Pocas personas conocen mejor la Sanidad en el Partido Popular como Rubén Moreno, ex portavoz del PP en el Congreso y ex secretario general de Sanidad del Ministerio de Sanidad, por centrarnos solo en los últimos cuatro años. Su paso por diferentes ámbitos de gestión y políticos le otorgan una visión integral de lo que necesita el sistema. Así lo explica a Diariofarma, con la vista puesta en las elecciones del 26-J.
Pregunta. ¿Cuáles son las prioridades sanitarias de la próxima legislatura?
Respuesta. En esta legislatura habría que mejorar la Sanidad para todos. Aunque nuestra sanidad no tiene punto comparación con la de otros países, hay que estar evaluando continuamente la cartera de servicios, vacunación incluida, para lograr los mismos resultados en salud independientemente del lugar de residencia, atendiendo a la variabilidad clínica. Eso nos llevaría a evaluar y actualizar todo el Plan de Calidad del Sistema Nacional de Salud. Cartera de servicios, resultados en salud y plan de calidad es un triángulo que es crucial para mejorar la sanidad.
P. ¿Qué hay de la asistencia a inmigrantes?
R. Hay que incluir a los inmigrantes irregulares en la asistencia, diferenciando el derecho administrativo de atención, vía tarjeta sanitaria, y que si no se hace bien puede desembocar en el turismo sanitario que teníamos en 2010. Se puede hacer bien atendiendo a esas personas sin incurrir en el gasto de 1.000 millones de gasto que suponía la mala gestión de este asunto.
P. ¿Y en el acceso a la innovación?
R. Las innovaciones tienen que incorporarse y ser accesibles a los pacientes, aquéllas que verdaderamente aporten valor, lo más rápido que se pueda. En la décima legislatura se han incorporado unas 200 innovaciones. Pieza clave fue la medicación para la hepatitis. Hemos sido el primer país que lo ha dado de forma gratuita a los 52.000 pacientes que se comprometió el Gobierno. Hay que afrontar la renovación e innovación de forma ágil y responsable, como la compra innovadora, que aún está por desarrollar, pero hay algunas comunidades que han estado explorándolo y habrá que incorporar. También es importante al hablar de cartera la Red de Agencias de Evaluación de Tecnología Sanitaria y habrá que abordar el plan de equipamiento de tecnología porque no ha habido renovación en mucho tiempo y hace ineficiente al sistema.
P. ¿Y en cuanto al reto demográfico?
R. No hay que olvidar las personas. Entre otras cosas, la estrategia sociosanitaria que dé la continuidad asistencial al paciente y la atención integrada que, por las características del paciente, cada vez mayor, es una prioridad. Habrá que intentar reducir las listas de espera al tiempo mínimo posible y también hay que atajar la movilidad entre las comunidades autónomas.
P. ¿Con las asociaciones de pacientes, algún proyecto?
R. Tenemos un acuerdo marco con las asociaciones de pacientes. No solo hay que hablar a los pacientes, también hay que escucharlos. Si no se hizo antes de diciembre es porque el tiempo no dio más de sí, pero estuvo a punto. Lo que pasa es que hubo algún problema de entendimiento por las asociaciones, que son muchas, pero el Ministerio quería.
P. ¿Qué otros aspectos serán también importantes?
R. Otro tema muy importante, en el que no se ha hecho mucho hincapié, es la transparencia y la rendición de cuentas. Es fundamental. Tiene que haber un observatorio de resultados en indicadores, en procesos, y es importante para que haya decisiones informadas sobre su estado de salud. El paciente debe saber lo que hay detrás y eso nos lleva a la libertad para escoger centro sanitario. La transparencia tiene que ser a todos los niveles. A nivel político, pero también en esta materia. El ciudadano tiene derecho a que la transparencia también se dé en este terreno.
P. Pero… ¿se puede obligar a las comunidades autónomas?
R. La Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público, hace que los acuerdos de conferencia sectorial, como el Consejo Interterritorial, que tengan que ver con coordinación, sean obligatorios. Si es un acuerdo de conferencia sectorial de coordinación, el cumplimiento es obligatorio, no es voluntarista. Algunos lo prometen, no sabían cómo hacerlo y ya ha cambiado.
P. Es la primera vez que lo oigo. ¿No lo habéis dicho?
R. Lo hemos dicho pero no siempre se nos escucha. Esto es importantísimo a mi modo de ver.
P. ¿Y en relación al autocuidado?
R. El paciente tiene que ser responsable de su autocuidado. Hay que incorporar, en coordinación con el Ministerio correspondiente, la educación sanitaria desde la educación infantil y en todas las etapas porque tiene mucha importancia en la salud. También hay que utilizar las nuevas tecnologías y el big data, la e-Health y mHealth. El big data nos permitirá un mayor aprendizaje del sistema y dará información de las necesidades del sistema nacional de salud. El big data es fundamental, no podemos desaprovechar la masiva cantidad de información del sistema sanitario.
