La consecución de un Pacto por la Sanidad en esta legislatura se va alejando cada día que pasa. Hace ya 10 meses que se dieron los primeros pasos en la Comisión de Sanidad del Senado y, excepto algunas menciones realizadas por la ministra de Sanidad en múltiples ocasiones, la verdad es que no se ha avanzado. Se ha cumplido un año de legislatura y en muy poco tiempo se empezará a pensar en clave electoral en las comunidades autónomas dificultando su obtención.
Más allá, tampoco hay una visión común en los diferentes grupos parlamentarios que tienen que protagonizar el Pacto. Así se puso de manifiesto en una jornada organizada por la Fundación Bamberg sobre Salud Total, que ha contado con el apoyo de Abbott y Lilly en la que participaron los portavoces de Sanidad de PP, PSOE y Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, así como al portavoz del PP en el Senado. Una mesa moderada por el ex presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso, Mario Mingo.
Como no podía ser de otro modo, los más entusiastas con la posible firma del pacto son los populares. En este sentido, la portavoz del PP en la Comisión de Sanidad del Congreso, Teresa Angulo, consideró necesario “tener voluntad de sumar, construir y cohesionar para que todos los españoles disfrutemos de las prestaciones en condiciones de equidad”. Según ella, la Sanidad se ha beneficiado de diferentes pactos a lo largo de los últimos 40 años. “Si en la transición los responsables políticos fueron capaces de alcanzar este pacto, me niego a creer que no somos capaces de poner en valor lo que nos une para abordarlo”, aseguró.
Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Francisco Igea, consideró que ya había un pacto: la Constitución. “Y no es poco pacto”, aseguró. Según él, la clave es “avanzar en el diagnóstico de los problemas” y avanzar en “reformas concretas que permitan resultados reales, más que hacer reformas amplias rimbombantes pero poco efectivas”.
El PSOE, en boca de su portavoz en el Congreso, Jesús María Fernández, consideró que la Sanidad se ha abordado en base a consensos en los últimos tiempos. Para Fernández, los primeros pasos en el Pacto por la Sanidad deben ir enfocados a “renovar la confianza de las partes” y, según él no se está avanzando en este sentido a consecuencia de que el Gobierno “tiene vetada la proposición de ley para rescatar la universalidad y poniendo recursos a las CCAA que ponen medidas para rescatar personas”. Sin ello, “es difícil recuperar la confianza para un pacto”, aseguró.
Por su parte, el portavoz del PP en el Senado, Antonio Alarcó, recordó que la Proposición No de Ley en la que se instaba a trabajar para conseguir el pacto “se aprobó por casi todos los partidos” y reclamó “lealtad” para alcanzarlo. “Sin lealtad no hay política, ni cirugía”, aseguró.
Resistencias microbianas
En el debate también se preguntó a los políticos por sus soluciones en relación a las resistencias microbianas. Igea mostró su preocupación y aseguró ser “conscientes” del problema. En este sentido, aseguró que “el consumo de antibióticos veterinarios es fuera de la norma”. Además, abogó por que se reconozca la especialidad de enfermedades infecciosas y que se aborde la situación “que nos está colocando en riesgo de tener más muertes por infecciones que por cáncer”.
Por su parte, el portavoz del PSOE tildó la situación en nuestro país de “lamentable”. Según él, el consumo en personas y veterinaria “es desmedido desde hace mucho años”. Y si a esto se le suma la falta de innovación en antibióticos, “el problema es importante”, aseguró. En este sentido, confirmó que han preguntado al Ministerio de Sanidad acerca del informe de los inspectores europeos para la situación de resistencia antimicrobiana que han estado en nuestro país y le contestaron “que no existía informe alguno. Hay poca transparencia”, denunció.
Tanto Fernández como Alarcó coincidieron con Igea en la necesidad de que enfermedades infecciosas sea reconocida como especialidad médica. El portavoz popular también criticó que “no se ha dado verdadero valor a la política antibiótica y la creación de protocolos”.
¿Ministerio de Salud?
Durante el debate se planteó a los portavoces sanitarios la idoneidad de renombrar el Ministerio de Sanidad en un Ministerio de Salud. Todos ellos coincidieron en que sería una buena noticia, si bien no se quedaban, lógicamente, en una cuestión de nomenclatura. Según Angulo, lo importante es “conseguir un SNS lo más cohesionado y equitativo posible”. Por ese motivo abogó por lograr un Consejo Interterritorial en el que “todas las decisiones que se adopten por unanimidad sean luego adoptadas por los sistemas sanitarios”
Por su parte, Igea demandó que el hipotético cambio de nombre del Ministerio se debería ver acompañado de un cambio en los presupuestos. En este sentido, el portavoz de Ciudadanos reclamó “más peso del presupuesto de salud pública y las políticas transversales”. Con él coincidió el portavoz socialista en el Congreso, aunque exigió que de hacerse, no debería ser “solo un cambio de nombre”. También reclamó una mayor inversión en Salud Pública y en el resto de estrategias de Salud.