Política

“Estamos dando muchas vueltas a la firma del acuerdo de Farmaindustria”

Entrevista al director general de Coordinación de la Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid, Cesar Pascual, en la que ofrece una visión integral de lo que está sucediendo en el sistema sanitario y sus posibles soluciones.
César Pascual, director de Coordinación de la Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

El actual director general de Coordinación de la Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid, Cesar Pascual, atesora una extensa experiencia en gestión sanitaria. Su paso por diferentes posiciones dentro de los sistemas sanitarios de Madrid y Cantabria como la dirección gerencia del Hospital Marqués de Valdecilla de Santander le ofrecen una visión integral de lo que está sucediendo en el sistema sanitario y sus posibles soluciones, tal y como explica en esta entrevista con Diariofarma.

Pregunta. Hace unos meses, en una conferencia pidió ayuda a la industria para reducir el gasto ineficiente, ¿han empezado?

Respuesta. Nosotros estamos trabajando con la industria en distintos proyectos y en diferente grado de avance. Intentamos establecer acuerdos de colaboración y proyectos para mejorar la eficiencia. El presupuesto es el que hay y si sabemos que hay áreas de ineficiencia habrá que atajarlas. La cuestión es que la industria no se centre solo en la farmacia, sino que se analicen los ahorros que se pueden obtener en otras áreas, por ejemplo en altas precoces, u otros ahorros.

P. Pero la administración, o el caso de Madrid, ¿estaría preparada para abordar esos proyectos de forma integral más allá de los departamentos estancos?

R. Sí, los proyectos que estamos avanzando van por ahí.

P. La industria también pedía de la administración una figura que tuviera esa visión global...

R. Sí, en Madrid tenemos ventaja en eso ya que mi dirección general tiene la atención primaria, hospitales, urgencias y farmacia, lo que nos da una visión más global.

P. ¿Entonces están saltando las rigideces de la administración y haciendo posible eso que no lo fue con el lanzamiento de los nACOS cuando se dijo que se cerrarían unidades de Sintrom, algo que no sucedió?

R. Sí, bueno, pero en ese caso, nosotros estamos trabajando con nACOS no para reducir el Sintrom, sino las heparinas de bajo peso molecular. Pero eso sobre el papel está bonito pero hay que cambiar los comportamientos de los médicos que se encuentran cómodos con su uso y les funciona bien. Por las consultas que hemos hecho muchos médicos pasarían más fácil de las heparinas a un anti vitamina K, lo que generaría eficiencia.

P. ¿Dentro de esta colaboración con la industria estarían acuerdos de riesgo compartido?

R. Muchos de los nuevos medicamentos son muy eficaces, por lo que el riesgo para la industria es muy bajo. Lo que son es muy caros. Por ese motivo, las mejores fórmulas son techos de gasto. Pero no son mecanismos fáciles, especialmente si se firman a nivel central porque se ponen condiciones de cumplimiento a dos niveles… Esperamos que con la transposición de la Directiva de Contratación, nos mejore la actual ley y dé alternativas de colaboración y permita métodos que ahora no podemos. La transposición de esa directiva nos puede abrir puertas interesantes

P. ¿Es la contratación uno de los hándicaps principales que tiene la administración a la hora de comprar medicamentos innovadores?

R. En este momento sí. Raramente los fármacos entran en compra pública innovadora, tienen exclusividad y es muy difícil, por lo que todavía es muy limitante la ley. Por ello, la transposición de la directiva abre fórmulas distintas a explorar

P. ¿Por ejemplo?

R. Establece una especie de contratos de colaboración que van más allá de la compra de un fármaco. El resultado lo vinculas a la prestación de un servicio que incluye un fármaco. Con la nueva legislación será posible

P. ¿Y no cree que en estos años de crisis se podría haber avanzado en estos cambios legales?

R. Sí, se debería haber avanzado ya que la directiva tiene ya unos cuantos años

P. De cara al futuro y para adaptarse a la nueva situación, quien tiene que cambiar más de mentalidad, la administración o la industria.

R. Los dos. La industria, aunque gran parte de ella ha cambiado de mentalidad, la entrada de fondos de capital riesgo y la búsqueda de retornos acelerados, creo que es un riesgo para las grandes multinacionales, que se van a ver afectadas por la medicina personalizada. Cambia el modelo de negocio. La industria tiene que cambiar, pero la administración también. Hay que dejar de ver a la industria como un mero proveedor. No voy a decir como un socio, porque por definición la administración no puede tener socios, pero sí que hay que buscar acercamiento es este tipo de contratos en los que se comparte riesgos o se presta servicios.

P. ¿Cómo valora en líneas generales el plan de Hepatitis C?

R. Bien. Nosotros vamos cumpliendo lo que teníamos establecido, que eran 18.000 pacientes. Este año quedarían 6.000 y 2.000 el año que viene. Los casos más graves ya están tratados, aunque se continúan diagnosticando. Actualmente estamos trabajando en el libro blanco que definirá como trabajar de aquí en adelante

P. Según los datos del Ministerio de Hacienda Madrid ha destinado a hepatitis unos 241 millones …

R. Sí, de coste inicial. Luego se quedarán en un poco menos de 200.

P. ¿Aún no se han hecho los abonos por superar los techos de gasto?

R. Algunos de ellos sí, pero otros no. Hay que superar el tramo autonómico, pero también el nacional. De este modo, actualmente no se puede decir el coste final. Solo se podrá saber cuando se alcancen todos los techos

P. Últimamente también ha dicho que los precios se están ajustando a lo que se puede pagar...

R. Es algo que se ve en la política de precios. Creo que las cosas tienen un valor. Europa, Norteamérica, Australia, Nueva Zelanda y Japón, no pueden soportar ellos solos la amortización de la innovación, y es lo que está pasando. En el caso de la hepatitis es muy claro. Unos países lo pagan a veintitantos mil euros y Egipto a 900. Esta política de precios creo que no puede seguir, por ello Europa está tomando cartas en el asunto. Lo que va a hacer es tratar de establecer un marco europeo de negociación de precios. Hay alguna iniciativa en la Unión Europea en este sentido, constituyendo un monopsonio que al mercado no le va a gustar mucho.

