Profesión

Los servicios de Farmacia en tiempos de Covid-19: de la gran reorganización inicial a la readaptación constante

Diariofarma ha hablado con los jefes de Servicio de Farmacia de los hospitales Gregorio Marañón, Clínico San Carlos, Donostia y Santiago de Compostela para que narren la forma en la que se han adaptado las circunstancias derivadas de la pandemia por Covid-19.
Imagen del área de Pacientes de Externos de un Servicio de Farmacia.

Como ocurrió con la farmacia comunitaria (ver reportaje publicado en Diariofarma), los servicios de Farmacia fueron dándose cuenta del tamaño de la ola que se les venía encima con el coronavirus casi a medida que les fueron llegando los primeros pacientes y ya, después, la aplicación de medidas excepcionales por parte de las autoridades. A todas estas contingencias han respondido, en general, con una reorganización de funciones y procesos y con mucha flexibilidad y capacidad de adaptación. Las contingencias son muchas y van renovándose.

José Manuel Martínez Sesmero, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Clínico San Carlos, reconoce que, como ciudadano informado y responsable de esta Unidad, se mantuvo pendiente de lo que pasaba. "Veíamos que esto se acercaba y que nos iba a estallar de un día para otro", afirma. Su punto de inflexión, no obstante, estuvo marcado por la declaración del estado de alarma. "Tengo grabado el 14 de marzo, sábado. Vine a hablar con intensivistas, infectólogos, preventivistas, para ver cómo iban a modificar su actividad y, de esa forma, adaptarnos nosotros para dar respuestas a esas necesidades cambiantes".

También en Madrid, Ana Herranz, jefa de Logística del Servicio de Farmacia del Gregorio Marañón, recuerda que en su caso tuvieron el primer diagnóstico el día 6 de marzo y, en función de los signos de la enfermedad, lo que hicieron fue "comprar unidades suficientes de un total de 30 medicamentos" que les parecía que iban a necesitar. Hidroxicloroquina, por ejemplo, todavía ni sonaba por aquellos días y, por tanto, no figuraba en su lista de la compra. A nivel del hospital, también se estaba procediendo ya a una reorganización de las unidades.

En el Hospital Universitario de Donostia también tuvieron algún caso previo a la declaración del estado de alarma. Nos lo cuentan María Pilar Bachiller, jefa de Servicio de Farmacia y Asunción Aranguren, farmacéutica especialista. En su caso, comenzaron a diseñar circuitos y protocolos, y, señala Aranguren, "a hablar de la posibilidad de opciones como el teletrabajo y el envío a domicilio". Desde el primer momento designaron a un pequeño grupo de FH para centralizar todo lo relacionado con la actualización de literatura, la información sobre la evolución de pacientes, etc. Además, comenzaron a reorganizar la atención a pacientes externos, "citando a los pacientes para gestionar los flujos y evitar aglomeraciones", asegura Bachiller.

Irene Zarra, jefa del Servicio de Farmacia del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, reconoce en cambio que, aunque ya días antes de la declaración del estado de alarma veían "que la cosa no estaba bien", el hecho de que su comunidad autónoma no comenzara a sumar positivos hasta más tarde hizo que se centraran en ir preguntando a compañeros de otras autonomías para ver cómo se estaban organizando e ir tomando buena nota. "Sí que decidimos que las administraciones se realizaran cada 24 horas, en vez de cada ocho, para evitar que las enfermeras entraran en habitaciones", indica.

No obstante, fue con la acumulación de casos y con la declaración del estado de alarma cuando comenzaron a aplicarse las grandes medidas estructurales en los servicios de Farmacia. Era indispensable disponer de protocolos bien establecidos y, más allá de eso, tener la capacidad de ir respondiendo a las contingencias del día a día.

