Política

“Al Plan de Uso Racional le falta una apuesta clara por el pago por valor”

El portavoz de Sanidad de UPN en el Parlamento de Navarra analiza la gestión del Gobierno autonómico en materia de sanidad y destaca, del Plan de Uso Racional, la ausencia de una apuesta clara por el pago de medicamentos por el valor que aportan.
Sergio Sayas, portavoz de Sanidad de UPN en el Parlamento de Navarra.

Sergio Sayas, portavoz de Sanidad de UPN en el Parlamento de Navarra, analiza para Diariofarma la gestión del Gobierno autonómico en materia de sanidad. Se queja de falta de coherencia y de una supuesta falta de un verdadero plan. En farmacia, además, aunque valora positivamente la apuesta por la compra centralizada o los biosimilares incluida en el Plan de Uso Racional, muestra su desacuerdo con el modelo que ha propuesto el Ejecutivo navarro para la prestación a centros sociosanitarios.

Pregunta. ¿Qué balance hace de la gestión sanitaria del Gobierno de Navarra?

Respuesta. Si tuviera que resumir estos tres años de gestión en una frase diría que el Gobierno de Navarra carece de modelo sanitario y que se está salvando el sistema por las políticas anteriores y por el trabajo que realizan los profesionales de la sanidad.

P. ¿Cuáles son los principales déficits de esa gestión, según ustedes?

R. Lo primero que quiero destacar es el fraude a los ciudadanos en cuanto a lo que prometieron. En campaña hablaron de sanidad pública, universal y gratuita, y el Gobierno ha gastado más en conciertos que los gobiernos anteriores. El año pasado, el gasto en conciertos sanitarios estuvo por encima de los 60 millones de euros.

P. Pero ustedes, ¿están a favor o en contra de la concertación?

R. Estamos de acuerdo con el modelo de concertación público-privada, el problema es que dijeron que ellos no iban a apostar por ese sistema, que eso era privatizar. Nos quejamos de la falta de coherencia, y también de las formas, ya que están concertando con menos garantías. Un ejemplo es que nosotros concertamos con el Hospital San Juan de Dios, con un presupuesto anual de 19 millones, el cual está caducado y no se ha renovado. No han sacado los pliegos y eso impide la libre concurrencia y supone una negligencia.

P. Otras carencias que perciben son…

R. No hay un proyecto de Atención Primaria (AP). El otro día presentaron su estrategia y de las 58 medidas, 35 ya vienen implantadas desde 2016 y 2017, e incluso de años anteriores, y 46 de ellas no tienen presupuesto. Tampoco están sabiendo resolver la falta de médicos. Tenemos una gran ausencia de pediatras, por ejemplo. Tenemos que ser más competitivos a la hora de atraer médicos y talento y actualmente lo que nos encontramos es que el Gobierno está dando más prioridad al euskera que a la trayectoria médica , a los años de experiencia. Como ejemplo diré que en la última convocatoria de oposiciones para Enfermería, en la que no regía el decreto de euskera ahora en vigor, si se hubieran aplicado los nuevos criterios supondría que una enfermera de la rivera de Navarra, donde nadie habla euskera, tendría 2,6 por tener esta lengua, y 2,5 por tener máster y doctorado. Si nos vamos a la otra zona, en la que la lengua está más extendida, podría obtener hasta 7 puntos.

P. ¿Qué soluciones plantean ustedes?

R. En el caso de la AP apostamos por dialogar con los profesionales. Hay que determinar comarcas de sanidad, consensuarlas, y decidir qué servicios se prestan a nivel comarcal y local. El caso es que ya se han perdido tres años en esto. Si no tenemos una AP de calidad, cargamos las Urgencias y listas de espera hospitalaria. Y luego, con respecto a los criterios de selección de los profesionales, la clave está en no dar tanto peso al euskera, porque podemos estar dejando marchar a profesionales que saben mucho de Medicina y además esto disuade a médicos de otras CCAA. También pensamos que flexibilizar el servicio navarro de salud, dándole más autonomía e impulsar desde ahí un cambio normativo que permita una mayor flexibilidad salarial, por ejemplo. El grado de autonomía actual puede hacer que el rango salarial sea menor y eso haga más difícil atraer a profesionales de otras CCAA. La idea es desvincularlo más de las tablas salariales. Que no se nos escape un médico porque el salario que le damos sea menor.

P. ¿Algo que destacar de la gestión sanitaria en positivo?

R. Si tuviera que resaltar algo sería el Decreto por el que se ayuda a las personas con rentas bajas a que no tengan que pagar el copago de medicamentos. El problema es que los trámites son farragosos y hace que esos ciudadanos, algunos con escasa formación y conocimiento de la Administración, pueden verse disuadidos. Pero estamos de acuerdo con la idea.