P. Pero se refiere a la propuesta que está moviendo el PSOE o a otra de la Comisión Europea

R. La propia Comisión tiene la intención de establecer una política común de precio, sin afinar tanto como la propuesta que tiene Fernando Lamata, con un mecanismo fiscalizador de precio, pero que no va a salir, al menos a corto plazo. Tampoco está tan falta de lógica al igual que hay una política monetaria común y un Banco Central Europeo

P. ¿Lo ve como la opción para la incorporación de la innovación en el futuro…?

R. Yo creo que es una opción. Cuando se juega con volumen, no es lo mismo España que Europa. A la industria se le reduce incertidumbre y eso es muy importante y más en tiempo de crisis. Creo que eso lo aceptaría la industria, ya ajustaría sus márgenes para obtener el retorno.

P. El próximo gobierno tendrá que acometer medidas para reducir el déficit en casi 8.000 millones. ¿Se puede hacer sin tocar la sanidad?

R. Bueno aún hay que ver la cifra exacta ni las condiciones, pero mi opinión es que no sería posible hacer lo sin que haya algún tipo de afectación de los presupuestos sanitarios ya que suponen el 40% de los presupuestos.

P. Sí, es el 40% de las comunidades, pero el 13% del gasto público total…

P. Pero las que van a tener que recortar son las comunidades. Hay gasto fijo que no puedes tocar, como las pensiones u otros gastos fijos, por lo que al final el margen se reduce. Otra cosa es que se tenga que hacer con mejoras de eficiencia o que haya que plantearse directamente cartera de servicios

P. ¿La eficiencia ya está conseguida…?

R. No. Yo creo que aún queda margen. No hemos hecho reformas estructurales que hay que realizar. Reformas que no afectan a la cartera pero si a lo organizativo.

P. Lo mismo que antes, en la época de crisis se ha perdido la oportunidad de hacerlo…

R. Sí, es cuando más sencillo era hacerlo. Hicimos lo fácil. Bajada de salarios, quitar paga extra, vacaciones, pero no se acometió ninguna reforma estructural, definir el rol de cada hospital, servicios duplicados, etc. Todo eso habrá que reordenarlo ahora.

P. También hay compromiso de control del gasto farmacéutico y la vinculación al acuerdo con Farmaindustria. Algunas comunidades lo han criticado, ¿no está claro?

R. Deben tenerlo claro casi todas porque lo han firmado. Madrid no lo tiene claro. Lo estamos estudiando y le estamos dando muchas vueltas. Es un acuerdo muy complejo que deja fuera muchos sectores y hay que estudiarlo bien. No tenemos nada a priori en contra, pero hay que estudiarlo bien. Nosotros no tenemos la urgencia de recurrir al FLA y podemos estudiarlo bien y hacer proyecciones.

P. El consejero extremeño, José María Vergeles, ha sido muy crítico y habla de condiciones leoninas.

R. Yo a tanto no me atrevería. Él es muy crítico porque ha tenido que asumir el FLA.

P. Pasando a otro tema. ¿Qué estrategia va a seguir Madrid con los biosimilares?

R. El biosimilar no va a ahorrar tanto como el genérico, no hay tanta diferencia de precios, pero es cierto que van a caducar muchas patentes y va a haber muchos biosimilares. Nosotros vamos a apoyar su introducción en consenso con los clínicos porque aportan y abaratan el tratamiento con seguridad y eficiencia, sobre todo en los casos nuevos, no de sustitución.

P. Actualmente está en marcha un Acuerdo Marco de infliximab con lote único…

R. No es un acuerdo de exclusividad. Puede haber varios proveedores que accedan y luego se establecen los acuerdos para cada hospital. Veremos las ofertas de cada compañía

P. Pero luego habrá exclusividad en cada hospital

R. Sí, lo mismo que ahora. Pero lo que no vamos a hacer es dejar fuera es a proveedores.

P. Pero ahí sí que se cambiaría tratamiento

R. La idea inicial no es esa. Sería solo para los nuevos tratamientos salvo que el clínico lo decida. No hay política de sustitución sino de introducción de los biosimilares.

P. ¿Cómo van a abordar la prestación farmacéutica en las residencias de menos de 100 camas, cómo afectará a las oficinas de farmacia?

R. Eso lo iremos viendo en el acuerdo con el Colegio de Farmacéuticos. Hay que compaginar dos intereses legítimos. El de las farmacias, que lo entiendo, y el nuestro, que si tenemos que ahorrar equis millones de euros, de alguna parte tendrá que salir. Habrá que tratar de conciliar los dos intereses y que nadie salga perjudicado en la medida de lo posible. Pero la decisión final habrá que tomarla y creemos que el marco del convenio nos permite el diálogo para encontrar la postura que más satisfaga a todo el mundo.

P. ¿Qué papel cree que puede jugar la farmacia comunitaria en la dispensación de los DH?

R. El papel del futuro tiene que ser coordinado. Los DH no van a volver totalmente a las farmacias comunitarias pero tampoco se van a quedar todos en los hospitales. Los de alto impacto económico y condiciones especiales de tratamiento se quedarán, pero cada vez que haya fármacos de manejo más fácil o pérdida de patente podrán volver. Algunos bajo protocolo y otros sin él. También se quedarán en el hospital aquellos en los que el consenso técnico no sea total.

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