Terapéutica

La medicina de precisión se enfrenta a retos políticos, económicos y técnicos

Especialistas de la SEOM, la SEAP y la SEFH destacan los beneficios en materia de eficacia, seguridad y eficiencia, aunque aceptan que hace falta voluntad política para implantar la medicina de precisión de forma equitativa en todo el SNS.
Imagen de los ponentes en la jornada sobre medicina de precisión de SEOM y MSD.

La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y el laboratorio MSD han celebrado la IX edición de su seminario para periodistas en Valencia, el cual ha estado centrado en los retos y oportunidades que plantea el desarrollo y la implantación de la medicina de precisión. Entre los desafíos, los ponentes subrayaron, principalmente, la falta de voluntad política para adoptar una estrategia nacional que integre a todas las comunidades autónomas, así como el coste directo de su implantación en la práctica clínica y la necesidad de seguir avanzando, por ejemplo, en la aplicación de nuevas técnicas para la selección de los pacientes que se van a beneficiar de los nuevos tratamientos oncológicos asociados a biomarcador. En cuanto a las oportunidades, éstas se resumen en el mejor conocimiento de las enfermedades, el aumento de la eficacia y la seguridad para los pacientes, y también en una mayor eficiencia.

En lo que respecta a los retos en el ámbito político, cabe destacar la reciente publicación, por parte de SEOM, la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP) y la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), de un documento de posicionamiento en el que piden la creación de una estrategia nacional de medicina de precisión en cáncer, "de modo que se garantice la calidad técnica y la equidad en el acceso” a esta nueva forma de entender el tratamiento de las enfermedades, "respetando así los derechos de pacientes y profesionales sanitarios y preservando la solvencia del sistema nacional de salud". En este sentido, Ruth Vera, vicepresidenta de la SEOM, reconoció que el cáncer se ha escogido como "punta de lanza" de esta transformación, de la que también se pueden beneficiar los pacientes de áreas como la cardiología, la neurología o las enfermedades raras.

En cuanto al desarrollo de la medicina de precisión, José Palacios, presidente de la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP), puso como ejemplo el modelo francés, que ha supuesto la creación de 28 centros regionales de referencia para determinar biomarcadores, a los que tiene acceso toda la población afectada por cáncer. En España, explicó, "ese vacío que ha dejado la Administración ha sido ocupado por plataformas apoyadas por la industria farmacéutica". No obstante, señaló, "son bases de datos que no se agregan, con información que no se comparte, lo que impide que se saquen conclusiones". De la falta de cohesión, señaló Juan Vidal, oncólogo médico del Hospital La Fe de Valencia, se deriva "el riesgo de que los avances que se están produciendo no lleguen a todos los pacientes", en referencia a la distinta capacidad de los hospitales para acoger esta nueva forma de aplicar la medicina, en función de su tamaño y sus recursos.

En cuanto a las resistencias mostradas hasta ahora por la Administración para adoptar una estrategia nacional, Palacios hizo alusión al temor de incurrir "en una colisión de competencias con las autonomías". No obstante, Vera también explicó la falta de iniciativa del Ministerio con el largo periodo de interinidad del anterior Gobierno, por la sucesión de elecciones, aunque mostró su optimismo "por ser una necesidad a la que se ha referido la propia ministra de Sanidad y tras comprobar que los grupos parlamentarios se han unido y va a tener lugar una ponencia en el Senado para abordar este tema”.

La cuestión económica

Durante la jornada, fueron varios los ponentes que hicieron referencia a la cuestión de los costes como reto para avanzar en la implantación de la medicina de precisión en todo el SNS, aunque, en general, ninguno considera que el precio de disponer de los medios adecuados para la determinación de alteraciones genéticas y poder dirigir las terapias sea inasumible para las arcas. Más aún si se tiene en cuenta la eficiencia que se puede generar tratando sólo a los pacientes que se van a beneficiar y si se dejan de producir efectos adversos por la toma de medicamentos inadecuados. A este respecto, Rosario García Campelo, oncóloga médica del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, señaló que el avance en medicina de precisión "es una cuestión de eficacia, pero también de eficiencia, por lo que, si la Administración está preocupada por la sostenibilidad, ésta puede ser una buena solución para garantizarla". Además, hizo referencia a estudios realizados en países nórdicos "en los que se habrían conseguido ahorros significativos con la determinación del PD-L1" en cáncer de pulmón y la consiguiente aplicación de terapias inmuno-oncológicas a los pacientes con expresión elevada.

