La Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (Aseica) y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) consideran que España tiene que “que España incorporarse de forma efectiva y ser parte integral de los países que lideren la constitución del Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS)”. Ambas entidades, han realizado esta manifestaciones en el contexto del VIII Día de la Innovación, celebrado bajo el lema “Compartir datos para innovar en cáncer”.
La presidenta de Aseica, Marisol Soengas, destaca que “gracias a la ciencia y la innovación, de cada paciente oncológico se podrían obtener literalmente miles de datos. Este ‘Big Data’ es importante para conseguir tratamientos personalizados, potencialmente más eficientes y con menos efectos secundarios. En Europa se están creando plataformas para integrar y compartir datos en salud, en las que España no está participando en la medida que debería. En nuestro país existen, además, múltiples limitaciones para que esta información se pueda compartir incluso entre comunidades autónomas”.
“Es necesario fomentar la innovación y el acceso a los datos sanitarios para facilitar el diagnóstico, tratamiento y seguimiento clínico de los pacientes con cáncer. Compartir datos a nivel nacional e internacional permitirá a España no perder competitividad ni oportunidades de identificar nuevos biomarcadores y desarrollar e implementar tratamientos punteros”, indica el presidente de SEOM, César A. Rodríguez.
Según indican ambas entidades, esta mayor integración “permitirá acelerar la investigación sobre el cáncer en el marco de la Misión Cáncer de la UE” y así “se lo trasladarán a las autoridades responsables de la ejecución: el Ministerio de Sanidad, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, el Ministerio para la Transformación Digital, la Agencia Española de Protección de Datos y el Instituto de Salud Carlos III, entre otros”.
Según el informe Las cifras del cáncer en España 2024, elaborado por SEOM en colaboración con la Red de Registros de Cáncer en España (Redecan), este año se diagnosticarán más de 280.000 nuevos casos de cáncer en nuestro país. La esperanza de vida media de los pacientes con cáncer se ha duplicado en los últimos 40 años. Sin embargo, las enfermedades oncológicas siguen siendo una de las principales causas de mortalidad en este país, representando casi el 29% del total de fallecimientos. Se necesitan, por tanto, mejores biomarcadores y terapias más eficientes.
En el proceso de diagnóstico, tratamiento y seguimiento de cada paciente se genera una gran cantidad de información procedente de análisis y técnicas muy variadas. Estas incluyen, por ejemplo, datos epidemiológicos, histopatológicos y de expresión de distintos biomarcadores. De hecho, es conceptualmente posible realizar una caracterización completa del genoma de un tumor y las alteraciones que acumula, con una precisión que llega hasta células individuales. Puede estudiarse cómo las células malignas afectan a su entorno, y gracias a la biopsia líquida, se están desarrollando estrategias para identificar a estas células cancerosas una vez que se diseminan por el organismo. También puede definir cómo los tumores adquieren alteraciones adicionales durante distintos tipos de tratamiento, generándose resistencias y lesiones de una mayor agresividad. “Gracias a las tecnologías disponibles en la actualidad, pueden obtenerse literalmente decenas de miles de datos de cada paciente”, indica Marisol Soengas.
Capacidad notable
La capacidad de España para generar datos con un potencial impacto en el manejo de los pacientes con cáncer es particularmente notable, ya que nuestro país es el segundo en cuanto al número de pacientes en ensayo clínico. Además, según el Informe de EIT Health, aunque existen diferencias regionales, el sistema sanitario español en general ha alcanzado un alto nivel de madurez digital y se clasificó entre los cinco primeros de los 17 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con los sistemas sanitarios digitales más avanzados en el Índice de Salud Digital 2019 de la Fundación Bertelsmann.