P. Ahora que estamos en pleno debate sobre la necesaria revisión del modelo de financiación autonómica. ¿Están ustedes satisfechos con el modelo navarro, más autónomo? ¿Creen que beneficia a la gestión de la sanidad?

R. Yo creo que es positivo tener autonomía, pero a la vez genera más responsabilidad. Eres responsable de lo que gastas y también de lo que recaudas. Cuando recaudas menos, dispones de menos. Otras CCAA pueden pedir fondos y nosotros no. No obstante, nosotros consideramos que ese grado de autonomía en nuestro caso es positivo.

P. ¿Están de acuerdo, entonces, con lo que su Gobierno destina a Sanidad?

R. Con respecto al gasto en sanidad, cabe señalar que el otro día el sindicato médico daba unas cifras que apuntan a una reducción de éste con respecto al PIB, pasando del 25,6% en 2017, al 25,3% en 2018. Parece que hay un camino regresivo y nosotros pensamos que hay que invertir cada vez más y mejor en sanidad. Por ejemplo, en programas de corresponsabilización del paciente, en investigación y también en recursos humanos, ya que los profesionales son las manos de nuestra sanidad.

P. Sigamos con la gestión, pero pasemos a la farmacia. El Gobierno navarro parece bastante activo en este campo, ¿no?

R. Pensamos que el Gobierno de navarra hace buenas campañas de marketing, otra cosa es que sean efectivas. Un ejemplo es el Plan de Uso Racional, que se pidió desde el Parlamento y ya se ha presentado. Cuando lo hemos analizado, hemos visto que no hay mucha innovación, son medidas en marcha que vienen de atrás.

P. Pero contiene algunos compromisos que parecen muy razonables. Por ejemplo, en el ámbito hospitalario, impulsar la compra centralizada o la prescripción de genéricos y biosimilares.

R. En lo que respecta a la centralización de las compras, estamos de acuerdo con que es una buena medida. Hemos visto que en el último año el 18% del gasto hospitalario total se iba en farmacia y desde 2008 ese gasto ha crecido 80%. Por eso pensamos que sí, que hacen falta medidas de sostenibilildad. Pero igualmente decimos que nos parece poco realista que se va a alcanzar el 85% de cara a 2019. También, en este punto, nos parece fundamental que se apueste por la transparencia y la libre concurrencia. Sobre los genéricos y los biosimilares, no dudamos de que haya que impulsarlos, pero escuchando a la industria farmacéutica y a los profesionales.

P. ¿Qué le falta al Plan de Uso Racional, según ustedes?

R. Le falta una apuesta clara por el pago de los medicamentos en función del valor que aportan, que es fundamental. Y también dudamos de que la centralización de la compra farmacéutica para la prestación sociosanitaria vaya a ser la mejor opción. Por varios motivos, porque somos la segunda CCAA con más farmacias VEC, y este modelo puede comprometer a muchas de ellas. Y, además, porque para ello se va a tener que contratar a más personal. Quizás, como solución, además de centralizar la compra se podría pedir un seguimiento personalizado a estas farmacias, ya que si no, lo que ahorremos en medicamentos lo vamos a perder en contratación de personal y subvencionar farmacias que van a dejar de ser rentables.

P. El consejero dijo en su día que la revisión del modelo viene dada por unas suspuestas irregularidades en la adquisición de medicamentos, que estaban implicando sobrecostes.

R. Eso es una cosa, y ahí estamos de acuerdo en que si hay irregularidades no se permitan. Pero eso debe quedar al margen de la elección del modelo. Lo que pedimos es que se valoren otros aspectos, como la situación en la que se puede dejar a algunas farmacias y las necesidades de contratación que implicaría ese cambio.

P. Siguiendo con la relación entre el servicio navarro de salud y la oficina de farmacia, ¿cree usted que este canal está bien aprovechado o todavía se puede avanzar más en dicha relación?

R. Nosotros apostamos por formalizar convenios con las farmacias para la prestación de servicios sociosanitarios, ya que ayudaría a optimizar recursos. Yo creo que el camino es el diálogo. A veces, cuando desde la Administración pensamos solo en ahorro de costes podemos tener una visión corta y hay que pensar más allá, verlos en términos estratégicos. Al Plan de Uso Racional, por ejemplo, le falta la visión de lo que la farmacia puede llegar a ofrecer.

P. Precisamente, el modelo de farmacia navarro tiene sus particularidades. ¿Creen que está funcionando bien?

R. Nosotros tenemos esa regulación liberalizadora y pensamos que facilita el servicio al ciudadano. El ciudadano tienen donde elegir, pero es verdad que puede dificultar la viabilidad de algunas farmacias. Nuestra apuesta va a ser siempre la de escuchar, analizar y corregir lo que funcione peor.

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