La consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui ha manifestado, que su departamento está trabajando en la elaboración de un mapa con la definición de los servicios que debe tener cada recurso en las diferentes organizaciones sanitarias integradas. “Definir nuestras unidades de referencia y determinar las plantillas por servicio en función y coherencia con estos criterios” es el objetivo de dicha tarea, ha indicado.
Sagardui ha realizado estas declaraciones en el desayuno informativo organizado por Executive Forum, con la colaboración de Pfizer y GSK y que tenía por objetivo dar a conocer la situación actual y los retos que afronta el Servicio Vasco de Salud.
Concha Serrano, directora de Relaciones Institucionales de Pfizer, y Sergio Ostalé, Market Access Director, han acompañado a Sagardui en el desayuno informativo. En primer lugar, Serrano ha manifestado la importancia de seguir fortaleciendo la colaboración público-privada para avanzar en el impulso y la modernización del sistema sanitario, otorgando una atención especial a la medición de resultados. Por su parte, Ostalé también ha insistido en el valor de la colaboración, el trabajo y la investigación conjunta con el Servicio Vasco de Salud para “unir ciencia, tecnología y talento para adelantarse a la enfermedad y poder cubrir las necesidades de las personas”.
Sagardui basa el objetivo de la transformación del sistema vasco, en que “estamos ante nuevas realidades que están determinando ya como vamos a prestar la atención sanitaria en un breve espacio de tiempo”. Entre ellas, se ha referido a la propia evolución del conocimiento científico, la investigación, el desarrollo tecnológico y la globalización. También ha mencionado aquellas realidades que “han llegado de improviso, pese a que eran posibles e imaginables, pero poco probables, y sin embargo están ahí, como la Covid-19 y la viruela del mono”.
“La Covid-19 sigue siendo una realidad que cuesta la vida de decenas de personas cada mes y ocupa centenares de camas hospitalarias” ha afirmado Sagardui. “Parece que nos hemos acostumbrado a las cifras de fallecidos y de ocupación hospitalaria, pero es no es normal” ha añadido”. En este sentido, ha declarado que “si algo hemos aprendido y no debemos olvidar es que no podemos perder de vista esta enfermedad, porque puede volver a sorprendernos, ella o cualquier otra que surja en cualquier lugar de este mundo globalizado e interrelacionado”.
Así, la consejera ha insistido en que la Covid-19 es una realidad “nueva relativamente” pero que sigue presentándose como un reto presente que ha sometido al sistema sanitario a una presión enorme. Pese a ello, ha subrayado que “el sistema en Euskadi se ha sostenido, porque es fuerte y sólido”. En esta línea, se ha referido al resultado positivo de la evaluación de la gestión sanitaria durante el primer año de lucha contra la Covid-19, que confirma un estudio realizado por la Universidad del País Vasco. Para lograrlo, Sagardui ha señalado que el compromiso de los profesionales sanitarios y la buena coordinación fueron determinantes.
Entre las áreas de mejora y los problemas que afrontó el Servicio Vasco de Salud, la consejera ha mencionado “la dificultad para dar cobertura legal a las medidas preventivas y sanitarias que, si bien restringen derechos fundamentales, han demostrado ser eficaces en el control de la expansión de la Covid 19 en los momentos más críticos”. También se ha referido a la dotación insuficiente de personal y medios.
Sagardui ha reconocido que la pandemia ha permitido una aceleración sin precedentes en la implementación de nuevas tecnologías en el sistema sanitario. “A las tecnologías de la comunicación y relación con la ciudadanía se suma la irrupción de tecnologías cada vez más sofisticadas, caras y difíciles de implantar de forma homogénea en toda la red hospitalaria” ha admitido. Además, ha señalado otros retos que actuales que afronta el sistema, como “la incorporación de nuevos medicamentos muy específicos, personalizados incluso, y muy caros”. Finalmente, también ha destacado “la necesidad de conciliar todas estas nuevas realidades con el necesario avance del concepto de atención centrada en la persona y de una mayor humanización en los cuidados”.
Para conseguir “conciliar estas nuevas realidades con nuestros deseos en el aspecto más práctico”, la consejera ha desvelado que “estamos inmersos en la redefinición de la cartera de servicios del conjunto de recursos asistenciales de Osakidetza para adecuarlos a las necesidades actuales en base a los principios de equidad, eficiencia, seguridad, calidad y sostenibilidad”.
Sagardui ha explicado que se está trabajando en la elaboración de un mapa con la definición de los servicios que debe tener cada recurso en las diferentes organizaciones sanitarias integradas. “Definir nuestras unidades de referencia y determinar las plantillas por servicio en función y coherencia con estos criterios” es el objetivo de dicha tarea, según ha comentado.
En el ámbito hospitalario, ha advertido que “esta redefinición de la cartera de servicios va a requerir tiempo y trabajo. No va a ser fácil”. Según la consejera, esto se debe a que “la evolución natural de la medicina nos lleva a una super especialización que no es extensible a toda la red hospitalaria por falta de recursos materiales y, sobre todo, profesionales”. Asimismo, ha señalado que “la realidad nos impone un cambio de rumbo en la planificación. Es el momento de determinar qué valor añadido puede aportar cada recurso hospitalario”.
Sagardui ha insistido también en que “lo más importante y lo que más nos interpela la ciudadanía es la atención primaria, que la conforman las personas y los profesionales que son referencia”. De esta forma ha subrayado que la atención primaria “es mucho más que ser una puerta de entrada”, por lo que “el sistema debe estar muy orgulloso, especialmente los profesionales de la atención primaria”. En este ámbito, ha señalado dos grandes retos: la escasez de médicos de familia y salud comunitaria y la atención centrada en la demanda.
