La subasta de medicamentos como medida para controlar el gasto en farmacia en Extremadura no está por el momento en la mente del consejero de Sanidad y Políticas Sociales de esta comunidad autónoma José María Vergeles, quien plantea otras acciones que hagan sostenible el sistema sanitario público en una región que, por sus características demográficas, probablemente es una de las comunidades autónomas con variables de gasto en farmacia más elevadas.
Vergeles descarta inicialmente ir a subasta de medicamentos, entre otras cosas porque entiende que “el problema que podemos generar con el ahorro lo podemos superar con la falta de seguridad en el margen legal”. Por ello, insiste en que sólo utilizará este mecanismo si no funciona ninguna de las otras herramientas dirigidas a reducir el gasto farmacéutico y los recursos siguen siendo limitados” o en caso de que se trate de una “subasta en un concurso que saque el Sistema Nacional de Salud con unas garantías de calidad”.
Para el titular extremeño de Sanidad, la prestación farmacéutica es un tema fundamental que tiene que “ocupar y preocupar” tanto al sector como a los responsables políticos porque es una cuestión clave para la sostenibilidad del sistema sanitario público, más aún si queremos mantener este sistema como hoy lo conocemos y con sus principios, argumentó en el Encuentro de Expertos convocado por Diariofarma en Mérida con otros representantes del sector.
En su intervención en este encuentro, Vergeles reiteró, como ya hizo en una entrevista con este medio, que la inversión en fármacos “puede dar al traste con la sostenibildad del sistema si no se aborda de forma pactada entre las partes”.
Entre 2003 y 2015 Extremadura ha presentado un incremento del número de recetas per cápita del 31,69%, siendo junto a Canarias y Galicia donde más ha crecido, como recoge el informe elaborado por Diariofarma con motivo de este encuentro en Extremadura.
Igualmente, en gasto per cápita Extremadura también se sitúa entre las comunidades con mayor crecimiento, con una subida del 18,65%. Por su parte, en gasto medio por receta, a pesar de que en 2015 registró una caída del 9,84% comparada con el año 2003, es también de las regiones con menor reducción.
En este contexto, los responsables sanitarios de la región ya han anunciado su intención de poner en marcha medidas para llevar ese gasto farmacéutico, tanto de hospital como de receta, a cifras próximas al gasto medio nacional.
Aumentar los recursos
El encuentro que en la capital extremeña contó con la participación del director del Área Económica de la Gerencia de Área de Salud de Badajoz, Juan Bautista López, quien incidió en la la decisión de la consejería de aumentar la contratación administrativa mediante concursos públicos para las compras de medicamentos hospitalarios que en el año 2015 y anteriores ha sido prácticamente nula.
Se sacarán concursos “con objetivos diferentes para, entre otras cuestiones, poder compartir los riesgos de que un medicamento no funcione”. López reconoce que “no es fácil” poner establecer el pago por resultados como criterio de adjudicación pero “se trabajará en ello”.
También participaron como ponentes del debate el presidente del Consejo Extremeño de Colegios de Farmacéuticos, Cecilio Venegas; el presidente del Consejo de Colegios de Médicos de Extremadura, Pedro Hidalgo; y el director de Relaciones Institucionales y Comunicación de la farmacéutica Teva, Rafael Borrás, que valoraron las propuestas de la consejería y realizaron sus aportaciones a las medidas planteadas.
Un “gasto transparente”
Desde el sector de los farmacéuticos se defendió el “mal llamado” gasto farmacéutico, en palabras de Cecilio Venegas, como un “gasto transparente”, del que se realiza un seguimiento mes a mes desde hace años, una idea en la que coincide el consejero destacando además que los datos de farmacia son totalmente accesibles.
Por su parte, el representante de los profesionales médicos apuntó que su papel como prescriptores puede desvirtuarse cuando se habla del gasto por receta. En este sentido, Pedro Hidalgo critica que no se ofrezca el mismo nivel de detalle del gasto en farmacia hospitalaria.
En este sentido, Vergeles considera que se ha desarrollado un sistema “muy potente” para conocer la evolución del gasto farmacéutico a través de receta pero se ha invertido “muy poco” en analizar qué ocurre en el ámbito de la farmacia hospitalaria, a pesar de que la industria va “en dirección contraria, desestructurando las redes de venta en atención primaria y consolidarlas en hospital”.
Y a ello se suma, según el consejero extremeño, las dificultades para introducir la medicina individualizada en el sistema nacional de salud por los costes que supone. “La única forma que tenemos de adaptarnos al escenario presupuestario que tenemos es una fórmula de contratación que, incluyendo las cláusulas sociales, nos permita pactar con la industria cómo se va a incorporar esa innovación”, explicó el consejero, para añadir a continuación que “la industria también tiene que entender que la política obstruccionista por los biosimilares tiene que acabarse; si no, es difícil que podamos incorporar las innovaciones al ritmo que se van produciendo”.
