Está a punto de finalizar la legislatura en el País Vasco y su consejero de Sanidad, Jon Darpón, ha aprovechado para hacer balance de lo conseguido hasta el momento en un acto organizado con Abbott. Tras el mismo, ha concedido a Diariofarma una entrevista para analizar otros asuntos.
Pregunta. ¿Cómo valora la Ley 40/2015, de Régimen Jurídico del Sector Público, que podría hacer vinculantes las decisiones del Consejo Interterritorial? ¿Está de acuerdo con esa interpretación?
Respuesta. Hemos hecho el análisis de esa ley y entendemos que se refiere a Comisiones Sectoriales, que no se habla del Consejo Interterritorial, que tiene funciones definidas en la legislación vigente. Por otro lado, el Estatuto de Autonomía, que es una Ley Orgánica y una ley vasca señala que las competencias de sanidad interior corresponden al Gobierno vasco, por lo que exigiríamos su cumplimiento y aplicación.
P. No cree que vaya a cambiar nada…
R. Entendemos que no. Y si fuera el caso, defenderíamos nuestras competencias. Estamos convencidos de que se debe flexibilizar el Consejo Interterritorial y que no debe funcionar como órgano político para encuentros y desencuentros del Partido Popular y el Partido Socialista en función de quien esté en el Gobierno y quien en más comunidades autónomas, pero entendemos que es buena la descentralización.
P. ¿Pero cree que sería necesaria una mayor coordinación entre las comunidades autónomas?
R. La salud no entiende de fronteras geográficas. La coordinación en los aspectos que afectan a los ciudadanos es indispensable tanto con el resto de comunidades autónomas como en el conjunto de Europa. Pero el Consejo Interterritorial no debe servir para hacernos tragar decisiones previamente tomadas o para luchas políticas entre PP y PSOE, eso no es operativo. El CISNS tomó una decisión sobre el Real Decreto de prescripción de enfermería, el Gobierno lo cambió 48 horas antes de aprobarlo en Consejo de Ministros, tardó meses en publicarlo en el BOE y lo hizo un día después de las elecciones generales. Ese no es un comportamiento lógico ni leal ni facilita la colaboración entre las comunidades y el Ministerio
P. ¿Hay que avanzar hacia un acuerdo de lealtad y un Pacto de Estado de la Sanidad?
R. Nunca hemos estado en contra de colaborar, pero el funcionamiento del Interterritorial en la última legislatura tanto con Ana Mato como con Alfonso Alonso, no se ha buscado precisamente facilitar la armonía y el buen funcionamiento del Consejo. Han sido muchas: copago farmacéutico, atención a inmigrantes, intento de aplicación de copago en otras prestaciones como ortoprótesis y transporte sanitario… la gestión del Ébola, la gestión de la hepatitis C, la prescripción enfermera…
P. Da la sensación de que no se ha pactado nada…
R. Es cierto. Se ha pactado muy poco. Con la mayoría parlamentaria del Gobierno de Rajoy se ha pactado muy poco. En salud y en lo que respecta al País Vasco, casi nada.
P. ¿Ha habido un exceso de lupa por parte del Gobierno en las medidas que ha puesto el País Vasco?
R. A partir de la publicación del Real Decreto-ley 16/2012, se recurrió el incremento del copago, el modelo de universalización dela atención sanitaria, las dos ofertas públicas de empleo convocadas, en las que hemos tenido que cumplir requerimientos de número de plazas por categoría en función de la tasa de reposición, que se ha ido modificando del 10% al 50% y luego al 100% y poniendo las mismas tasas para todas las comunidades y ámbitos. En nuestro caso, en Osakidetza la media de edad es de 53-54 años y además tenemos un modelo de financiación diferente en el que asumimos nuestra responsabilidad.
P. En cuanto a la hepatitis C, durante algún tiempo se ha dicho que el País Vasco ha ido más lento… ¿Es cierto?
R. Nosotros fuimos discrepantes con lo que se tardó en autorizar los nuevos antivirales. Creemos que eso generó un problema que luego se trató de corregir corriendo. Cuando se planteó la estrategia nosotros participamos y en el grupo de expertos liderado por el Dr. Rodés estaba Daniel Zulaika, que es el coordinador de la estrategia en el País Vasco. Nuestra estrategia estaba alineada con la planteada por el Ministerio y que fue aprobada por el Consejo Interterritorial. La única diferencia con otras comunidades es que nosotros asumimos el tratamiento de los pacientes en F4, F3 y F2 y los acuerdos con la industria farmacéutica. La estrategia estaba planteada para tres años y, como hacemos con cualquier enfermedad, iniciamos el tratamiento de forma paulatina en función del grado de fibrosis. Eso no quiere decir que no se haya tratado a ningún F1 o F0, ya que eso queda a criterio del médico. Nosotros hemos tratado 2.700 pacientes, cuando el censo inicial era inferior a 2.500
P. Entonces la estrategia que están siguiendo es a tres años?
R. No, nosotros llevamos año y medio y en ese tiempo hemos cubierto el 100%. Además, han aparecido nuevos pacientes que no estaban diagnosticados. Hicimos una previsión de gasto de 25 millones en 2015 y para 2016 unos 27 millones. Somos la única comunidad que trata la hepatitis C en los hospitales comarcales y no solo en los universitarios.
