Política

Riesgo: "La gobernanza del SNS no puede ser entre administraciones y a espaldas de los agentes del sector"

Ignacio Riesgo, consultor sanitario, compareció ante el Grupo de Trabajo de Sanidad y Salud Pública de la Comisión de Reconstrucción Económica y Social y llamó a una reforma urgente del SNS.
Ignacio Riesgo, en la Comisión de Reconstrucción.

Ignacio Riesgo, consultor sanitario, compareció ante el Grupo de Trabajo de Sanidad y Salud Pública de la Comisión de Reconstrucción Económica y Social para ofrecer su diagnóstico de la enfermedad que acusa el sistema sanitario, la cual, ha dicho, "ya existía, pero se ha hecho más evidente con la pandemia", y proponer algunos remedios, si no para su cura, al menos sí para la mejora de su estado de salud.

Una de las principales conclusiones que Riesgo ha sacado de la pandemia es "que es necesario disponer de un sistema sanitario fuerte" y que "hay que tener mucho cuidado con los recortes cuando no van acompañados de reformas". Se refirió a "debilidades extremas del Ministerio de Sanidad"; "dificultades en la gobernanza del SNS"; carencias de financiación y en lo que respecta al desarrollo de sistemas de información de acceso común, "la debilidad de la Atención Primaria" y las deficiencias sanitarias en las residencias. Por la parte positiva, destacó la capacidad de respuesta demostrada desde la "autonomía de gestión", incluyendo el recurso a la telemedicina, o la puesta en valor de la ciencia, "que no es un lujo", dijo.

Al margen de estas consideraciones, Riesgo subrayó "la importancia del sector privado, que llegó a tratar 19% de contagiados y 10% de ingresos en UVI" y el "gran liderazgo de la industria, que les ha hecho ganar la consideración como socios fundamentales en la cadena de valor sanitaria".

Y es que, para Riesgo, el sector privado debe ser protagonista de una reforma ineludible que, a juicio, debe acometerse en el sistema sanitario. Reforma que debe servir para dar respuesta a los que, en su opinión, son los grandes problemas actualmente: "Unas listas de espera que deslegitiman al sistema; la inadaptación a crónicos complejos; las inequidades en al acceso a las prestaciones; la obsolescencia tecnológica; el retraso en la incorporación de terapias; el malestar profesional y el deterioro de la percepción del sistema sanitario público".

Esa reforma a la que tanto aludió debería partir de un reconocimiento de los aciertos y de un respeto a principios como "la financiación predominantemente pública, la cobertura universal y la prestación descentralizada", dijo.

En términos de gobernanza, defendió "un mayor liderazgo del Ministerio de Sanidad" en la orientación estratégica del sistema sanitario, "con participación de las CCAA", aunque no solo ellas. Para Riesgo, esa gobernanza "no puede ser entre administraciones, a espaldas de los agentes del sector, como sociedades científicas, asociaciones de pacientes y empresas". Por eso, abogó por la creación de un Comité "donde estén representados todos los agentes del sector, y no solo los gobiernos como en el Consejo Interterritorial". Además de por ese Comité, abogó por la creación de agencias independientes, al estilo de la Airef, para cuestiones como la Salud Pública; la Información, Evaluación y Calidad, y la Evaluación de Tecnologías. En todas ellas debería haber participación de todos los agentes, según este consultor.

Su propuesta de reforma pasa también por una mayor colaboración público-privada en la prestación de asistencia, partiendo de la base de que el sistema público "no puede llegar a todo". Este fue un tema que dio de sí. Josune Gorospe, del Grupo Vasco, le preguntó por "la estigmatización" que, según ella, sufren estos modelos; Pablo Cambronero, del Grupo Ciudadanos, le pidió que concretara algunas fórmulas que pudieran resultar exitosas, y Rosa Medel, de Unidas Podemos, se refirió al encarecimiento de la prestación por las concertaciones, así como a la posible degradación premeditada del sistema público, a través de "la infrapresupuestación", como factor determinante para el ascenso de la privada.

Riesgo llamó a no confundir "servicio público con gestión pública" y consideró "legítimo que un servicio público pueda ser ofrecido por empresas privadas, con o sin ánimo de lucro". En su opinión, "a las empresas hay que exigirles que cumplan la ley, que paguen impuestos y que den calidad y cumplan con los requisitos que pone la Administración. Si lo hacen, es legítimo que ganen dinero para pagar a sus accionistas". Él no ve, como habría planteado Medel, a "un sector privado que quiere sacar partido de las cenizas del público, sino un sector privado preocupado y con interés en colaborar con un sector público potente, desarrollado y bien financiado".

En respuesta a Cambronero, afirmó que, para que un modelo de estas características funcione, "lo fundamental es la confianza, del sector público en las empresas, y de las empresas al sector público". "Tienen que ser capaces de tener perspectivas comunes", añadió. Como solución más concreta, propuso, que, ante la situación de ciertos límites de listas de espera, "pueda elegirse entre ir a un centro público, o uno privado acreditado".

Una financiación suficiente, acompañada de evaluación

La cuestión de la adecuada dotación del sistema público también es un aspecto estratégico para Riesgo, que abogó por "una financiación suficiente" acompañada de evaluación. A este respecto, y en relación con los recortes aplicados en años anteriores, opinó que "el sistema sanitario tiene que tener una voz en su financiación", y se quejó que esta cuestión nunca fuera tratada en el marco del CISNS, como el resto de las que le afectan.

También incidió en diversas ocasiones en la necesidad de una "mejora y flexibilización de la relación laboral" con los sanitarios. "La realidad ahora está marcada por bajos salarios y alta temporalidad, y esto es un tema que hay que abordar". De hecho, lo incluyó en el listado de medidas más urgentes, donde también incorporó la necesidad de adoptar planes urgentes para la gestión de rebrotes de Covid-19 y otras pandemias, para la participación de los pacientes, para el desarrollo competencial de las enfermeras, el refuerzo de la Atención Primaria y la asistencia médica en residencias, el abordaje de las inequidades, o la renovación tecnológica.

La portavoz del Grupo Popular, Ana Pastor, le preguntó por las posibilidades que ve para que sus señorías consigan alcanzar un acuerdo en la Cámara Baja, consensuando tres o cuatro grandes temas. Riesgo tiró de honestidad y reconoció que "la polarización actual hace que lo vea difícil". Pese a ello, consideró que ese acuerdo es "necesario, la sanidad lo necesita", y anticipó que se va a generar "una gran decepción" si finalmente las distintas fuerzas políticas no logran dejar a un lado sus diferencias para confluir en un pacto de mínimos.

A su juicio, los aspectos de gobernanza, incluyendo el Comité participado por todos los agentes, y las agencias, abrir el debate de la financiación e impulsar la transparencia en resultados en salud deberían formar parte de esos mínimos.

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