La consejera de Salud y Consumo, Catalina García, ha destacado el importante papel que desempeña la red de farmacias andaluzas en los programas actuales y futuros que se desarrollen en materia de salud pública en la inauguración de la jornada ‘Hacia una revisión integral y de calidad sobre la actividad farmacéutica en Andalucía’, organizada por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica en colaboración con la Asociación Española de Derecho Farmacéutico (Asedef).
En la jornada, celebrada en la sede de la Consejería de Salud y Consumo, García ha recordado que, “no sólo la pandemia, sino todos los retos que afronta actualmente la sanidad”, como las enfermedades emergentes, zoonosis, mosquitos vectores, resistencia a antimicrobianos, problemas asociados a la obesidad, el tabaquismo y otras adicciones, enfermedades oncológicas, “ponen de manifiesto la necesidad de utilizar y maximizar los recursos existentes, entre los que contamos también con las oficinas de farmacia”.
“Gracias a su elevada implantación y distribución en todo el territorio de la comunidad autónoma, las oficinas de farmacia constituyen una vía de acceso fácil al Sistema Sanitario Público por parte de la población”, ha subrayado. No en vano, actualmente en España existen alrededor de 22.220 oficinas de farmacia. Andalucía, con casi 3.900, es la comunidad autónoma que mayor número de farmacias tiene. “Se tratan de centros estratégicamente situados distribuidos por toda la comunidad que garantizan que el 99% de la población tenga, al menos, una farmacia cerca de donde residen”, ha insistido.
Por este motivo, junto a las normas aprobadas y los proyectos normativos en trámite o próximos a iniciar, y los planes, estrategias y programas, la Consejería ha firmado convenidos y colaboraciones con otras Administraciones y organizaciones colegiales, como las de los farmacéuticos, para distintas campañas, a las que “vamos a incorporar el cribado de cáncer de colon”, ha señalado la titular de Salud y Consumo. García ha añadido que “también contamos con las farmacias para actuaciones en materia de salud pública, educación sanitaria, vigilancia, promoción de la salud y prevención de la enfermedad”.
La jornada, que ha sido inaugurada por la consejera y el presidente de Asedef, Mariano Avilés, ha comenzado con una mesa redonda, que ha sido moderada por el expresidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, Mario Mingo. En ella han participado el secretario general de Salud Pública e I+D+i en Salud, Isaac Túnez; el secretario general de Humanización, Planificación, Atención Sociosanitaria y Consumo, Francisco Javier Vázquez; el director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, Jorge del Diego, y el subdirector de Farmacia y Prestaciones del Servicio Andaluz de Salud, Carlos García.
En su intervención, Isaac Túnez ha resaltado los fines del futuro Instituto de Salud de Andalucía, cuyo proyecto de ley de creación ha sido aprobado por el Consejo de Gobierno, entre los que figuran fomentar la investigación, el desarrollo, la innovación, la transferencia y el emprendimiento en salud, así como promover la excelencia en la atención sanitaria y el desarrollo profesional.
Por su parte, Francisco Javier Vázquez ha recordado que, entre los principales objetivos de la Agenda 2030 de la ONU y la Estrategia de la UE en materia de salud se encuentran el acceso a medicamentos y vacunas seguros, eficaces, asequibles y de calidad para todas las personas.
Jorge del Diego ha explicado que las oficinas de farmacia son un pilar fundamental con el que deben contar las nuevas estrategias sanitarias para utilizar sus recursos en numerosas actuaciones en materia de salud pública, educación sanitaria, vigilancia, promoción de la salud y prevención de la enfermedad.
Finalmente, Carlos García ha señalado como estrategia fundamental el Uso Racional de los Medicamentos (URM), de cara a conseguir la situación óptima de efectividad y seguridad, en la perspectiva del perfeccionamiento de la atención a la salud. Este uso racional de los medicamentos y productos sanitarios pasa por ofrecer una información de calidad, periódica e independiente y garantizar una formación sobre URM a los profesionales sanitarios; y por el refuerzo de la exigencia de la receta médica como documento imprescindible para la seguridad del paciente, entre otras medidas.