Nuestro país también innova en el contexto de desarrollo de plataformas de análisis de datos. Destacan, por ejemplo, el European Genome-Phenome Archive (EGA), donde se almacenan datos genómicos procedentes de proyectos de investigación en distintos ámbitos, incluido cáncer. También el fEGA, la versión federal donde se almacenarán los datos de los proyectos de medicina personalizada españoles o de los futuros de la European Mission on Cancer. Por otra parte, el proyecto BEACON es un desarrollo de la Global Alliance for Genomics Health, liderado por España, para generar sistemas de búsqueda de datos genómicos o -ómicos en general, en el que se basará la federación de datos compartidos a nivel europeo para su uso en investigación.
“A pesar de estas plataformas para integrar y compartir datos en salud, España no está participando en grandes iniciativas como el Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS) al nivel que le correspondería por su propia tecnología y sus propias capacidades. En nuestro país existen, además, múltiples limitaciones para que esta información se pueda compartir incluso entre comunidades autónomas”, se lamenta Soengas.
“Es necesario fomentar la innovación y el acceso a los datos sanitarios para facilitar el diagnóstico, tratamiento y seguimiento clínico de los pacientes con cáncer. Compartir datos a nivel nacional e internacional, además, permitirá a España no perder competitividad ni oportunidades de identificar nuevos biomarcadores y desarrollar e implementar tratamientos punteros. Hay que solventar trabas burocráticas e implementar las estrategias y los mecanismos necesarios que permitan hacer los datos interoperables y analizar grandes cantidades de datos de pacientes en condiciones de seguridad y de acuerdo con la normativa legal existente”, subraya el presidente de SEOM, César A. Rodríguez.
En la misma línea, Rafael López, vicepresidente de Aseica, insiste en que “España debe incorporarse de forma efectiva al EEDS si no queremos quedarnos a la cola de Europa. De hecho, nuestro país ha de ser parte integral de los países que lideran la constitución del EEDS, en beneficio de los pacientes oncológicos. Compartir datos entre investigadores básicos, traslacionales y clínicos será clave en la medicina personalizada: mejorará la investigación en cáncer, ayudará a la prevención y detección temprana de enfermedades y, lógicamente, a los propios pacientes”.
Para Javier de Castro, vicepresidente de SEOM, “los datos en salud permiten la evaluación de los resultados de la práctica clínica en vida real. Además, se han encontrado otras aplicaciones de gran valor, como la detección de las necesidades no cubiertas cruciales para los pacientes y el propio sistema, la evaluación de la eficacia y seguridad de la práctica clínica, o la planificación de la atención médica para contribuir a una asistencia más eficiente y sostenible”.
Aseica y SEOM proponen las siguientes medidas de acceso al ‘big data’ sanitario para acelerar la investigación en cáncer en el marco de la Misión del Cáncer de la UE. En primer lugar promover la incorporación activa e impulsar el liderazgo de España en el EEDS. Igualmente plantean asegurar estándares éticos y de seguridad para el uso de datos sanitarios en investigación e innovación, garantizando la privacidad de los pacientes dentro de la normativa legal vigente.
Por otro lado ven necesario, agilizar la interacción entre administraciones, centros hospitalarios y entidades académicas españolas en la implementación del EEDS, así como constituir una comisión independiente que sirva de apoyo y coordinación a los ministerios con competencias relacionadas con la implementación del.
Es preciso además definir instituciones a nivel nacional y/o regional que actúen como nodos para asegurar la adquisición e interoperabilidad de datos sanitarios y destinar partidas presupuestarias específicas para proyectos de investigación a nivel nacional orientados al desarrollo de tecnología y actividades de innovación en el contexto de la generación, almacenamiento, evaluación y uso de información sanitaria.
Finalmente abogan por estimular la participación de España en proyectos colaborativos y ensayos clínicos internacionales; implicar al colectivo de investigadores de cáncer y al personal clínico-asistencial en la divulgación, promoción e implementación del EEDS; incorporar a entidades y organizaciones de pacientes en la elaboración de directrices para el establecimiento del EEDS e ompulsar campañas de divulgación y concienciación para dar a conocer a la población general la necesidad del uso de la información.