P. Cohesión, equidad, sostenibilidad son otros parámetros importantes…
R. Son otros puntos que tienen que ser abordado sí o sí. Compra conjunta, concentración de servicios, no puede haber de todo en todos los sitios y eso facilitaría la movilidad del paciente. Hay que seguir desarrollando el tema de los profesionales. Si los pacientes tienen que poder moverse por el país, todo el tema de compensación entre comunidades tiene que estar muy claro y perfectamente desarrollado. Es una de las patas que hace a todo el sistema coherente, homogéneo y si se paga con los mismos impuestos debe ser así.
P. ¿Cree que los últimos meses han sido perdidos?
R. No. La administración sigue funcionando. Las comunidades, el Ministerio etc. pero el impulso de todo esto que he comentado de consolidación y mejora no se ha podido hacer en este tiempo. Avanzar en todo esto solo se puede hacer con un gobierno sólido, que tenga suficiente apoyo y, sobre todo, que sepa lo que hace. Algunos pueden tener apoyo emocional porque manejan bien los medios de comunicación, se apela al corazón, la sonrisa, etc. pero a la administración pública, como dice el presidente, hay que venir aprendido y hay que saber mucho y aun así es muy difícil. Venir a aprender, a tocar mecanismos que pueden desestabilizar todo el sistema puede tener gravísimas consecuencias para la gente. En otros países ha ocurrido. Ahora nos enfrentamos con formaciones que no es que cometan errores como el PSOE, es que no saben qué se puede hacer en el sistema porque nunca han estado y, por lo que dicen que van a hacer, no parece que sepan. Porque lo que quieren no se puede hacer. Eso es más grave. La duda en decisiones sobre el Estado de Bienestar es muy seria. Tú puedes improvisar con otras cosas, pero en el Estado de Bienestar no.
P. ¿Qué planes tienen en cuanto a la financiación?
R. Quien decide lo que se gasta en Sanidad es cada comunidad autónoma. Hay que pedir cuentas a cada comunidad autónoma, que prioriza. A algunas comunidades en los últimos cuatro años no es lo que más le ha importado. Aparte de esto, un elemento clave es un modelo de financiación que, comunidades como la mía [Comunidad Valenciana] necesita, que garantice la cobertura de las necesidades reales. Hemos estado dibujando unos presupuestos que no se cumplían, que generaba déficit y después deuda. En cuanto haya un Gobierno formado, esto se tiene que abordar de forma inmediata. Lo principal es el criterio de población.
P. Has comentado que el gasto sanitario es la suma del gasto de las comunidades autónomas. Es cierto. Pero también lo es que el Gobierno establece en sus escenarios macroeconómicos y en los Programas de Estabilidad la cifra de gasto sanitario para varios años, con lo que marca la línea de dónde hay que recortar.
R. Bueno, eso son elementos de referencia. Al final la estabilidad se marca en unas cifras de déficit que hay que cumplir. Puedes poner el acento en unas cosas u otras. La comunidad autónoma tiene un objetivo global de déficit. Si en Cataluña abren embajadas o en Comunidad Valenciana quieren supuestamente desagraviar al cantante Raimon, es dinero que se podría destinar a sanidad. Para mí es prioritaria la sanidad y la educación
P. ¿Pero ya se ha alcanzado el máximo de eficiencia en la gestión?
R. Todavía se puede mejorar la gestión, una mayor eficiencia, que puede haberla. Hay unidades de gestión clínica que demuestran que cuando la gente se implica se puede ahorrar. Si el ahorro va solo a ahorro financiero, la gente se cansa, tiene que haber algún incentivo y que la gente se sienta motivada y corresponsable. Con todo, no es suficiente y se tiene que aportar más fondos.
P. Pacto por la Sanidad. ¿Es más un deseo que una necesidad? Y ¿será posible?
R. Hay que establecer objetivos, intentar conseguirlos y dar respuesta a los pacientes. Si un pacto ayuda, fenomenal. Pero si no ayuda, puedes no cumplirlo y volver a las andadas. Ya se ha intentado en varias ocasiones. Un pacto es muy exigente. Yo no pondría el interés en conseguir un pacto sino en conseguir lo que un pacto conseguiría, el pacto es un medio no un fin. Importa más los objetivos.