Medidas aplicadas por los servicios de Farmacia

Martínez Sesmero explica cómo, en colaboración con los compañeros de otras unidades, el Servicio de Farmacia elaboró un informe con recomendaciones para la Dirección del Hospital, titulado 'Propuesta de modificación organizativa del Servicio de Farmacia para asegurar la disponibilidad y utilización segura de medicamento y productos sanitarios ante pandemia Covid-19'. El título lo dice todo. Comenzaban a identificarse ya los primeros problemas para la gestión de la medicación en paralelo a la avalancha de pacientes.

En la propuesta recogían la necesidad de fomentar la teleasistencia, incluyendo telemedicina y telefarmacia, para evitar frecuentación al hospital; medidas para facilitar el acceso remoto a compañeros en caso aislamiento (actualmente hay un total de cinco afectados en su Servicio de Farmacia) y la celebración de reuniones con el Comité de Emergencias, y otros servicios del Hospital de Día, para una adecuada implementación de las versiones que se van actualizando del documento de manejo clínico de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, entre otras.

Reconoce que al área de gestión trabaja "intensamente, controlando stock, hablando con laboratorios, viendo qué compras se nos autorizan en función de nuestros consumos, solicitando medicación en situaciones especiales...", de ahí que se haya reforzado su estructura. Pero ésas son solo algunas de las contingencias del día a día, a las que se le ha sumado la entrega a domicilio, autorizada por la Comunidad de Madrid. En el caso de los pacientes oncológicos, por ejemplo, han establecido un modelo, en colaboración con la Unidad Clínica, que incluye teleconsulta médica, atención farmacéutica telefónica y envío a domicilio.

A estas actividades hay que añadirles la necesidad de seguir ofreciendo atención a pacientes complejos, que requieren un continuo ajuste posológico, la elaboración de fórmulas magistrales, la preparación de medicación, el soporte a centros sociosanitarios, entre otros. Todo eso ha hecho que Martínez Sesmero solicitara a la Dirección del Hospital que se cubrieran las bajas que habían sufrido, por el contagio de profesionales del Servicio, cobertura que se le concedió en su día.

Herranz considera una suerte que, en su caso, se les considerara desde el principio para la configuración del Comité de Crisis. Desde el primer momento, también, comenzaron a "extremar las medidas de distanciamiento e higiene de manos en el área de pacientes externos" y dejaron "de intercambiar papeles" con ellos. Posteriormente, buscaron una solución junto con la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, para hacerles llegar la mediación, "empezando por los más vulnerables". Actualmente, cuentan con "un servicio de entrega profesionalizado, y también con voluntarios".

Recuerda que ya en la primera semana sufrieron dos bajas, y en la segunda, confirma, "caímos seis". Por eso, decidieron reforzar con más personal la elaboración de mezclas intravenosas para que, si había nuevos contagios, no se vieran obligados a detener la actividad. Otra medida que se ha aplicado, y que también han introducido en el Clínico San Carlos, es la de ofrecer atención 24 horas. Ninguno de los dos hospitales contaba con este servicio hasta ahora.

Un equipo dedicado a la gestión de datos y evidencia

En el caso del Marañón, Herranz confirma que se ha creado "un equipo plenamente dedicado a análisis de datos y evidencia, para actualizar el protocolo farmacoclínico casi a diario". Se formó en un inicio con farmacéuticos y especialistas en Microbiología y en Medicina Interna, y, a medida que ha se ha ido conociendo las diferentes afectaciones que provoca la enfermedad por Covid-19, se han incorporado a él inmunólogos, bioquímicos y neumólogos.

De hecho, la jefa de Logística de este hospital destaca "la colaboración de todos los profesionales" como "una de las cosas buenas de esta crisis". Subraya ese mismo espíritu entre los servicios de Farmacia de los centros de la Comunidad de Madrid, lo que ha hecho que no falten alternativas cuando hay problemas de suministro para un medicamento concreto. "El préstamo entre hospitales está funcionando", asegura.

En cuanto a los pasos que han seguido a partir del estado de alarma en Santiago, Zarra explica cómo se centraron inicialmente también en los pacientes externos, "para que no vinieran", y reduciendo las esperas en las consultas, reforzando el área con dos profesionales. También incorporaron enseguida la entrega a domicilio vinculada a atención farmacéutica.