P. Ha comentado que el 50% del incremento del gasto sanitario se produce por la innovación. ¿Cómo se puede conciliar la innovación con la sostenibilidad?
R. Hay estudios que establecen que el envejecimiento puede incidir en el incremento de gasto entre el 10 y el 15%, mientras que la tecnología impacta hasta un 50%. Hay que hacer compatible el acceso con la sostenibilidad. Antes de financiar algo tiene que haber una evaluación independiente y rigurosa de que va a mejorar los resultados en la práctica clínica y tener claro a qué sustituye.
P. ¿Cree que esto se tiene que determinar desde el ámbito regional o nacional? ¿O considera que se debe dar un salto para que sea a nivel europeo?
R. Estamos convencidos de que en Europa habrá mayor armonización en este ámbito. No estamos en contra de que haya una agencia de evaluación de ámbito estatal o comunitario. Estamos a favor de que sea independiente, de que las personas que estén sean expertos, que podamos participar desde el País Vasco y que no se sigan criterios políticos. Pondría el ejemplo del calendario vacunal, que se ha movido mucho en la pasada legislatura con medidas forzadas por decisiones políticas o presiones de lobbies. De hecho, se ha decidido blanco, negro y gris.
P. ¿Les preocupa la evolución del gasto en medicamentos?
R. Sí, ya que supone uno de cada cinco euros del presupuesto. Además, vamos hacia una medicina de precisión y personalizada. Por ello, tenemos que tener claro qué entra en el catálogo de prestaciones, qué mejoras produce, para qué pacientes y cuándo y que el coste sea asumible. El gasto farmacéutico es una preocupación en continuo, la gestión, la calidad, la adherencia y el impacto del coste se gestiona siempre. Al nuevo ministro le pediremos que colaborando con las comunidades autónomas mejore la prestación dando la mayor calidad al coste menor que podamos.
P. Ha comentado que van a incorporar un servicio de seguimiento en farmacias a pacientes de diabetes tipo 2. ¿Puede comentar algo más?
R. Nosotros defendemos el modelo de atención farmacéutica actual. La farmacia comunitaria forma parte del sistema de salud pero no forma parte de la administración. Creemos que hay que utilizar este recurso, que tiene farmacéuticos que no quieren dedicarse solo a vender medicamentos y queremos incorporarlos al sistema. Estamos trabajando con los colegios farmacéuticos porque queremos prestar una mejor atención farmacéutica con los pacientes mayores. En los últimos meses se ha trabajado un programa para mejorar la adherencia y la prestación a pacientes mayores con diabetes tipo 2 y esperamos ponerlo en marcha en el último trimestre.
P. La farmacia reclama el pago de los servicios profesionales que presta. ¿Este servicio estaría financiado?
R. No creemos que sea un elemento fundamental. Determinados programas en los que creemos que hay un valor añadido y un coste para las farmacias, si lo estamos contemplando. El principal pago a las farmacias es por la receta y eso les permite mucho margen. Hay determinadas prestaciones como la preparación de medicación que sí estamos pagando porque hay un valor añadido y un trabajo extraordinario.
P. ¿Qué nos puede decir del decreto de atención farmacéutica en centros sociosanitarios?
R. Está en fase de alegaciones. Hay muchas y estamos resolviéndolas para mejorar el decreto o para descartar algunas de ellas. El objetivo es que se apruebe este año, aunque no sea estrictamente en el plazo de la legislatura.
P. ¿Ha cambiado el texto sobre el borrador inicial?
R. La mayor parte de las alegaciones y la discusión está en dos puntos. Si se pide, además de la titulación de farmacia la especialidad de farmacia hospitalaria. Y, por otro lado, cómo convive la prestación por las oficinas de farmacia comunitaria con los servicios de farmacia. Como la administración es para las farmacias y los servicios de farmacéuticos y como los colegios de farmacéuticos lo son para los farmacéuticos comunitarios y los hospitalarios, entendemos que llegaremos a un punto de encuentro, que es lo que hemos buscado siempre.
P. ¿Entonces van a matizar la propuesta inicial?
R. Seguro que sí. No conozco ningún borrador que no haya tenido modificaciones, se mejoran con las aportaciones. La visión de los profesionales, los sindicatos y las organizaciones lo complementan. Un buen decreto, una buena ley es la que deja parcialmente insatisfecho a todos los agentes.