública. Afirmó que el informe no menciona la necesidad de garantizar la venta de los proyectos desarrollados. Según explicó, si una tecnología no logra venderse, los inversores perciben que no tiene futuro. También destacó que España enfrenta dificultades para acceder al mercado debido a los tiempos prolongados. “El mejor dinero para una compañía es el procedente de las ventas”, cuestionando que ayudas y subvenciones puedan ayudar a consolidar un sector, afirmó. En este sentido, Castellón subrayó que los fondos no deberían destinarse únicamente a financiar proyectos directamente, sino también a estimular la inversión privada, un aspecto en el que España está fallando. Añadió que la mayoría de las inversiones actuales se realizan en proyectos con bajo perfil de riesgo, pero quiso dejar claro que “los proyectos con mayor impacto potencial suelen implicar mayores riesgos”, y son precisamente esos los que pueden transformar la economía y el futuro.
Además, Castellón aseguró que existen dificultades objetivas para atraer inversores al país, ya que ni los proyectos son lo suficientemente interesantes como para garantizar un retorno, ni los ecosistemas están lo suficientemente desarrollados. Además, los incentivos públicos no resultan atractivos para los inversores. Por último, destacó la importancia de evitar la falta de seguridad jurídica, ya que “a los inversores no les gusta nada la incertidumbre”.
En relación con la investigación clínica y las valoraciones del informe, Ion Arocena afirmó que el Informe Draghi posiciona el debate en su justa medida. Reconoció que, aunque España compite contra China y Estados Unidos, el informe propone medidas como reforzar el mercado único y fomentar ensayos clínicos en Europa mediante autorizaciones únicas y mecanismos de cooperación entre agencias nacionales y comités éticos. Según explicó, estas iniciativas permitirían que con un único documento se obtuviera aprobación en toda la UE, facilitando ensayos clínicos multicéntricos de ámbito europeo.
Arocena consideró positivo que España sea un referente global en ensayos clínicos, ocupando la segunda posición en muchas áreas terapéuticas. Sin embargo, destacó que el reto principal es transformar estas capacidades en un motor para la innovación Made in Spain. Argumentó que el conocimiento, la capacitación y la infraestructura disponibles deberían aprovecharse para generar un impacto industrial, económico y social en el país.
En relación con los ensayos clínicos, Ion Arocena destacó que es positivo que España sea un referente a nivel global y ocupe la segunda posición en muchas áreas terapéuticas. No obstante, señaló que el reto principal es que estas capacidades se pongan a disposición de la innovación Made in Spain. Explicó que el conocimiento generado, la capacitación existente y las infraestructuras deben servir como palanca para impulsar la innovación. De esta manera, afirmó: “Contribuiremos a que el impacto trascienda al ámbito industrial, económico y generemos también una industria local”. Para Arocena, el desafío es transformar esta ciencia en una industria local que pueda generar un impacto económico y social en el país.
Por su parte, Eva García-Paíno hizo referencia a las políticas proactivas de atracción del talento, como el Plan ATRAE del Ministerio, y matizó que aunque estas políticas son necesarias, lo que realmente se debe hacer es “circular nuestro talento, que sea cíclico, de tal manera que se pueda revertir al sistema todos los aprendizajes y desarrollos en los distintos países”. Aseguró que España no tiene nada que envidiar a la mayoría de los países europeos en términos de ciencia básica, pero destacó la necesidad de agilizar los trámites administrativos. También subrayó la importancia de hacer de España un país atractivo para el talento internacional.
García-Paíno enfatizó la necesidad de generar un círculo virtuoso, cada vez más amplio, en el que la investigación básica se transforme en transferencia de conocimiento, generación de tejido industrial y que, además, revierta al sistema en forma de inversiones. Aseveró que, en relación con los ensayos clínicos, es fundamental seguir colaborando en un marco internacional, ya que “nos va a dar una diversificación mayor”. Sin embargo, también consideró prioritario fomentar que los ensayos clínicos sean promovidos por clínicos españoles.
Una llamada a la acción
La jornada concluyó con un mensaje claro: el Informe Draghi representa una oportunidad única para revitalizar la competitividad industrial en Europa, pero su implementación requerirá un esfuerzo conjunto y decidido.
Eva Ortega-Paíno subrayó la importancia de actuar con ambición y afirmó: “Tenemos que apostar por la colaboración, la inversión estratégica y la simplificación regulatoria. Solo así podremos superar los retos actuales y aprovechar las oportunidades emergentes”. Concluyó: “Lo único que queda es coger todas estas piezas y montar ese motor para que la ciencia sea la que haga avanzar al país y podamos seguir invirtiendo en un círculo virtuoso”.
Carlos Camps destacó la importancia de identificar los principales problemas de salud en la población española y de dirigir los fondos hacia esos campos de manera prioritaria. Sin embargo, matizó que a España aún le queda mucho por hacer en términos de colaboración público-privada.
Por su parte, Ion Arocena insistió en que España debe continuar invirtiendo en I+D y reforzándose en tecnologías Made in Spain, argumentando que “la mejor forma de fabricar en España es que se desarrolle en España”. Además, señaló que Europa debe seguir defendiendo el comercio internacional como una vía para impulsar el crecimiento económico, sin olvidar la importancia de generar espacios de trabajo compartidos. Por último, pidió un mayor impulso a los instrumentos de colaboración público-privada, destacando su capacidad transformadora y su papel en fomentar el cambio cultural que España necesita.