Extracto referido a Sanidad del programa del PSOE a las elecciones autonómicas de Asturias en 2015. Ver programa completo
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Sanidad
Un sistema de salud público, universal, accesible y sin copagos
La salud tiene una especial incidencia en nuestro bienestar y condicionan nuestra capacidad de desarrollo personal. Más del 95% de los españoles considera que la salud es el elemento más importante para su bienestar, seguido de la familia y el trabajo. Además, es una condición necesaria para la libertad: la enfermedad limita nuestra autonomía y condiciona la posibilidad de desarrollar plenamente nuestras facultades. Estas razones ya serían suficientes para hacer de la salud un asunto prioritario para los poderes públicos, pero, por encima de todo ello, la salud es un derecho y un asunto moral. De todas las formas de desigualdad, la injusticia en la asistencia sanitaria es la más sobrecogedora e inhumana. Por esa razón, los socialistas consideramos un asunto de equidad categórica garantizar el acceso a la salud de toda la población, en igualdad de condiciones, y defendemos su reconocimiento en el propio ordenamiento jurídico como un derecho subjetivo.
Pero el acceso a unos servicios sanitarios adecuados no afecta únicamente a la calidad de vida y al bienestar individual, sino que beneficia también al desarrollo y bienestar de toda la sociedad. La medicina preventiva, los programas de salud pública y la educación sanitaria permiten reducir los costes de los tratamientos médicos posteriores y, además, redundan en una mayor productividad, reducen los días de trabajo perdidos por enfermedad y alargan la vida laboral.
Por otra parte, la falta de cobertura sanitaria es una de las principales causas de pobreza allí donde no existe un sistema público universal. El coste de determinados servicios médicos puede hacer que nuestra situación económica se resienta seriamente. La Organización Mundial de la Salud estima que cada año 150 millones de personas en todo el mundo se encuentran en una situación financiera catastrófica, y otros 100 millones se ven obligados a vivir por debajo del umbral de la pobreza, debido a sus gastos sanitarios. Algo que no pueden resolver satisfactoriamente los sistemas privados de aseguramiento.
Por todas y cada una de estas razones, los socialistas defendemos un sistema sanitario público, gratuito y universal, en el que nadie se vea privado de los cuidados médicos necesarios. Un sistema accesible a todos por igual, con independencia de la renta, la cultura o el lugar de residencia, que preste servicios de calidad, capaces de satisfacer las aspiraciones y necesidades de toda la población y no solo de los que no puedan pagarse una sanidad privada.
La organización de la sanidad fue desarrollada por gobiernos socialistas a través de la Ley General de Sanidad de 1986, que constituyó y dio carta de naturaleza al Sistema Nacional de Salud y la Ley 1/1992 del Servicio de Salud del Principado de Asturias, que organizaron servicios públicos planificados con criterios de cohesión social y territorial, con un enfoque de atención integral a la salud de toda la población.
Aquellas políticas desarrolladas en las décadas pasadas permitieron que Asturias tenga hoy unos servicios sanitarios descentralizados, accesibles, universales y gratuitos al mejor nivel del Estado, con ratios superiores a la media española. Asturias mantiene una elevada esperanza de vida y mínimos niveles de mortalidad infantil, es puntera las terapias de cáncer, los cuidados paliativos y referencia nacional en diversas técnicas y tratamientos. Pero es, además, una de las regiones con mayor accesibilidad a los servicios sanitarios de personas con menos recursos en Europa, solo detrás de Holanda que tiene un presupuesto sanitario muy superior al de nuestro país.
Sin embargo, los cambios introducidos por el Real Decreto-ley 16/2012, aprobado por el Gobierno central, quiebran el principio de universalidad y restringen el acceso al limitarlo a quienes estén vinculados a la Seguridad Social, pese a que la financiación se realiza íntegramente desde 2001 a costa de los Presupuestos Generales del Estado. Esta medida supone la exclusión real de varios colectivos, como los inmigrantes sin recursos en situación irregular, muy preocupante por la vulnerabilidad social y económica a la que se encuentras sometidos. Estas exclusiones conllevan, además, un grave peligro para la salud pública, aumentando las desigualdades de salud y la inseguridad de colectivos muy vulnerables. Por otra parte, el Gobierno de España ha promovido una serie de copagos que dificultan el acceso a la salud de las personas en peor situación económica.
El PP ha emprendido, además, la senda de la privatización del sistema sanitario. Las restricciones al acceso, el empeoramiento de las prestaciones y la introducción de copagos buscan alejar a las personas más desahogadas económicamente de la sanidad pública, con la finalidad de fragmentar el aseguramiento en el sistema sanitario y a entregar la parte más rentable a la codicia del mercado, poniendo por encima del derecho a la salud la ambición de un beneficio privado.