Vergeles vaticina que en el futuro próximo la carga del gasto farmacéutico no estará precisamente en el gasto por receta sino en las innovaciones que se querrán incorporar fundamentalmente a la farmacia hospitalaria
Riesgo compartido
Las cláusulas sociales que plantea pasan por potenciar el Sistema Nacional de Salud y todos sus centros como elemento dinamizador de la economía potenciando la utilización de los dispositivos con los que cuenta para la investigación. “El sistema de salud tiene que ser más competitivo y agilizar los trámites para la incorporación de la investigación, y estamos dispuestos a hacerlo” ha apostillado abogando asimismo por el “riesgo compartido”.
Sobre esta propuesta de compartir riesgos se pronunció el representante de Teva en el debate para decir que se está empezando a hacer en algunas comunidades con algunos productos. Para la industria es una medida factible, si bien Rafael Borrás apuntaba que para ello hay que pactar los indicadores oportunos para proceder al pago proporcional al éxito en cada uno de los casos.
Juan Bautista López indicó al respecto que las empresas ya están presentando ofertas en las que se comprometen a compensar a la administración si su medicación no funciona”. Sin embargo, es “difícil de incluir” estas cláusulas y los indicadores de las mismas ajustándose a la Ley de Contratos, que no recoge las especificidades de los medicamentos al servir "tanto para contratar un puente que para un medicamento"
Al hilo de este asunto, Vergeles señaló los problemas legales que, fundamentalmente derivados de dicha norma, surgieron para plantear la central de compras, que a su juicio “es en realidad una compra consorciada”. En consecuencia, “hubo que tener un armazón legal para poder introducir esa fórmula de contratación a través de una adscripción a esa compra vía convenio entre el consejero y el ministro correspondiente”. Pero según el consejero, la central de compras “no ha ido incorporando todo lo que podía haber incorporado” y en el ámbito de las CCAA considera que éstas deberían haber incidido más en el catálogo único, para lo que había que poner de acuerdo al sector profesional”.
La Consejería de Sanidad extremeña se plantea también poner en marcha un programa de equivalentes terapéuticos en Atención Primaria a lo largo de este año junto a una evaluación sobre la que se quiere tratar fundamentalmente con los prescriptores. Se trata de “una ayuda dentro de guías” para que “cuando saquemos los criterios para conocer cuál el perfil de prescripción no se pueda decir que están desactualizados con respecto a la evidencia científica”. Esto no tiene nada que ver con las convocatorias de Alternativas Terapéuticas Equivalentes (ATEs) que se realizan en Andalucía, que es un programa que ha evaluado Vergeles pero que descarta por el momento porque apuesta por otras medidas.
Lenta introducción de los genéricos
Durante el debate también se puso sobre la mesa el lento crecimiento de los medicamentos genéricos en Extremadura, cuya cuota de mercado es del 33,9% sobre el total de unidades los medicamentos dispensados en la región, un porcentaje lejano de la media nacional del 39,6%. En cuanto al valor, suponen el 15,3% del total, bastante por debajo de la media española que se sitúa en el 20,2%.
Borrás apuntó que la industria farmacéutica tiene que estar motivada para innovar pero el genérico no tiene mecanismos suficientes para crecer en unas circunstancias en las que un medicamento que pierde la patente puede seguir teniendo una cuota de mercado importante bajando inmediatamente el precio a los niveles del genérico.
En este sentido, consciente de que las medidas para promover una mayor penetración de los genéricos corresponden a decisiones de ámbito nacional, el representante de Teva pide que las CCAA hagan pedagogía para que vean que también el genérico ha apoyado a esa sostenibilidad y a esa bajada de precios ya que el medicamento original “no baja su precio ni uno ni dos días antes de la salida del genérico, sino el mismo día”.
Para terminar, el presidente del Consejo de Colegios de Médicos de Extremadura remarcó que los beneficios en salud son los que tienen que marcar el coste y la eficiencia en materia de prestación farmacéutica. Lamenta que se haya pasado de buscar la excelencia a hablar de sostenibilidad de un sistema en el que la incorporación de novedades tiene que traducirse en resultados en salud, nuevas técnicas y aparatos a lo que tienen derecho los pacientes.
Por su parte, el presidente del Consejo Extremeño de Colegios de Farmacéuticos matizó que el medicamento es el instrumento de salud, pero el agente son los profesionales, y abogó por que todas las partes traten de “hacer lo más equitativo y social posible” ese instrumento. En su opinión en el debate del medicamento “se ha hipertrofiado la atención especializada mientras que se ha minimizado la atención primaria, motivo por el que insiste en “buscar un equilibrio”.
Los representantes de los colectivos médico y farmacéutico coincidieron en reclamar “cordura en los visados, los diagnósticos y los usos”. De no ser así, “el problema que han dejado de ser las farmacias, lo serán los hospitales”, apuntó Venegas.