Las vacunas frente a la covid-19 son la mejor solución para vencer a la covid-19. No obstante, hay un cuello de botella importante para conseguirlo. Se trata de la capacidad de producción necesaria para alcanzar los miles de millones de dosis que son necesarias para alcanzar una inmunización de toda la población mundial. Ante esta situación, algunas personas e instituciones plantean la emisión de licencias obligatorias de las patentes de las vacunas como la solución al problema de producción existente. No obstante, para el presidente de Farmaindustria, Juan López-Belmonte, esa no es la solución ya que “el problema de producción de vacunas no es de patentes sino distinto”.
López-Belmonte ha explicado que previamente a la covid-19 la capacidad de producción mundial de vacunas era de apenas 3.500 millones de dosis al año. No obstante, en 2021 se van a producir 12.500 millones. Esto ha sido posible gracias a que la industria farmacéutica mundial ha trabajado de forma colaborativa en todo lo que se refiere a este asunto. Así, todos los desarrolladores de vacunas han alcanzado acuerdos con múltiples compañías que disponían de la tecnología, conocimiento y experiencia necesaria a lo largo de todo el mundo. Según López-Belmonte ha “60 acuerdos de colaboración incluso con compañías competidoras.”, destaca. Estos acuerdos, tal y como explica, “implican una transferencia de tecnología que no hubiera sido posible sin protección industrial”.
Un ejemplo de estos acuerdos ha sido protagonizado precisamente por Rovi, la compañía de la que López-Belmonte es su consejero delegado. Rovi, con gran experiencia en las fases finales de producción, con llenos de viales de bajo volumen, ha dado un paso más y a partir de septiembre, estará preparada para realizar más fases de la producción de la vacuna de Moderna. Para este dirigente, es “el mejor ejemplo del nivel colaborativo de las diferentes compañías”. Así lo ha señalado a lo largo de un debate organizado por Nueva Economía Forum que ha contado con la colaboración de Bidafarma
Además, el presidente de Farmaindustria ha querido poner en valor todo el trabajo desarrollado a lo largo del último año. El pasado 8 de diciembre, menos de nueve meses después desde la declaración de la pandemia mundial se administró la primera dosis de una vacuna autorizada. López-Belmonte ha señalado que pocos habrían creído en marzo de 2020 que un año después habría ya cuatro vacunas autorizadas, así como tratamientos efectivos contra el covid-19. Por ese motivo, el presidente de Farmaindustria califica de “fantástico” el comportamiento de la industria farmacéutica a lo largo del último año, que ha permitido una “hazaña sin precedentes” ya que el objetivo era acelerar todos los calendarios ya que “cada día eran vidas salvadas”.
En relación con las vacunas, López-Belmonte también ha querido dejar clara su confianza en la seguridad y eficacia de todas las que sean aprobadas por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). “Si me llaman para vacunarme con la de AstraZeneca mañana, seré el primero en estar en la cola” ha escenificado el presidente de Farmaindustria. A este respecto, ha llamado a confiar en las decisiones que tome la EMA y la Agencia Española de Medicamentos (Aemps) ya que son entidades “de solvencia máxima”.
España, hub de producción farmacéutica
Por otro lado, el presidente de la patronal de la industria farmacéutica innovadora ha explicado que la crisis de la covid-19 ha abierto una serie de oportunidades para el tejido productivo español y, en concreto, la industria farmacéutica. “España puede conseguir ser un referente en la producción mundial de medicamentos como ya lo es en investigación clínica”, ha explicado López-Belmonte. Eso sí, para lograrlo ha señalado que sería necesario una estrategia de país que lo impulsara. “Queremos transmitir a la administración que aquí tiene una gran industria y queremos ser una de las industrias tractores de la recuperación de la economía”, ha explicado en relación con la declaración de interés presentada por Farmaindustria para optar a fondo europeos de reconstrucción.
En este sentido, López-Belmonte ha explicado que hay una oportunidad que España debería “aprovechar” para convertir a nuestro país en un hub de producción farmacéutica. “Todas las crisis producen una disrupción en los mercados y generan oportunidades. España tiene los atributos para ser ganador en este ámbito. Ya somos líderes mundiales en investigación clínica solo por detrás de Estados Unidos”, ha señalado.
En relación con la investigación clínica, ha explicado que “es un círculo virtuoso ya que se generan ingresos para los hospitales; los profesionales adquieren conocimiento científico de última generación y para los pacientes es también una alternativa de curación. Además, López-Belmonte también ha señalado la importancia de que nuestro país invierta en plataformas de investigación y que se fomente la colaboración público-privada en este ámbito.
A lo largo de la intervención, otros agentes del sector, como la presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), Carina Escobar; el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), Jesús Aguilar y el ex secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, ha intervenido para dar su visión sobre algunos aspectos y plantear al presidente de Farmaindustria cuestiones relacionadas con su ámbito de actuación.
Todos ellos han puesto en valor el trabajo desarrollado a lo largo de los últimos meses y han abogado por avanzar en la consideración como inversión de los medicamentos, en vez de como un gasto. Algo que con la pandemia se está viendo muy claro ya que serán las vacunas las que nos ayuden a vencer al virus. Unas vacunas que, además, tienen un precio muy inferior al de productos básicos que se están utilizando en la pandemia como las mascarillas, o las pruebas de detección del virus por antígeno o PCR.