Los socialistas asturianos nos hemos opuesto frontalmente a estas decisiones y estamos defendiendo las características de un modelo que se ha revelado como un activo más importante de que dispone la sociedad española. Por eso hemos mantenido la asistencia a los inmigrantes irregulares, por razones éticas y de justicia social y hemos planteado nuestra permanente oposición a las modificaciones del modelo en todos los ámbitos posibles, como el Consejo Interterritorial, cuando ha procedido nuestra implicación. Nos proponemos ahora adoptar cuantas iniciativas sean posibles para impedir que se consolide esta contrarreforma llevada a cabo por la derecha, muy regresiva y que atenta contra las sólidas bases Servicio Público de Salud.
Frente al incremento de copagos que ha implantado el PP en los productos de farmacia, que ha provocado que pacientes crónicos, con situaciones de necesidad, se hayan visto obligados a prescindir de medicación por carecer de medios económicos, el Gobierno socialista de Asturias ha abogado siempre por seguir trabajando en la mejora continua de la prescripción farmacéutica. Esta medida debe estar basada en el uso más racional del medicamento, también en el ámbito hospitalario, cada vez con mayor peso relativo en la factura farmacéutica, con el objetivo de reducir la medicalización innecesaria de las actividades de la vida diaria, adecuar el consumo de fármacos y mejorar el control de los pacientes crónicos y polimedicados.
En Asturias, donde los ciudadanos reconocen de forma especial los servicios de salud, se han preservado las condiciones del sistema en el marco de nuestras competencias, aunque no se pueda modificar ni la condición de asegurado ni las normas de copago impuestas desde el Gobierno de la Nación. Desde el Principado de Asturias, vamos a continuar con las mejoras que habíamos identificado como necesidades del sistema, que se centran fundamentalmente en tres grandes objetivos:
- Reforzar la salud pública y prevenir inequidades.
- b. Mejorar la eficiencia en la gestión, para garantizar la suficiencia presupuestaria.
- c. Centrar la organización de los procesos en el paciente.
No cabe duda que la mejor manera de defender el sistema es asegurar su sostenibilidad y para ello es necesario eliminar las áreas de ineficiencia detectadas. Por eso, los cambios organizativos en el servicio de salud, mejorando la coordinación que permita centrar los procesos en el paciente, las fusiones entre gerencias de Área para aligerar estructuras administrativas, la potenciación de la gestión clínica y la profesionalización de la gestión son iniciativas que están orientadas en la dirección de modernizar y mejorar la eficiencia del servicio de salud.
La potenciación de la salud pública, aplicando el principio de “Salud en todas las políticas”, su promoción en coordinación con otras políticas sectoriales, el fomento de un “paciente activo” aumentando la responsabilidad de las personas sobre su salud, los programas preventivos en salud y la atención a colectivos de especial atención. Asimismo, la evaluación y el seguimiento de los indicadores de salud para detectar las posibles inequidades, son medidas que pretenden mejorar el nivel de salud de forma más eficaz e introducen mayor eficiencia en el sistema.
La centralidad del paciente y del ciudadano significa buscar un cambio del paradigma organizativo del sistema, respondiendo a un principio de mayor participación del ciudadano en los servicios de salud, donde la calidad de la atención está pensada en el bienestar y la seguridad del paciente o el ciudadano, según el caso. Este concepto tendrá necesariamente reflejo en la estructura organizativa de los centros y del servicio de salud.
En definitiva, a pesar de los recortes y los cambios en las condiciones del Sistema Nacional de Salud, desde Asturias continuaremos trabajando por avanzar en el modelo público, universal, accesible y equitativo.
El sistema asturiano de salud: preparado para afrontar el futuro
Las fortalezas de nuestro sistema sanitario público constituyen una ventaja para afrontar el futuro:
Asturias dispone hoy de un parque de instalaciones sanitarias armónico y moderno, que en los próximos años habrá de adaptarse a los cambios científico- técnicos por venir. Pero, gracias al esfuerzo realizado en estos últimos años, las inversiones previstas, salvo algunas excepciones como, por ejemplo, la ampliación del hospital de Cabueñes, serán básicamente reordenaciones o mantenimientos que no absorberán un volumen elevado de recursos.
La dotación de medios tecnológicos en Asturias es excelente. Asturias cuenta con un complejo parque de tecnologías que, con la puesta en marcha del HUCA, incorpora todas las tecnologías nuevas en radioterapia, el Pet y otras de carácter puntero en el sector público, lo que nos permite disponer de prácticamente todas las tecnologías de uso clínico que en estos momentos están en vanguardia en Europa.
El nuevo Hospital Universitario Central (HUCA), una de las mejores instalaciones hospitalarias de España, es hoy en día una realidad bien tangible gracias al empuje de los gobiernos socialistas.
En sus primeros meses de existencia el HUCA ya ha alcanzado un intenso ritmo de funcionamiento. Desde junio hasta enero ha atendido 85.960 urgencias, 19.978 ingresos programados, 10.699 intervenciones quirúrgicas, 335.225 consultas, 21764 TAC y 7.143 resonancias magnéticas. El HUCA es ya un hospital sin papeles en el que cada día tiene un peso mayor la cirugía ambulatoria que es más segura y cómoda para los pacientes.
