El portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Sanidad del Senado, José Martínez Olmos, ha sido uno de los protagonistas del Seminario en Medicina de Precisión organizado por Fundación Instituto Roche en Madrid. Durante su intervención, ha desglosado algunas de las conclusiones que se han podido sacar de las casi 40 intervenciones (de 60 previstas) en la ponencia de estudio que se está llevando a cabo en la Cámara Alta de cara al abordaje de las innovaciones que se están produciendo en este ámbito. Entre ellas, que "va a tener que haber una serie de inversiones, además de una mayor coordinación con las comunidades autónomas".
Antes que Martínez Olmos intervino, durante la inauguración de la jornada, el vicepresidente de la Fundación Instituto Roche, Federico Plaza, que señaló, con respecto a la medicina de precisión, "que lo hace años era futuro, ahora es presente". Para justificarlo, citó innovaciones como "la inmunoterapia o la biopsia líquida, que parecía que estaban lejos, pero están aquí, o las CAR-T, a las que les faltan meses". No obstante, para que estas innovaciones lleguen al paciente, dijo, "hace falta sensibilidad política, para que el SNS se adapte a esta nueva realidad asistencial".
Martínez Olmos, sin embargo, se refirió al riesgo que existe de correr demasiado y darle a la medicina de precisión "un sesgo de burbuja". En este sentido, opinó que "a lo mejor, muchas de las cosas de las que estamos hablando no van a ser reales, ya que es un campo que todavía estamos conociendo".
Lluis Montoliu, investigador del Departamento de Biología Molecular del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), vino a justificar que existan ciertas reservas, y puso como ejemplo el potencial terapéutico de los sistemas de edición genética CRISPR. Explicó que, tras cortar los genes "se producen unas mutaciones que no podemos controlar y que se van a seguir produciendo, por lo que, mientras no sepamos manejar esa incertidumbre, sería prudente" con respecto a su potencial. Otra cosa es, dijo, que "aprendamos a desarrollar proteínas (editores de base) que consigan la corrección genética sin cortar ni editar. Eso podría tener un buen recorrido terapéutico", añadió, ya que se eliminarían los riesgos derivados de dicha acción.
Estas incertidumbres hay que aprender a manejarlas, también, en ámbitos como el de las inmunoterapias, ya que, como apuntó Ramón Colomer, jefe de Servicio de Oncología del Hospital La Princesa de Madrid y codirector de la Cátedra de Medicina Personalizada de Precisión UAM-Fundación Instituto Roche, "falta información sobre cómo se comportan en el largo plazo". Puso como ejemplo la utilización de tratamientos innovadores para la leucemia en pacientes pediátricos, que podrían generar trastornos a largo plazo que ahora están estudiando. "Es importante identificar las áreas grises y poder actuar sobre ellas", concluyó.
Cambio de paradigma en la investigación clínica
Estas cuestiones, y muchas otras asociadas a todo el arsenal clasificado dentro de la medicina de precisión, hacen pensar a Martínez Olmos, que se basa para ello en los aprendizajes sacados de lo que va de ponencia, "que el paradigma de investigación clínica hasta ahora no es equivalente al que vamos a tener que utilizar". Llegó a referirse a "ensayos con pocas personas o con una sola persona", lo cual, señaló, "podría requerir adaptaciones legislativas, además de aumentar la relevancia de registrar la efectividad de los tratamientos".
Este cambio de paradigma en la investigación clínica y el desarrollo de los medicamentos condicionará además, según el senador, los modelos actuales de fijación de precios y financiación, una cuestión que también habría salido en la ponencia. Sobre este particular, Martínez Olmos opinó que "los precios, los modos de pago, las incógnitas sobre su efectividad… nos tienen que hacer reflexionar sobre la necesidad de llegar a acuerdos con la industria para pagar precios justos, aunque quizás sería necesario escalarlo a nivel europeo. Además, es posible que esta forma de entender la financiación de los medicamentos tenga repercusión en la forma de pagar el resto de las innovaciones que se producen en el ámbito sanitario".
Este efecto contagio espera que se produzca también en lo que respecta a la coordinación entre el Gobierno central y las comunidades autónomas a la hora de llevar a cabo el abordaje de la medicina de precisión. En la ponencia se habría identificado esta cuestión como otro de los desafíos de mayor calado. A este respecto, el portavoz de los socialistas en la Comisión de Sanidad puntualizó que "faltan instrumentos normativos, estructurales y económicos (se refirió directamente a la necesidad de recuperar el Fondo de Cohesión) para poder asegurar que la medicina de precisión se incorpora con calidad y con equidad. Es una preocupación que estamos recibiendo de los expertos y pienso que podríamos aprovechar esta percha para avanzar en esa cohesión que necesitamos en el SNS".
La ponencia y la Estrategia Nacional
Sobre el desarrollo de la ponencia, Martínez Olmos informó de que se espera cerrar la ronda de intervenciones en el último trimestre de 2018, para que, en el primero de 2019, los grupos políticos puedan emitir sus recomendaciones. Por suerte en este caso, dijo, "todos estamos de acuerdo en que tiene que haber una Política de Estado que incorpore una visión estratégica, por lo que las cuestiones coyunturales influirán menos". También quedarían al margen, opinó, las disputas entre partidos.
La idea es que haya un flujo de información constante con el Gobierno, de cara que a que las ideas que vayan saliendo en la ponencia sirvan para nutrir la Estrategia Nacional que debería desarrollar el Ejecutivo en 2019, más allá de las recomendaciones finales, que quizás sean posteriores a la aprobación de la misma. Y es que, justifica Martínez Olmos, "la Estrategia saldrá con los recursos que tenga y las medidas que quiera aplicar el Gobierno, pero la ponencia va más allá, está pensando más para el largo plazo. Estamos analizando experiencias como la de Francia o UK, y eso va a requerir unas inversiones".
Con respecto a la Estrategia, se mostró convencido de que con el cambio de Gobierno va a haber cosas que se harán de forma diferente y, en este sentido, reprochó al equipo anterior que propusiera la Estrategia de forma unilateral "en el Interterritorial, sin consultar previamente con nadie, ni con CCAA ni con profesionales, y poniendo a Carlos Lens a liderarlo, pese a no ser un experto en la materia". "No me parece que una estrategia de este tipo se deba hacer sin consenso de CCAA y organizaciones profesionales", finalizó.