Seguidamente, han puesto en marcha sistemas para que se puedan "hacer validaciones desde casa, sobre todo de pacientes ingresados". Es de especial interés, explica, en áreas como Oncología, con profesionales muy especializados, que son difíciles de sustituir.

Como todos, han tenido que reorganizar la fuerza de trabajo y, en su caso, hay profesionales con contratos de investigación que, antes de que se permitiera, ya se habían ofrecido para apoyar en el ámbito asistencial. Como todos, también, están teniendo que esmerarse mucho en materia de gestión del stock y en la elaboración de solución hidroalcohólica. Para esto último, han recibido material profesional, confirman, de la Facultad de Farmacia "para preparar grandes cantidades".

Les consume bastante tiempo, también, la dosificación en jeringas de lopinavir/ritonavir, medida que contribuye, no obstante a racionalizar el uso de este medicamento que está siendo usado fuera de indicación contra la enfermedad por Covid-19, lo mismo que ocurre con la preparación de tocilizumab. Zarra confirma que las dificultades de suministro existen, lo que les obliga a un modelo de gestión centrado en "cubrir las necesidades de las próximas 48 horas". La labor de cálculo es extrema, teniendo en cuenta que los medicamentos de críticos están siendo distribuidos por cuotas y son los servicios de Farmacia de los hospitales públicos los que proporcionan existencias a hospitales privados, centros sociosanitarios y hospitales de campaña.

El teletrabajo, también en los servicios de Farmacia

En el Hospital de Donostia también hay varios FH teletrabajando. Hacen tareas como la validación de tratamientos para pacientes hospitalizados, el control de la farmacocinética, la gestión de solicitudes centralizadas de terapias biológicas, etc. No obstante, subraya Bachiller, "todos se conectan a todas las reuniones a primera hora". Y es que, así es como empiezan cada día en este Servicio de Farmacia.

En esas reuniones suelen tratarse los problemas diarios que van surgiendo con el abastecimiento, las actualizaciones que va haciendo la Aemps, etc. Por eso participa en ellas, también, la responsable de compras, que es otra de las que teletrabajan. Su responsabilidad es, apunta su jefa, "que no falte de nada", misión harto complicada. Bachiller reconoce que, en general, lo de estos días está siendo "una carrera intensa y diaria de reorganización".

Además de estas cuestiones, el Servicio de Farmacia decidió aumentar los recursos humanos para atender la demanda de pacientes externos, además de adoptar las correspondientes medidas de seguridad. Desde muy pronto empezaron a citar a los pacientes para controlar la afluencia y realizar envíos a domicilio. En su caso, el Departamento de Salud ha concertado con la distribuidora DFG que sean sus operarios los que realicen dichas entregas. Por parte del Servicio de Farmacia, han desarrollado un procedimiento, junto a administritativos y auxialiares, que parte de la definición de los perfiles de pacientes beneficiarios, entre los que se encuentran los inmunomediados, oncológicos y respiratorios, principalmente.

Pese a las horas de más, el estrés y las dificultades, todos los farmacéuticos consultados han sido capaces de sacar alguna conclusión positiva de esta situación. Herranz, como se decía, destacaba la colaboración inter y multidisplinar que se había suscitado. Aranguren apela a valores como la "solidaridad y el compañerismo", que se están viendo reforzados en estos días. Zarra reconoce que está sintiendo que el resto de profesionales les están reconociendo su labor, y eso le resulta "muy gratificante". Martínez Sesmero, sin obviar el factor humano, apunta también un posible avance en el plano práctico. "Soy un convencido de que han venido cambios se quedarán y nos permitirán prestar un mejor servicio", sugiere, en relación, por ejemplo con la telefarmacia y el envío a domicilio. "Cambios que nos parecían complicados, por falta de tecnología o de voluntad política, y que la urgencia ha impuesto su aplicación. Con consenso y coordinación entre los distintos niveles asistenciales, se podrán mantener", concluye.

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