La Farmacia de hospital se ha sumado a la tendencia general de “humanizar” la atención a los pacientes y especialmente a los oncohematológicos, debido a las particularidades de estas personas en cuanto a su enfermedad y tratamiento.
Están surgiendo muchas iniciativas en este sentido, “con el objetivo de dar una atención sanitaria integral al paciente, entendiendo sus necesidades como persona y las del entorno que le rodea, garantizando el respeto a su intimidad y autonomía y una adecuada comunicación”, apunta María José Martínez, secretaria del grupo español para el desarrollo de la farmacia oncológica (Gedefo). Para ello, la Farmacia hospitalaria está rediseñando muchos procesos, con el fin de tener más en cuenta la opinión de los pacientes, considerando tanto aspectos clínicos como aspectos sociales, físicos o emocionales.
Para José Manuel Martínez Sesmero, jefe de Farmacia del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, más allá de las labores propias de la farmacia, como la elaboración de los preparados, el control de calidad o la dispensación, cada vez se presta más importancia a la parte humana y hay mayor conciencia sobre cómo atender a las personas. “Nuestra idea es ir mucho más allá de estos procesos y evolucionar hacia un acercamiento al paciente, a hablarle más cara a cara, en coordinación con el equipo médico”, señala. Y es que, a su juicio, los médicos apoyan este modelo interdisciplinar de la atención sanitaria y de colaboración entre los distintos profesionales.
Más llevadera la estancia
“Nuestros pacientes pasan mucho tiempo en el hospital, por lo que hay que intentar hacerles agradable la estancia”, afirma María José Martínez, que también es farmacéutica de la Unidad de Farmacia Oncohematológica del Hospital Universitario Puerta del Mar, de Cádiz. Uno de los principales retos pasa por acortar los tiempos de espera a la hora de recibir el tratamiento en hospital de día, ya que es uno de los motivos que más incomoda al paciente.
Coincidiendo con Martínez, para Lola Zamora responsable del Área de Oncología y Hematología del Servicio de Farmacia del Hospital Clínico San Carlos, que el paciente espere el menor tiempo posible para recibir su medicación es uno de los caballos de batalla, y esto se puede conseguir mediante la mejora de la programación de las agendas y la logística del espacio.
El jefe de Farmacia del Hospital Clínico San Carlos se expresa en la misma línea. Para él, “tal y como están planteadas las estructuras, no facilitan los tiempos de espera mínimos o que los movimientos dentro del hospital sean fáciles”. Uno de los sistemas utilizados para optimizar estos tiempos son las nuevas tecnologías, que permiten por ejemplo avisar al paciente cuando su tratamiento está listo. Hay otras iniciativas para hacer más llevadera la espera, como la realización de talleres de pintura o actividades musicales.
En cuanto a la dispensación de los fármacos orales, en la mayoría de hospitales se está intentado adaptar los horarios de las consultas de farmacia a los de la consulta del médico, para que el paciente pueda en un mismo día ser atendido por ambos profesionales y evitar desplazamientos innecesarios al hospital.
Comunicación con el paciente
Tal y como señala la secretaria de Gedefo, los farmacéuticos de hospital están especialmente implicados en que el paciente con cáncer reciba de forma correcta la información, tarea que “requiere tiempo y conocimientos, así como saber transmitir el mensaje con tranquilidad, empatía y seguridad”. Lo mismo opina Eva Castillo, responsable del Área de Citostáticos de la Farmacia Hospitalaria de la Fundación Jiménez Díaz, que afirma que los farmacéuticos de esta institución están preparados para realizar la entrevista al paciente y en que el trato sea el adecuado. A su parecer, en todos los hospitales tendría que haber una consulta de atención farmacéutica al paciente oncohematológico, que tiene necesidades distintas al resto. Además, las herramientas digitales pueden reforzar la atención farmacéutica presencial, como por ejemplo la consulta online de la que dispone esta institución, muy utilizada para resolver dudas sobre las terapias alternativas.
Según la experiencia de esta farmacéutica, la comunicación con el oncólogo y las enfermeras del hospital de día es buena y la información sobre las recomendaciones en torno al tratamiento se traslada de forma adecuada a los pacientes. “Y estos lo agradecen, porque tienen muchas dudas en inquietudes y hay que intentar que durante el tiempo que se les administra el tratamiento estén lo más cómodos posible”, señala.
Con Castillo coincide la secretaria de Gedefo: “Como parte del equipo multidisciplinar que atiende al paciente con cáncer, en el que estamos integrados, nuestro mayor esfuerzo va encaminado a que el paciente o sus cuidadores salgan de la consulta de farmacia perfectamente informados de cómo se ha de tomar el tratamiento y cómo puede minimizar la toxicidad, para favorecer la adherencia. Y siempre les damos un teléfono o mail para que nos puedan consultar todas aquellas dudas que les surjan una vez se encuentren en su domicilio”, apunta la secretaria de Gedefo.
Proyectos de la SEFH en torno al paciente oncológico
El plan estratégico de Gedefo tiene entre sus objetivos potenciar la incorporación de cambios organizativos, tecnológicos y en procesos, que permitan mejorar la organización y la calidad, así como la seguridad y el cuidado integral en el proceso farmacoterapéutico del paciente oncohematológico.
Tras un análisis de situación, próximamente se darán a conocer dos proyectos. Uno de ellos para validar la prescripción de la manera más estandarizada posible en todos los hospitales, mientras que el otro gira en torno a la comunicación y la entrevista clínica, puntos clave para la mejora de la seguridad, la comprensión y adherencia al tratamiento, así como la potenciación de su autonomía. “En este documento de Gedefo se abarcan aspectos tan diversos como los estructurales, habilidades comunicativas y de educación al paciente, medidas para favorecer la conciliación de la medicación, adherencia o calidad de vida”, subraya María José Martínez.
Este grupo también tiene una línea de investigación abierta, dentro del proyecto MAPEX (Mapa Estratégico del Paciente Externo) de la SEFH, en la que están participando farmacéuticos oncohematológicos de distintos hospitales de cinco comunidades autónomas. “El objetivo es desarrollar un modelo de estratificación que permita seleccionar a aquellos pacientes con cáncer que más se beneficien de una atención farmacéutica especializada, en función de la complejidad de la patología, la del propio paciente y del tratamiento, así como una herramienta informática que dé soporte al modelo, cuya utilización en la práctica asistencial pueda repercutir en una mejora de los resultados en salud de los pacientes”, explica.
Otro de los pilares de Gedefo y la SEFH, en colaboración con la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), es la apuesta por la formación de los farmacéuticos que atienden a pacientes oncohematológicos, insistiendo en la importancia de la capacitación profesional en esta área. Se ofrece la formación necesaria para la obtención de la acreditación en Farmacia Oncológica (BCOP, Board Certified Oncology Pharmacist) otorgada por el Board of Pharmaceutical Specialties americano (BPS). Esta ayuda, iniciada en 2001, ha supuesto una experiencia satisfactoria, y muestra de ello es que España es el segundo país en farmacéuticos certificados en Farmacia Oncológica después de Estados Unidos, con más de cien farmacéuticos certificados. “Más que la obtención de una titulación o especialización, BPS-BCOP ha significado la consecución de un nivel de formación, imprescindible en la práctica asistencial en oncohematología, una actividad de rápido cambio en la que la incorporación de nuevas estrategias terapéuticas genera una demanda de conocimientos continua”, afirma la secretaria de Gedefo.