Es además un hospital docente, con formación de grado que integra en el hospital una Facultad de Medicina con capacidad para 900 alumnos, los cursos clínicos y de postgrado. Es un centro investigador que tiene una importante producción científica y que tiene en la Fundación de Investigación en Innovación Sanitaria (FINBA) una potente herramienta que contribuirá al desarrollo económico y al progreso en Asturias. Es ya un revulsivo de enorme importancia por la potencia asistencial, pero ha de seguir fomentando una nueva cultura organizacional que fidelice y atraiga a excelentes profesionales. En todo caso, en los próximos cuatro años el nuevo HUCA deberá estar posicionado entre los diez mejores centros clínicos y en investigación biomédica de nuestro país. Con este esfuerzo avanzaremos en el modelo de gestión de la ciencia de la mayoría de los países más avanzados científicamente, en los que la investigación biomédica se hace en las grandes centros sanitarios.
La red de atención primaria reúne excelentes profesionales y concita la satisfacción de la ciudadanía. Esta red es una garantía de integralidad, accesibilidad y eficiencia del conjunto del sistema público. Al mismo tiempo que se ha producido el equipamiento y traslado de dos hospitales, el 2014 se ha mantenido un grado de constante mejora en los centros de atención primaria. Así, se pretende la sustitución de los centros en peores condiciones, construyendo nuevos centros en Villayón, Colloto, Illas, La Carriona, Las Vegas, Vega La Camocha, Lastres, Turón, Pola de Lena, Collanzo, Sotrondio, o realizando reformas integrales parciales o totales de cierta importancia en los centros de Ventanueva, Tebongo, Piedras Blancas, Malleza, Bárzana, Proaza, Centro Integrado de salud Mental Montevil y Cangas del Narcea, El Empalme, Laviada, Perchera, Mieres Norte y Rioseco.
Disponemos además de profesionales sanitarios con una elevada formación. El sistema sanitario asturiano cuenta con una altísima tasa de personal especializado bien formado, entrenado y capaz de conocer, asumir y poner en práctica con extremada rapidez las últimas y más modernas técnicas y conocimientos médico-quirúrgicos, gracias a su familiarización con las investigaciones, procedimientos, técnicas y desarrollos tecnológicos de vanguardia. Esta es una gran fortaleza que habrá que seguir preservando.
La Facultad de Medicina se sitúa entre las mejores a nivel nacional y dispone de grupos de investigación prestigiados. Como consecuencia de la elevada calidad media que caracteriza al personal sanitario asturiano y de la existencia de una Facultad de Medicina que se sitúa, al menos, entre las diez mejores del país, se ha creado aquí un sustrato que favorece las iniciativas de investigación biomédica, de lo cual existen ejemplos notables, algunos de prestigio internacional.
La reciente puesta en marcha de la FINBA como estructura de fomento de la Investigación Biosanitaria da al Principado la oportunidad de incorporarse a la investigación traslacional, aprovechando la formación técnica del sector y las aportaciones y el apoyo del sector empresarial.
Los ciudadanos asturianos valoran con una elevada satisfacción los servicios sanitarios, tal y como constatan los resultados del barómetro sanitario del Ministerio de Sanidad elaborado con el apoyo técnico del Instituto Nacional de Estadística. La sanidad de Asturias ocupa un lugar similar a la del País Vasco y Navarra, pese a la diferencia de recursos disponibles.
Se dispone también de una notable red de atención a ancianos y dependientes que en el futuro debemos seguir mejorando, impulsando la coordinación del ERA (Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias) con el servicio público sanitario.
Estas son las fortalezas que nos permiten encarar el futuro de progreso en la atención a la salud de la población asturiana. Frente a ellas también hay que relacionar los problemas principales con que habrá que enfrentarse que, a nuestro juicio, son derivados de los cambios epidemiológicos y demográficos que someten al sistema de salud a una creciente demanda generada por enfermedades crónicas, degenerativas y de altas necesidades de atención clínica y terapéutica. Por otra parte, el sistema ha de adaptarse a los revolucionarios cambios tecnológicos en el ámbito de la farmacología (nuevos tratamientos innovadores) de la tecnología terapéutica y de incorporación de nuevas tecnologías de la comunicación y mejora de las condiciones de vida de los asturianos y asturianas.
Un programa para garantizar la sostenibilidad
La crisis económica y las políticas neoliberales con que el Gobierno del PP la ha afrontado han restringido enormemente los recursos disponibles para financiar la sanidad. Debemos, por tanto, aprovechar eficientemente nuestros recursos y fortalezas y hacer las reformas necesarias para garantizar la sostenibilidad de nuestro sistema sanitario.
