Ahondar en la necesidad del buen gobierno, abandonar la demagogia y el populismo y profesionalizar la gestión del sistema, además, de cambiar la gestión de los recursos humanos, son algunas de las claves que se han puesto encima de la mesa para mejorar la situación del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Así se ha puesto de manifiesto a lo largo de la jornada ‘Cómo remediar los males que aquejan a nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS)’, organizada por Funcas, la Fundación Ernest Lluch y la Universidad Carlos III de Madrid. El acto ha sido presentado por el catedrático emérito de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid y director de Economía y Políticas de Salud de Funcas, Félix Lobo, y Jaime Puig Junoy, distinguished professor de la Universidad Pompeu Fabra, ha servido para reflexionar hacer de los retos del SNS.
Rosa Urbanos, presidenta de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas) y catedrática de Economía Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid, junto a Salvador Peiró, investigador en el área de investigación en servicios de salud y Farmacoepidemiología de Fisabio, han abordado, en forma de diálogo, algunos de los males que aquejan al SNS y han planteado algunas soluciones a los mismos.
En primer lugar, Urbanos ha abordado el aspecto económico. Esta economista ha expuesto que en los próximos años, especialmente cuando más pronto que tarde la senda de la disciplina presupuestaria vuelva a Europa, será muy difícil obtener nuevos recursos para la Sanidad. Por ese motivo ha señalado como “más relevante” poner el foco en la gestión de los recursos y evaluar a qué se dedican. Para este aspecto, ha señalado como “imprescindible” la creación de una entidad que ayude a evaluar, racionalizar y priorizar el gasto; una herramienta como una ‘Agencia Independiente de Evaluación de Prestaciones’ o HispaNICE. Para ella, poner en marcha esta entidad sería “una de las reformas con mayor potencial para garantizar la solvencia o sostenibilidad del SNS público a medio y largo plazo”.
Cartera de Servicios y priorización
Con ella coincidió Peiró, quien calificó la situación actual de la cartera de servicios como “ambigua y alocada, donde todo es para todos, gratis y sin priorización”. A este respecto, criticó que se introduce nuevas prestaciones sin aportar financiación o sin retirar prestaciones por el importe correspondiente. “Hay que poner orden, innovar en ello es básico, por lo que una agencia que haga esto no es algo nuevo, lo tienen todos los países”, expuso.
Además, Peiró señaló que hay que hay que utilizar herramientas, como los copagos, de forma inteligente. A este respecto, planteó que hay medicamentos que deberían tener copago cero porque la falta de adherencia a los mismos puede suponer un coste mucho mayor al ahorro generado por el copago, mientras que este instrumento se podría utilizar para gestionar la demanda de otros productos en los que se observa un “sobreconsumo”. Peiró señaló a este respecto que hay despilfarro, con el uso de medicamentos por gente que “no los necesita”, lo que genera costes por efectos adversos prevenibles, y que, por otro lado, hay también sobre utilización de servicios, como las consultas médicas, donde se observa una elevada frecuentación.
Respecto de la evolución de la situación económica del sistema y los cambios en la regla de gasto a instancias de Europa, Peiró explicó que 2024 se podrá pasar, que que “2025 será muy complicado”. A este respecto, también indicó que algunas de las inversiones que se están realizando con fondos Next Generation “pueden ser difíciles de soportar próximamente ya que no se están acompañando de profesionales”.
El ámbito de la innovación farmacéutica no escapó a la crítica de Peiró, quien aseguró que la innovación “tiene detrás un monopolio” por lo que se pagan “precios mucho más altos que en un mercado competitivo”. Además, señaló que también es elevado el precio respecto “del valor que aportan; solo se mira que el medicamento nuevo sea más caro que el anterior”.
Buen, o mal, gobierno
La siguiente cuestión clave abordada fue la gobernanza del sistema. Rosa Urbanos aseguró que la falta de buen gobierno es algo que trasciende al ámbito sanitario ya que “la falta de calidad institucional afecta a toda la administración”. Ante esta situación reclamó una “menor captura de la administración por los partidos políticos”, para lo que habría que “profesionalizar los cargos de la gestión”. A este respecto, Peiró habló de “nepotismo” en la selección de cargos directivos y gestores y pronosticó que, a consecuencia de los cambios de gobierno en el ámbito autonómico, “en los próximos meses asistiremos a ceses incluso de adjuntos”.
El investigador de Fisabio también denunció la situación de politización existente en la sanidad. “Hay una deslegitimación de cualquier medida de racionalización, que se presenta como recorte, privatización” y eso “dificulta el avance”. Por ese motivo, reclamó “crear los mecanismos para separar las decisiones de aspectos populistas” ya que, aunque la sanidad es una de las políticas más importantes de cualquier país, “muchas cosas son técnicas y se deben hacer bien sea el que sea el sistema”.
Ambos expertos consideraron que no hay forma de despolitizar y Urbanos denunció que existe mucho “sectarismo, demagogia, mal gobierno”. Pese a ello, no ven factible un Pacto de Estado por la Sanidad para evitar ese uso partidista del SNS. Urbanos señaló que actualmente se viven “malos tiempos, donde cada vez hay más polarización e instrumentalización de la sanidad como herramienta política”.
Urbanos también aprovechó la jornada para lamentar, en su condición de presidenta de Sespas, que el adelanto electoral haya paralizado la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública. Tal y como señaló, tiene “miedo” que esta idea se pierda y que “se olvide la necesidad de fortalecer la salud pública”.
Los expertos abordaron otros asuntos como aspectos de recursos humanos, la situación de la sanidad privada y su posible influencia en la solvencia del sistema público, así como la necesidad de impulsar la atención primaria.