Este lunes ha tenido lugar la presentación en sociedad del nuevo libro de José Martínez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) y ex secretario general de Sanidad y ex portavoz de Sanidad del PSOE en Congreso y Senado.
‘El ladrón de nuestras vidas. Covid 19: las claves de la pandemia’ es un libro que tiene como objetivo “plasmar los elementos más relevantes de la gestión de la pandemia causada por la Covid-19, así como las impresiones y las vivencias que este proceso me ha generado”. Por ese motivo, su autor ha querido hacer una “reflexión a modo de relato diario de lo que estaba pasando desde que tuvimos que confinarnos hasta el 4 de mayo”
Durante la presentación, que ha tenido lugar vía telemática, Martínez Olmos señaló que “aún no sabemos el impacto real de la pandemia” y que lo que busca es generar un debate sobre el papel de la Unión Europea, la Organización Mundial de la Salud (OMS), las redes sociales o los medios de comunicación.
Ante todo, quiso dejar claro que el covid-19 ha “afectado a la gente” ya que la pandemia ha tenido un efecto directo, pero también indirecto, sobre la salud y en la economía. Por ese motivo, ha explicado que “el virus nos ha robado a todos. A algunos, la vida; a otros momentos con sus seres queridos; a otros, el trabajo”, más allá, mostró su esperanza en que todo lo que se pueda analizar “con un debate honesto” servirá para que en otras ocasiones podamos hacerlo mejor”.
Junto a Martínez Olmos y las 200 personas que se sumaron al acto como público, participaron algunos profesionales que tenían vivencias y experiencias que aportar y que generaron un debate en torno al covid-19 a lo largo de casi dos horas.
La directora de Relaciones Institucionales de Novartis, Marta Moreno, explicó algunas de las acciones que desde compañías como la suya han realizado a lo largo de la pandemia. Moreno destacó como un valor que todas las compañías han ido a una colaborando con la administración en ofrecer soluciones para dar respuestas a los retos de cada momento. Novartis, junto a Crambo ha colaborado en la organización del acto, que ha desarrollado BioInnova Consulting.
El primero en intervenir fue el ex ministro y economista Miguel Sebastián, que fue uno de los adelantados en dar la voz de alarma y reclamar medidas de contención desde mediados de febrero. Sebastián quiso hacer un paralelismo con lo vivido en esta pandemia con la ‘burbuja inmobiliaria’. “A toro pasado todo el mundo dice que es evidente”, aseguró. En cualquier caso, señaló que para él, “el confinamiento ya es un fracaso, es haber llegado tarde”, por eso abogó porque se tenía que haber actuado antes cerrando fronteras. “Es mejor pasarse, como en la gripe A, que quedarse corto con ha pasado en esta pandemia”, señaló.
También participó Daniel López Acuña, ex director de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la OMS, quien no estuvo de acuerdo con Sebastián en que el confinamiento “fuera una derrota”. Llegado el punto de la pandemia, la medida a tomar “era la medida medieval del confinamiento ya que no teníamos otra arma”. López Acuña también quiso alertar de que en la actualidad “no son suficientes ni adecuados nuestros mecanismos mundiales o europeos ni nacionales”, por lo que llamó a crear un potente sistema de alerta temprana y respuesta unificada ya que actualmente estos sistemas “no tiene músculo”. Igualmente consideró que la credibilidad de OMS o el ECDC está muy reducida ya que sus recomendaciones “acaban siendo casi un himno en el aire”.
El ex director de la Organización Mundial de Trasplantes, Rafael Matesanz, también coincidió en la falta de preparación de los organismos europeos, que no son más que “la suma de lo que aportan los distintos países”. Según él, una de las claves de esta pandemia es que la OMS “de forma constante desde hace bastantes años, tiene un trato especial con China”, lo que sumado a que el país asiático ha dado los datos tarde, se ha traducido en que los países occidentales hemos llegado tarde.
Por su parte, Ana Céspedes COO del International AIDS Vaccine Innitiative (IAVI) quiso poner en valor la investigación que realizan las compañías y entes privados que, en determinadas áreas como está de los virus emergentes o las resistencias antimicrobianas, requieren de la colaboración público-privada “porque no son áreas rentables”. En cualquier caso, Céspedes también puso de manifiesto la agilidad de la industria farmacéutica para abordar este reto. Según explicó, en febrero en el mundo había tres pequeñas compañías que tenían amplio conocimiento sobre coronavirus. En muy poco tiempo ya tenían acuerdos con big pharma para desarrollar vacunas a la mayor brevedad.
En la presentación del libro también participó el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, en una doble vertiente: como paciente afectado por el covid-19 y como representante de la industria. Respecto a la primera de ellas, narró las dificultades por las que te hace pasar el virus, que es “no solo ladrón sino enormemente traicionero y muy disruptivo”. Respecto a su visión desde la industria, Arnés quiso poner de manifiesto que es necesario reindustrializar Europa para dejar de depender de países asiáticos en la producción de medicamentos y también quiso insistir en el valor del sistema sanitario y que sea una “prioridad”. Según él hay que fortalecer el Sistema Nacional de Salud e invertir más, “probablemente, con la bajada del PIB, incluso un 7% se quede corto”, explicó.
La ex viceconsejera de Salud de Andalucía, María Isabel Baena, también quiso aportar su grano de arena. Según explicó, los sistemas sanitarios “no estaban preparados”, pero lo que más le preocupa es que “no aprendamos”. Por ese motivo, aseguró que “tenemos la obligación de hacer un análisis riguroso”, aunque se aventuró a señalar una cuestión clave: “la salud pública aparece en un lugar que no le corresponde”, en relación a la poca inversión que se dedica a la misma.
En el cierre, Martínez Olmos quiso mandar un mensaje de confianza y esperanza. Según explicó el confinamiento ha funcionado “porque el estado ha funcionado”. En este sentido, señaló que los españoles hemos “tenido la tranquilidad” de que la integridad de nuestras propiedades, como las segundas viviendas y negocios, “estaba garantizada”. Lo mismo con la distribución y acceso a los medicamentos o los alimentos, que han seguido estando donde debían estar y sin problemas, lo que para Martínez Olmos es señal de que “tenemos un gran país y no debemos echarlo a perder”.
Precisamente, a este respecto, lanzó un llamamiento a la sociedad y, en especial a los políticos, de manera que “en vez de fomentar la división” ante el “tsunami que viene, también desde el punto de vista político”, se trabaje por mirar al futuro: “Necesitamos forzar a quienes tienen que tomar decisiones a que alcancen un gran acuerdo por la sanidad, de no conseguirlo habremos fracasados todos”.