Los cambios generados en los patrones de muerte, enfermedad e invalidez asociados a las transformaciones demográficas (transición epidemiológica), sociales y económicas son un factor clave en la demanda de servicios sanitarios y vienen promovidos por dos grandes problemas convergentes: el acusado envejecimiento de la población y el crecimiento progresivo de la cronicidad, no solo vinculada al envejecimiento. De ambos fenómenos surgen infinidad de problemas asistenciales, sociales y económicos que en el medio rural, además, adquieren enorme gravedad, debido a la pérdida de población y de los correspondientes apoyos. Para afrontar todos estos retos, debemos:
- 1. Impulsar nuevas formas de organización de la atención primaria de salud.
La Atención Primaria de Salud (APS) es uno de los valores y pilares principales de nuestro sistema sanitario. Un pilar que hemos reforzado en estos últimos años adscribiéndole a cada área sanitaria los recursos de Salud Pública, lo que indudablemente hará posible una orientación comunitaria y poblacional del trabajo de los profesionales. Resulta imprescindible señalar esta orientación poblacional cuando se quieren prevenir los efectos de la epidemia de enfermedades crónicas. La orientación poblacional y las actuaciones de salud pública tratan de intervenir sobre los determinantes de la cronicidad, ambientales y comportamentales ( alimentación, toxicos, ejercicio, conducta sexual …).
El centro de salud por otra parte favorece la continuidad en la atención en las enfermedades prevalentes, que exigen esa continuidad. Este importante atributo ofrece numerosas ventajas, como mejor utilización, asistencia más oportuna, identificación correcta de los problemas de salud, menor hospitalización y, en síntesis, una respuesta sanitaria apropiada a las necesidades.
Así pues, el sistema sanitario, y particularmente la Atención Primaria, tienen un gran potencial para reducir las desigualdades sociales en salud, debido a su carácter de servicio de accesibilidad universal. El derecho de acceso hace de este servicio un potente reductor de desigualdades frente a las oportunidades de salud y por ello los socialistas apoyamos la red de Atención Primaria como nuclear en el modelo de servicios públicos de salud. Por eso debemos impulsar una transformación para dotar a la AP de nuevos instrumentos de planificación y gestión que posibiliten su progreso. Fortalecer su capacidad de resolución, reforzar la actividad comunitaria de sus actuaciones y promover la innovación y el conocimiento son tres ejes sobre los que basar su reforma. Para ello resulta también imprescindible dotar a los Equipos de Atención Primaria de nueva capacidad de Gestión, integrándolos en Áreas de Gestión Clínica y Jerarquizando su estructura.
Debemos implantar modelos de gestión por procesos entre la atención primaria y el hospital, impulsando la atención compartida. El fenómeno de la pluripatología y, consecuentemente, de la polimedicación exige un nuevo abordaje de los pacientes desde la perspectiva de su biografía individual y comunitaria, más que desde cada una de las entidades patológicas y especialidades particulares, con las que ya contamos. Un abordaje integrador y centrado en el paciente y la comunidad.
Debemos, además, mejorar la atención coordinada a crónicos complejos, reforzar la autonomía de gestión, corregir el presupuesto por programa de gestión clínica, compensar a quienes asumen tareas organizativas, además de asistenciales, y mejorar la transparencia en la gestión pública y las actividades comunitarias.
- 2. Fortalecer las políticas de Salud Pública. Promover la salud en todas las políticas.
La prevalencia de cronicidad en la población asturiana, que contiene entre los adultos más de un 33% de enfermos crónicos, en una estructura demográfica de envejecimiento con más del 23% de población mayor es un condicionante clave que debe enfrentarse, como señala el documento Personas sanas, poblaciones sanas, abordando con decisión políticas poblacionales de promoción de la salud y de participación, políticas intersectoriales que coordinen los objetivos de salud con Educación, Servicios Sociales o Medio Ambiente, además de las políticas específicas dirigidas al sistema sanitario para ordenar la atención a pacientes crónicos.
Hacer realidad los postulados de la Ley 33/2011 General de Salud Pública supone generalizar la Educación y Promoción de la Salud en la Escuela (EPS). Un amplio marco de participación en salud ha de ayudar a reducir la medicalización innecesaria, empoderando a los ciudadanos sobre su propia salud, mediante acciones de información y de educación sanitaria. Seguiremos impulsando la red de Escuelas de Pacientes como herramienta de prevención. Además queremos reforzar el marco de colaboración con los municipios a través de la FAC para impulsar políticas del Programa “el paciente activo” y generar verdaderos Sistemas de Gobernanza a nivel local que impulsen la participación en salud comunitaria. La participación en los Consejos de Salud locales y de Área se completará con la aportación del “Observatorio de Salud para Asturias” y la red “Asturias Actúa en salud”, un espacio interactivo abierto a asociaciones y entidades.
Junto a estas actuaciones hay que considerar la participación de las asociaciones de enfermos, que se deben vincular a los diversos programas preventivos, por los que promoveremos la presencia de estas asociaciones y ONG como actoras e impulsoras de actuaciones complementarias de salud tanto en el ámbito de la prevención como en la rehabilitación y reinserción social.
