El director general de Pfizer en España, Sergio Rodríguez, ha mantenido un encuentro con medios de comunicación en Madrid, para explicar la situación actual de la compañía a nivel global y también a nivel nacional. En lo que respecta a España, ha destacado la mejora del contexto de cara a la incorporación de innovaciones terapéuticas, como muestra el hecho de que le hayan sido aprobados un total de cinco nuevos medicamentos sólo en 2017. "España está mejorando en la introducción de la innovación, y eso es una buena noticia para el Sistema Nacional de Salud y, sobre todo, para los pacientes", ha subrayado.
Concretamente, la compañía ha conseguido aprobación en nuestro país para Xeljanz (tofacitinib), un tratamiento oral para pacientes con artritis reumatoide; Ibrance (palbociclib) para cáncer de mama metastásico; Zavicefta (ceftazidima/avibactam), un antibiótico para infecciones graves producidas por patógenos gram negativos multirresistentes; Cresemba (isavuconazol), un tratamiento antifúngico para pacientes con infecciones fúngicas invasivas, y Bosulif (bosutinib), para la leucemia mieloide crónica.
Sobre los esquemas de financiación adoptados, Rodríguez ha segurado que están intentando "ser creativos y buscar fórmulas que beneficien tanto a la Administración como a nuestra compañía", una filosofía que quieren mantener de cara al futuro próximo, donde se espera, ha recordado el director general de Pfizer, "una transición hacia una medicina cada vez más personalizada y dirigida a grupos de población más reducidos, lo que nos llevará a fórmulas de financiación más complejas, como los techos de gasto, los acuerdos de riesgo compartido, a las cuales no solo estamos abiertos, sino que también los estamos proponiendo".
No obstante, la directora de Acceso de la compañía, Concha Serrano, ha señalado que existen aún algunas dificultades para la implementación de estas fórmulas, sobre todo de las que implican un pago basado en resultados, "ya que eso requiere de registros exhaustivos, donde aún nos queda mucho camino por recorrer". El mismo argumento utilizó para poner en cuestión las posibilidades de aplicar, a corto plazo, de modelos como el pago por indicación como el que propone Roche.
Complejidades asociadas a los registros
Y es que, a nivel de registros, "existen distintos sistemas que utilizan las comunidades autónomas, no se estén agregando esos datos a nivel nacional y existen dificultades para implicar a los profesionales sanitarios en el mismo", ha confirmado. Además, en una situación ideal, en la que todos esos datos se recogieran y se agregaran, Serrano se ha referido a otras complicaciones que hay que tener en cuenta: "Cuando son respondedores o no, no hay problema, pero a veces nos encontramos con situaciones intermedias, las cuales son difíciles de solventar".
Sin embargo, en España existen ya casos recientes de la aplicación, a nivel nacional, de esquemas innovadores de financiación asociados a un registro de efectividad terapéutica asociado. Pasó con la hepatitis C, y ha ocurrido lo mismo con Spinraza (nusirerén), el nuevo medicamento de Biogen para la atrofia muscular espinal (AME), aunque en opinión de Serrano, en este último caso es más normal, ya que la tarea se ve facilitada cuando el número de pacientes se reduce. Sea de la manera que sea, Rodríguez ha recalcado que la industria, en general, y Pfizer, en particular, están comprometidas "con la búsqueda de soluciones que generen eficiencia para el sistema, ya que no nos podemos permitir que la innovación se quede parada porque no podemos explotar una información que genera el propio SNS".
Del caso de Spinraza también habría que destacar el acuerdo que se ha buscado con las comunidades autónomas para establecer los protocolos farmacoclínicos y homogeneizar así el uso en todo el territorio nacional, lo que, para la directora de Acceso de Pfizer "sienta un precedente muy positivo", sobre todo para una compañía, como la americana, que tiene su foco terapéutico en las enfermedades raras y la oncología (además de las enfermedades metabólicas e inflamatorias, o las vacunas), ya que es ahí donde el Ministerio quiere aplicar este tipo de acuerdos. Pese a las intenciones de convergencia manifestadas en este acuerdo por Spinraza, Serrano ha recordado que "lo mismo se intentaba con los IPT y, aunque hay más aceptación de las comunidades autómomas y menos reevaluaciones, aún queda camino por recorrer".
Del resto del asuntos a nivel regulatorio, ambos responsables han valorado el marco de estabilidad que les ha proporcionado la firma del protocolo entre Farmaindustria y los ministerios de Sanidad y Hacienda, tras años de vaivenes normativos.
Futuro próximo
Vista la situación actual, Rodríguez se ha referido también a las perspectivas de futuro que tiene la compañía, las cuales, ha dicho, "son muy prometedoras". En eso tiene que ver el estado avanzado de algunos medicamentos como tanezumab, un fármaco en fase III para dolor crónico, con el que quieren dar respuesta a la alarma que se está generando en países como Estados Unidos por el incremento excesivo del consumo de opiáceos. España, en este sentido, está jugando un papel importante en la fase de investigación clínica, siendo el segundo país a nivel mundial en participación, después del norteamericano. Y es que, según Rodríguez, "la calidad de los profesionales y de la investigación que se realiza, así como de las insfraestructuras, y también la agilidad en el reclutamiento de pacientes" ha hecho de España un lugar cada vez más atractivo para invertir en este ámbito.
También confieren una gran relevancia una nueva molécula para hígado graso no alcohólico, para el que se han incorporado a pacientes en el diseño del protocolo a nivel global. Y es que, la relación con los pacientes es otro de los aspectos estratégicos para Pfizer, que pretende intensificar su labor de colaborador con las asociaciones, sobre todo para darles soporte en materia de formación.