Junto a estos retos, muy vinculados entre sí, está el del propio avance de la tecnología para la selección de los pacientes. Sobre esta cuestión habló largo y tendido Palacios, que señaló como uno de los principales problemas “la escasez de tejido disponible para la determinación de los biomarcadores”. Aquí la solución pasa, explicó, por “la utilización de las nuevas técnicas de secuenciación, que ya nos permitan determinar 6-7 alteraciones, aunque la aspiración final es transitar a la secuenciación completa". También hizo referencia a la creciente aplicación de la biopsia líquida para realizar las determinaciones en el mismo plasma sanguíneo.

En su opinión, toda esta irrupción de técnicas va a requerir, por un lado, la formación de los profesionales para su gestión y la interpretación de los resultados, así como el desarrollo de equipos multidisciplinares. Y, en este sentido, hizo referencia a la creación de comités moleculares, “paneles de expertos en alteraciones moleculares que discuten los resultados de la determinación para asesorar al clínico en la toma de decisiones”. Vidal, por su parte, subrayó la emergencia de nuevos perfiles profesionales como los "bioestadísticos y los bioinformáticos", piezas clave en estos equipos.

Junto a los desafíos ya señalados, este oncólogo también se refirió al que plantea la necesidad de equilibrar la protección de los datos personales, por un lado, y de compartir la información para que las conclusiones sean útiles, por otro. Palacios también identificó como reto el garantizar la calidad de los datos obtenidos en los análisis genéticos, para lo que la SEAP ha desarrollado un sistema de validación, apuntó.

Retos, pero también oportunidades 

Vistas las complejidades para avanzar en la medicina de precisión en oncología, los participantes en la jornada de SEOM y MSD destacaron también las múltiples oportunidades que se desprenden de ella. Destacó, en ese sentido, la intervención de Ana Santaballa, jefa de Sección del Servicio de Oncología del Hospital la Fe de Valencia, quien, además de en la mejora del conocimiento de la enfermedad y las posibilidades en materia de prevención, puso el énfasis en la posibilidad de optimizar los tratamientos. Y es que una de las grandes fortalezas de este enfoque, además de su valor predictivo y su aportación al conocimiento de la patología, está en que permite "saber si debemos o no debemos tratar a un paciente con un determinado medicamento".

Según García Campelo, la diferencia de la medicina de precisión con la aplicación indiscriminada de la quimioterapia se traduce "en una duplicación de la tasa de supervivencia". Igual que dice esto, llama a tener cuidado "con crear falsas expectativas hablando a los pacientes de su posible curación", extremo al que se ha llegado en unos pocos tumores. Bernard Gaspar, presidente de la Asociación Española de Afectados por Cáncer de Pulmón (AEAPac), reconoció que, a día de hoy, "es complicado albergar esperanzas, ya que, aunque la supervivencia va aumentando, los pacientes perciben que su enfermedad no tiene curación". No obstante, Lourdes López-Bravo, directora de Investigación Clínica de MSD en España y Portugal, aseguró que es con ese objetivo con el que trabaja su compañía, con el de "convertir el cáncer en una enfermedad crónica y curable".

A pesar del camino que queda por recorrer para llegar a este punto, Ana Cristina Cercós, miembro de la SEFH, marcó una línea entre los beneficios clínicos de la medicina de precisión y los de la oleada de antitumorales que se lanzaron hasta 2013. Recientes estudios publicados en importantes revistas científicas, como el British Medical Journal, hablan de "beneficios marginales" en la mayoría de las innovaciones oncológicas aprobadas hasta esa fecha. "Con la medicina de precisión asociada a inmunoterapias estamos alcanzado datos que no son los que nos estaban ofreciendo muchos antineoplásicos. La tendencia parece indicar que en un futuro cada vez veremos menos medicamentos que aporten un valor marginal. El coste de comercialización de estos fármacos no nos permite la asunción de beneficios marginales", concluyó.

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