La cronicidad también se debe enfocar desde sus determinantes más próximos. Los Programas Clave de Atención Interdisciplinar (PCAIs) de diversas enfermedades crónicas, como diabetes, cáncer o la cardiopatía isquémica, que resulta imprescindible su actualización. Actualizaremos el Programa de Cáncer el periodo 2015-2020 para dar continuidad a la detección temprana y prevención de cáncer laboral y al abordaje multidisplinar del diagnóstico de cáncer en Asturias. En el ámbito de los programas preventivos será necesario actualizar y generalizar el programa de prevención de cáncer de cuello de útero y mantener el de cáncer de mama en las mujeres. En el periodo 2015-2016 se universalizará el Programa de detección precoz de cáncer de colon y recto.
Estos programas universales, junto a los de diagnóstico prenatal y de cribado neonatal, persiguen reducir la carga de enfermedad y la dependencia de la población, generando una ciudadanía más autónoma.
En los próximos años, será necesario concentrar los esfuerzos en:
- Detectar y reducir las desigualdades en salud. La crisis ha acentuado las desigualdades en salud. Entre ellas cobran especial relieve las que vienen determinadas por el nivel socioeconómico y educativo de la población. En estos momentos resulta necesario afrontar una Estrategia de Atención a la Infancia y la Adolescencia que prevenga las consecuencias para la salud de la pobreza infantil creciente, señaladas en la Encuesta de Salud Infantil de Asturias. La mejora de la salud reproductiva y el fomento de la educación afectiva sexual en la adolescencia y la juventud complementarán esta estrategia.
- Del mismo modo, por sus efectos universalizadores, se hace necesario definir con mayor claridad el papel del sistema educativo y la colaboración de los servicios sanitarios en el desarrollo de competencias de salud en los jóvenes. Promoveremos la actualización de la Ley 11/84 de salud escolar en base a la estrategia conjunta desarrollada entre ambos departamentos.
- Las drogas legales, como el tabaco y el alcohol, son las principales causas de mortalidad evitable en Asturias y el problema debe de tener un enfoque general basado en las condiciones sociales, ambientales y culturales donde este fenómeno ocurre, y procurar la reducción del daño, la rehabilitación y la reinserción de los enfermos, como señala la reciente Ley aprobada por unanimidad.
- Implantar el Plan de Salud Mental 2015-2020, que da continuidad al desarrollo de la atención a la salud mental desde una perspectiva comunitaria. Las cargas de discapacidad que generan los trastornos mentales suponen un reto y un compromiso de futuro para la salud de la población. El desarrollo de la salud mental comunitaria requiere finalizar la dotación de infraestructuras de carácter integral en las Áreas y afrontar el desarrollo de servicios en el campo de la salud mental infantil y en la atención socio-sanitaria a los enfermos crónicos. La atención comunitaria integral a enfermos severos incluirá todos los entornos terapéuticos contemplados en guías clínicas, incluido el asertivo comunitario.
- Coordinar y gestionar las políticas sanitarias y sociales. El envejecimiento de nuestra población y la cronicidad plantean problemas sanitarios que exceden con mucho del ámbito sanitario, afectan notablemente a la atención primaria, también de una forma notabilísima a las conductas de salud, y, en consecuencia, a las políticas de promoción de la salud y de participación. Es obligado establecer relaciones muy estrechas entre niveles asistenciales y, sobre todo, muy operativas, de estrecha coordinación y de complementariedad con el Sistema Regional de Atención a la Dependencia. Es preciso señalar, por otra parte, que la gestión corresponsable de activos de la red de dependencia podría beneficiar con una colaboración más estrecha con los servicios sanitarios. Por ello, impulsaremos el Marco de Atención Socio-sanitaria establecido entre ambas Consejerías.
- Integrar las estructuras administrativas para coordinar y gestionar las políticas de protección de la salud y defensa del consumidor. La planificación de un área administrativa de Seguridad Alimentaria y de Consumo que haga posible la integración de procesos de control de la producción vegetal, la producción animal, las industrias de trasformación y de distribución y el consumo, responde a una creciente demanda de calidad y de trazabilidad que el ciudadano exige para los alimentos que consume. Un avance, en ese sentido, ha sido el Plan Coordinado de la Cadena Alimentaria en Asturias. No obstante, la adaptación a la normativa europea y la mejor eficiencia de los recursos del Principado requieren la configuración de una ordenación administrativa para la gestión de la seguridad alimentaria el consumo eficiente, armonizado y sostenible.
- Desarrollar un Plan de Acción de Medio Ambiente y salud. Lo que comemos, lo que bebemos, el lugar donde dormimos, los materiales con que construimos nuestras casas, los vestidos que nos ponemos, las industrias que hay a nuestro alrededor, las obras que se realizan, el ambiente de nuestro trabajo, todos los elementos del ambiente en que se mueve el ser humano influyen sobre su calidad de vida y sobre su supervivencia. Poner en pie la metodología de Evaluación de impacto en Salud para analizar las consecuencias sobre la salud de las agresiones al medio ambiente es otra de las claves de actuación “aguas arriba” que exige la salud pública. Entre los sectores más vulnerables hay que destacar a los niños. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de una cuarta parte del conjunto de las enfermedades para la población general (la tercera parte en el caso de los niños) y el 23 % de la mortalidad prematura a escala mundial, se puede atribuir a factores ambientales.
