En el marco de la jornada de MSD en Santander se ha celebrado la mesa 'La medición de resultados en salud, ¿qué criterios hay que tener? El modelo oncológico', en la que han participado Antoni Gilabert, director del Área de Farmacia y Medicamentos del Consorcio de Salud de Cataluña, y Ana Cristina Cercós, del Grupo de Farmacia Oncológica de la SEFH (Gedefo), que han defendido la medición de resultados en salud en el área oncológica, en la que los costes de los tratamientos suponen un reto para la sostenibilidad del SNS.
Para Gilabert, que cuenta con cierto bagaje en la medición de resultados y aplicación de acuerdos de riesgo compartido y pago por valor, las dificultades "son mínimas en comparación con los beneficios que se generan", y llama a obviar los tópicos con respecto a ellas. Las más importantes, según él, son "convencer al laboratorio, alcanzar un acuerdo sobre sistemas de información, y también en qué medimos y cómo lo medimos, diseñar circuitos organizativos para obtener los resultados que quieres y, finalmente, generar la confianza mutua entre los participantes". No obstante, recuerda que la obtención de resultados en salud es "clave para poder pasar de la concepción de la innovación como gasto a verla como inversión".
En Cataluña, se registran, actualmente, las variables clínicas de 196 indicaciones y 19.000 pacientes. Una parte de estos datos ha servido de base para la aplicación de acuerdos de riesgo compartido y pago por valor en los que participan un total de 19 hospitales y 10 laboratorios, que afectan a 11 principios activos de tres áreas terapéuticas (Oncología, Oncohematología y Reumatología) y cinco patologías, con los que las autoridades están compartiendo las incertidumbres.
Experiencia en Comunidad Valenciana
También habló sobre esta cuestión Cercós, quien se refirió al proceso de medición de resultados en Oncología en la Comunidad Valenciana, un proceso del que ella está participando y que se guía, dijo, "por una cultura corporativa basada en un enfoque multidisciplinar, centrada en la calidad y en la seguridad del paciente, así como en la evaluación continua y la innovación".
Concretamente, se habría comenzado a recoger resultado en leucemia mieloide crónica y ya se han empezado a vislumbrar algunos retos. Entre ellos, destacó la "integración de toda la información, incorporar a todos los profesionales, estructurar un sistema para el registro de resultados reportados por pacientes, así como el cálculo de costes objetivo o la gestión de la información y la difusión de resultados".
Pese a estas cuestiones, que pueden entrañar alguna complicación, Cercós opinó que la medición de resultados "no es un problema, sino más bien la solución para que la rueda de la innovación siga moviéndose, a la vez que se garantiza la sostenibilidad". Concretamente, considera que permiten, frente a las limitaciones que presentan las escalas de beneficio clínico, como la de ESMO o la metodología de Génesis o los informes de posicionamiento terapéutico, contrastar los datos de eficacia analizando cuál es la efectividad e identificar el verdadero valor añadido que aportan los nuevos medicamentos.