El Pleno del Senado ha aprobado por unanimidad la creación de una Ponencia de Estudio, en el seno de la Comisión de Sanidad del Senado, sobre Genómica con el objetivo de analizar las implicaciones regulatorias, éticas y organizativas de la aplicación de la genómica, la ingeniería genética, la medicina predictiva y la medicina de precisión.
La aprobación de esta iniciativa es consecuencia de la interpelación sobre el mismo asunto que tuvo lugar en el Senado hace unos días en la que el senador del PSOE José Martínez Olmos defendió el abordaje de los retos de la genómica y la medicina de precisión desde una perspectiva amplia y como una cuestión de Estado.
La moción contó con una enmienda de adición presentada por el PP, y aceptada por el PSOE, en la que se instaba a trasladar las conclusiones de dicha ponencia a la mesa del Pacto de Estado por la Sanidad, consensuado con las comunidades autónomas y en el seno del Consejo Interterritorial de Salud.
La defensa de la moción por parte del PSOE fue realizada por el senador Pío Zelaya, que destacó el “riesgo de grave desigualdad social”, situación que obliga a intervenir a los poderes públicos para “asegurar la equidad en el acceso a las nuevas oportunidades de prevenir o curar enfermedades desde un enfoque de sostenibilidad”. Por ese motivo, Zelaya advirtió que hay que “evitar que los costes de las nuevas tecnologías sean desproporcionados, al tiempo que hay que legislar con todas las garantías éticas y sociales para evitar potenciales discriminaciones en relación con las enfermedades de base genética y regular el uso de las patentes con un enfoque de bien público”.
Según el senador socialista, “debemos ponernos a trabajar con el fin de anticipar los retos y desafíos en materia de igualdad y bienestar social”. De este modo, a lo largo de la ponencia, “se recibirán las comparecencias y aportaciones necesarias de expertos de reconocido prestigio para la elaboración de una estrategia en medicina genómica y de precisión para el Sistema Nacional de Salud y para definir las propuestas regulatorias, organizativas y de cualquier naturaleza que permitan dar una respuesta eficaz, ética y equitativa ante los desafíos sociales y sanitarios de la genómica”, explicó Zelaya.
La defensa de la enmienda popular fue defendida por Alfonso Rodríguez Hevia, que señaló el clima de acuerdos existente en la presente legislatura. “con un deseo extendido y compartido por una amplia mayoría de parlamentarios de llegar a acuerdos, de llegar a consensos; en definitiva, de buscar puntos de encuentro en una materia tan sensible, como la sanidad”. En el turno de portavoces, consideró que en este ámbito se deben abordar dos retos. Por un lado la investigación y, por otro, “es poner este conocimiento al servicio de los profesionales e integrarlo en la práctica clínica diaria, lo que significará cambios en la organización, en las infraestructuras de comunicación, en su integración en la historia clínica, etc.”. Pero el resultado será lo importante, especialmente “el beneficio que supondrá para los pacientes en cuanto a la susceptibilidad de cada persona a determinadas enfermedades, a diseños de estrategias de prevención y a la prescripción del tratamiento más adecuado, señaló Rodríguez Hevia.
Martínez Olmos defendió la postura de su grupo y agradeció al resto de portavoces el acuerdo en la materia ya que “tiene una gran relevancia, sobre todo desde el punto de vista del potencial que puede tener la mejora de la capacidad que la ciencia médica tiene a la hora de actuar frente a enfermedades”. Según explicó, es importante que se aborde este asunto desde el consenso ya que “los poderes públicos tendrán que intervenir para que la enorme ventana de oportunidad que se abre con estas innovaciones permita asegurar la igualdad, la equidad y la sostenibilidad de las políticas públicas en el ámbito de los servicios sanitarios y también de los servicios sociales y de otras prestaciones del Estado del bienestar”.
La senadora María Teresa Rivero, del Partido Demócrata de Cataluña, señaló la importancia de hacer que la “medicina preventiva vaya acompañada de una medicina predictiva” con lo que a cada persona se podrá “prevenir a cada uno de sus propios riesgos”, situación donde el estudio de los marcadores biológicos “juega un papel clave, porque nos permite detectar individualmente el riesgo patológico”, aseguró.
Por su parte, la senadora del PNV Nerea Ahedo explicó que en el ámbito de la genómica y la medicina de precisión. “el desarrollo científico va más rápido que la capacidad legisladora que nos corresponde, por lo que sí parece necesario valorar una regulación que tenga en consideración cuestiones de igualdad, equidad, sostenibilidad, seguridad y aspectos éticos que se suscitan en este ámbito”. Precisamente, en lo que se refiere a la ética y la legalidad puso el foco Anna Azamar, senadora de ERC, que señaló que “toda esta información que nos aporta la genómica debe tratarse con mucho cuidado. Por eso, los aspectos éticos y legales tienen que ir de la mano de la innovación”.
La senadora de Podemos Concepción Palencia puso de aseguró que “el código postal es más importante para tener buena salud que el código genético” y se mostró convencida de que “el código postal puede influir en el código genético, ya que nacer en un código postal o nacer en otro código postal tiene relación con aspectos medioambientales, estructurales o tóxicos”.