- 3. Reformar el Servicio de Salud para una gestión más transparente, eficiente y sostenible.
Hemos comenzado a modificar nuestras rígidas estructuras organizativas y asistenciales con el fin de dar un mejor servicio, más adaptado a las nuevas necesidades, incorporando las nuevas tecnologías que nos permiten relanzar un Servicio Público más ágil, cooperativo, vinculado al desarrollo del conocimiento y que sea económicamente más viable. Pero, además, hemos de fijar una hoja de ruta que nos permita seguir en esa senda reformadora. Continuar con la reforma y modernización de instalaciones toma como referencia el Proyecto de Ampliación y Reforma Integral del Hospital de Cabueñes, iniciado en este pasado año, y que será un referente de futuro para una amplia área metropolitana de Asturias.
Pero también es necesario un cambio para modernizar la gestión, que evite que el sistema consuma más recursos de los que realmente precisa. Es necesario pensar en el paciente y en los resultados en términos de la salud de las personas, orientando la organización hacia la resolución los problemas de salud de los ciudadanos.
Fruto de este pensamiento, se configurará una organización en la que las decisiones clínicas y de gestión de recursos tendrán que ser coherentes y compartidas entre los centros, unidades y servicios. Establecer relaciones de coordinación con el Sistema Regional de Atención a la dependencia, promover modelos efectivos para la gestión de la enfermedad crónica, coordinar la atención primaria y la hospitalaria para garantizar la continuidad de los cuidados, el incremento de la capacidad de resolución quirúrgica al potenciar la cirugía mayor ambulatoria o desarrollar las consultas de alta resolución así como con los recursos socio sanitarios (convalecencia, paliativos) y sociales son algunos de estos retos.
La implantación del proyecto de atención a pacientes crónicos complejos y la mejora de los cuidados paliativos serán dos objetivos que nuclearán gran parte de la estrategia de cronicidad en Asturias. Estos proyectos conllevarán la implantación de protocolos y guías clínicas y la definición de circuitos asistenciales y recursos de atención en consulta, domiciliaria, en hospitales de subagudos y convalecencia y en la red hospitalaria general.
Se deberán abordar además los programas de prevención secundaria de enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer, entre otras, potenciando la atención comunitaria y el papel de la enfermería, la fisioterapia y el trabajo social.
Esta nueva organización en red de apoyo e intercambio mutuo es también la que puede incrementar la ya de por sí alta competencia de nuestros profesionales, porque hoy sabemos que la calidad depende del conocimiento, pero también de la experiencia y, en consecuencia, del volumen de la patología atendida.
Por eso necesitamos el continuo intercambio de experiencia y de conocimiento en toda nuestra red asistencial. Eso permitirá que los profesionales jóvenes puedan acceder a volúmenes importantes de pacientes y adquirir determinadas competencias. Y también hará posible que los centros más pequeños dispongan de una atención especializada de calidad para abordar con garantías enfermedades poco frecuentes.
Una de las mejoras nucleares de nuestra sanidad pasa por afrontar y resolver los problemas que plantea la ordenación territorial sanitaria con criterios modernos, adaptados a las actuales circunstancias y con medios técnicos adecuados. Para desarrollar este proyecto disponemos de un gran patrimonio tecnológico que representan las infraestructuras Tics que permitirán dar soporte a través de ellas a las comunicaciones electrónicas, tanto para el trabajo profesional vinculado a la mejora del conocimiento, para su uso clínico, como para desarrollar la Telemedicina. Hoy son ya una realidad algunos de estos proyectos. Mejorar la gestión de gasto corriente y en farmacoterapia exigirá dar continuidad a las políticas iniciadas de central de compras y uso racional del medicamento.
Gestión eficiente de los recursos humanos y materiales.
La principal fortaleza del sistema sanitario asturiano son los profesionales y la calidad de su formación. Emplearemos los máximos esfuerzos para facilitar el desarrollo profesional, realizar una gestión trasparente de los recursos humanos, que hemos de definir y desarrollar con la participación de los representantes sociales. Estos cuatro años serán esenciales para establecer un procedimiento de incorporación de nuevas especialidades sanitarias, particularmente de enfermería, y definir nuevas competencias profesionales. Al mismo tiempo, en el ámbito del desarrollo de la gestión clínica, es necesario introducir criterios de motivación y compromiso profesional que permitan el fomento y el reconocimiento de las mejores prácticas.
La potenciación de la compra centralizada y el desarrollo de acuerdos-marco para la compra común con otros ámbitos de los servicios sociales, el fortalecimiento de las políticas de uso racional del medicamento y de la CURM y el mantenimiento de los Convenios Singulares de Jove, Cruz Roja, Hospital de Áviles y Fundacion Adaro, son otras medidas que permitirán seguir ganando en eficiencia.
Generalizar la gestión clínica como modelo participativo y eficiente.
Durante demasiado tiempo, la atención a los enfermos crónicos se ha prestado de forma compartimentada, a menudo con diferencias importantes entre los planes de atención de hospitales, dispensarios y profesionales de la salud diferentes para un mismo paciente. Solo una cooperación eficaz permitirá superar este escollo y mejorar los resultados del sistema de salud, sobre todo en la prevención de las enfermedades. En consecuencia, es preciso habilitar un nuevo sistema de atención que adecue el seguimiento clínico y los cuidados continuados de enfermería a las necesidades que plantea la continuidad asistencial y la multidisciplinariedad que exigen los enfermos crónicos. El modelo de gestión clínica debe alcanzar a todos los centros de salud, con el objetivo de mejorar la efectividad y reducir la variabilidad a través de contratos de gestión y de la implantación de políticas y programas basados en la calidad, la seguridad de los pacientes y la acreditación de las mejores prácticas clínicas.
Un sistema de esta naturaleza se hace posible y efectivo en el marco de la promoción y la generalización del modelo de gestión clínica, dando participación a los profesionales en la organización más autónoma de su trabajo. En este mismo marco cobrará relieve especialmente la definición y organización de las competencias de enfermería, para consolidar la atención continuada, particularmente a nivel comunitario. La introducción de las nuevas especialidades en formación es una oportunidad para impulsar el cambio.
Contener las demoras mediante mecanismos normativos.
Las demoras de atención ya sean listas de espera quirúrgica o de consulta son un indicador del buen o mal funcionamiento del sistema. Es preciso señalar que las listas de espera son inherentes a los servicios públicos de salud, pero el control de demoras debe responder a prioridades por gravedad y a tiempos razonables. En lo que respecta al Servicio de Salud del Principado hay que destacar que las listas de espera y demoras actuales, sin mostrar plena satisfacción, resisten cualquier comparación que se quiera hacer con el resto del Estado. No obstante, nos planteamos establecer normativamente tiempos máximos de demora para aquellos procesos y condiciones clínicas que lo requieran.
Profesionalizar la gestión sanitaria. La sanidad es un ámbito que requiere básicamente de criterios técnicos a la hora de planificar la ordenación de los servicios asistenciales, sin perjuicio de su ulterior aprobación política. Los criterios estrictamente político-sanitarios deben quedar referidos a los grandes alineamientos del sistema: su carácter universal y gratuito, los posibles o indeseables copagos, el catálogo de prestaciones, la definición de las fórmulas de organización, la aprobación de los presupuestos etc., esos son los grandes problemas políticos. Pero una vez decidido el modelo, la organización debe impregnarse al máximo de criterios técnico-sanitarios, limitándose en este terreno la responsabilidad de los políticos a ponerse de acuerdo en quiénes deben ser y cómo deben de ser seleccionados los gestores técnicos, y también en cuál es la fórmula de administración y de gestión que habilita llevar adelante los criterios políticos previamente establecidos. Por eso es necesario establecer mecanismos para crear o para tener disponible una “cantera” de gestores competentes que asegure el frecuente recambio de estos puestos directivos…a través de una bolsa transparente de aspirantes y un proceso de selección basado en la capacidad y en la igualdad.
Articular en Asturias un campus de ciencias de la salud es un objetivo que persigue desarrollar una nueva economía basada en el conocimiento, la innovación y el desarrollo tecnológico. Una necesidad de generar sinergias con los efectivos disponibles en el sector universitario, la empresa y el sector sanitario, que pudiera aglutinar una parte muy sustantiva de nuestras posibilidades para desarrollar una nueva economía, donde la innovación y el desarrollo tecnológico pueden contribuir a alcanzar ese nuevo reto, generador de un nuevo capital productivo y un nuevo polo de desarrollo económico regional basado en el conocimiento.
- 4. Aprovechar el sistema sanitario como elemento tractor de la innovación y la actividad económica en Asturias.
La industria sanitaria tiene un elevado potencial para contribuir al cambio de modelo productivo en nuestra región. Además de un servicio esencial, el sistema sanitario impulsa la actividad económica en sectores tradicionales, como las manufacturas, la construcción, los servicios o la hostelería, pero también en nuevas áreas de conocimiento como la biotecnología, la bioinformática o la biomedicina y otras tecnologías relacionadas. Y ahí es donde queremos que esté Asturias. Debemos aprovechar los avances y las inversiones realizadas para incorporar a nuestro modelo de desarrollo estos nuevos conocimientos.
El binomio FINBA-HUCA debe ser una de esas infraestructuras emergentes que, unidas al capital humano y a su capacidad de innovación, convierta su actividad en un polo de atracción de talento e inversión de un nuevo tejido empresarial. Este nuevo concepto, asentado en las regiones más desarrolladas del planeta, es una plataforma privilegiada sobre la que consolidar iniciativas generadoras de empleo de alta cualificación.
El nuevo HUCA debe servir de factoría para el desarrollo de modelos de colaboración y desarrollo del conocimiento con la industria más avanzada que impulsen el desarrollo de productos innovadores. La formación en Biomedicina y Salud de la Universidad de Oviedo es una de las más prestigiosas de España y acoge múltiples investigaciones relacionadas con la biotecnología, especialmente en el seno del Instituto Universitario de Biotecnología y el Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias.
Debemos, por tanto, impulsar el Clúster de Biomedicina y Salud, el cual podría aglutinar a más de 70 grupos de investigación que trabajan en temas como el cáncer, la medicina regenerativa, el empleo de células madre o el envejecimiento, así como toda la red pública y privada del Principado, incluyendo algunos elementos tractores ya mencionados como el nuevo HUCA u otros catalizadores, apoyados en el despliegue del nuevo Centro de Investigación Biomédica (FINBA).
Igualmente, es necesario fomentar las alianzas con otras organizaciones como el IMOMA, la Fundación de Investigación Oftalmológica, así como centros tecnológicos del CSIC (CINN, IPLA, INCAR) o fundaciones públicas del sector de la innovación tecnológica (ITMA-PRODINTEC) para favorecer la transferencia tecnológica y el conocimiento.
Cambios normativos y organizativos
La innovación tecnológica, la mejora de las comunicaciones regionales, la mayor dotación de medios y los revolucionarios cambios en las tecnologías de la información y la comunicación hacen imprescindible abordar una reforma en profundidad de la organización sanitaria y de la articulación territorial del servicio público. La reforma del Mapa Sanitario Regional, planteada en la actual legislatura, no fue posible debido a la falta de apoyo parlamentario. Tampoco pudieron abordarse, por ese motivo, otros cambios en la mejora de la eficiencia del sistema sanitario. Sin embargo, resulta necesario adaptar el funcionamiento actual a parámetros de gestión más eficientes y mayor calidad.
Proponemos desarrollar una Ley de Salud y Ordenación de los Recursos Sanitarios, con una nueva visión de los equipamientos y de gestión en red de los Servicios Sanitarios para abordar la modernización de la actual estructura administrativa y de gestión de los servicios sanitarios, adecuando el Mapa Sanitario de Asturias a un número de Áreas Sanitarias acorde a los actuales instrumentos de gestión. No existe ninguna razón que justifique la configuración actual del mapa, una vez que han cambiado, y radicalmente, los sistemas de comunicación y transporte, los de transmisión tecnológica de imágenes y datos y también la cultura organizativa que hizo necesaria en otro tiempo su actual configuración y régimen organizativo, cuando hoy es factible que sean prestados cooperativamente con otros centros, para mejorar la calidad y el acceso.
Resulta imprescindible, a este respecto, promover una gestión más flexible de los recursos tecnológicos y humanos que haga posible una mejora en el acceso en términos de calidad al servicio sea cual sea la residencia del ciudadano. Generar un funcionamiento de los Hospitales “en red”, compartir conocimientos y técnicas aportará al ciudadano mejor servicio y a los profesionales nuevas oportunidades de desarrollo profesional.
Dotar a la red de Atención Primaria de mayor capacidad de resolución, más autonomía en su funcionamiento y competencia para definir la organización del trabajo a nivel local es una necesidad urgida por la cronicidad y el envejecimiento. La jerarquización del trabajo profesional mediante la figura de director o de jefe de servicio, junto a la incorporación del programa de gestión clínica al área correspondiente, abrirá nuevas herramientas para la planificación y la organización de la asistencia a los ciudadanos más horizontal y colaborativa.
A este respecto, también resulta imprescindible ampliar la capacidad de trabajo intersectorial y la implicación de los municipios en las tareas de promoción de la salud, modificación de los comportamientos insalubres y generación de hábitos saludables. Abrir los espacios de participación para organizar con proximidad al ciudadano Sistemas de Gobernanza Local que permitan compartir objetivos de salud a nivel local es hoy día una necesidad planteada en la Estrategia de Cronicidad para Asturias.
Por estas razones también es preciso modificar y actualizar la Ley 11/1984 de Salud Escolar, dando un mayor empuje a la educación para la salud y a la protección de la salud en los centros educativos y estableciendo organismos de cooperación para garantizar la adquisición de competencias y valores saludables.
El desarrollo del sistema sanitario pasa por una mayor agilidad en su capacidad de respuesta a las demandas ciudadanas, aumentando su transparencia. La plena actuación de los recién creados Servicios de Atención al Ciudadano han de permitir mejorar la gestión de la demanda apoyándose en una norma reguladora de las demoras, la gestión de las esperas y garantía de tiempos de realización asistencial al mismo tiempo que han de mejorar la información y la capacidad de respuesta ante las demandas de los ciudadanos.