Diariofarma comenzó en julio de 2017 la celebración de un ciclo de Encuentros de Expertos de las diferentes comunidades autónomas para analizar la situación de los biosimilares en cada una de ellas, así como las medidas más destacadas aplicadas para fomentar su utilización. El balance, hasta la fecha, tras haber abordado la cuestión en un total de nueve autonomías, ha sido muy positivo, y ha servido para identificar algunas prácticas interesantes.
Una de las conclusiones que se ha obtenido de esta ronda de encuentros es que, aunque estos productos han cumplido ya más de once años en la terapéutica, la realidad es que la llegada de los últimos biosimilares, anticuerpos monoclonales o antiTNF, entre otros, con indicaciones para patologías muy prevalentes y de compleja gestión, ha marcado un antes y un después en este segmento, y ha atraído la atención tanto de los gestores como de sanitarios. La generación de competencia e innovación y las posibilidades de generar eficiencias en el ámbito farmacéutico ha sido vista como una oportunidad para la sostenibilidad por los gestores.
Entre las propuestas con más consenso, cabría destacar la necesidad de mejorar la formación de los profesionales, así como la búsqueda de un diálogo constante con ellos, y la información que se ofrece a los pacientes, para limar las incertidumbres que se han generado en torno a estos medicamentos. En todos los casos, se ha puesto de manifiesto la tendencia a que las medidas sean consensuadas con el resto de actores, para, de ese modo, eliminar las posibles resistencias. En este sentido, es relevante señalar que las políticas de las comunidades autónomas rechazan actuar por imposición en este asunto ya que consideran mejor abordar la gestión de los biosimilares desde el convencimiento.
Medidas hacia la prescripción
Dentro de las medidas aplicadas, cabe destacar, por un lado, las dirigidas a la prescripción. Alguna autonomía, como Baleares o Galicia, ha establecido una cuota mínima explícita, aunque la palabra cuota no suele ser del agrado de los gestores, por las ampollas que levanta, y los gestores prefieren llamarlos objetivos o indicadores. Estos objetivos se han incorporado en muchos casos en los contratos programa anuales. En lo que respecta a la prescripción, también es una práctica general el impulso a los biosimilares en pacientes naive, dejando en manos del médico la decisión en el caso de los pacientes que ya han iniciado tratamiento. Murcia, por su parte, destaca por establecer de forma oficial la necesidad de intercambios a biosimilar en, al menos, dos servicios de cada hospital.
De forma menos directa se ha actuado en otras autonomías, que han orientado más sus acciones a convencer a los facultativos a base de evidencia. Castilla y León, con la difusión de estudios con biosimilares, y País Vasco son algunos de los exponentes. Comunidad Valenciana, por su parte, ha ido un paso más allá y se ha adentrado en el inexplorado mundo de la evaluación de resultados obtenidos con biosimilares, muy en línea con lo que ha hecho también Cataluña, que ha combinado esta evaluación con el establecimiento de objetivos de prescripción.
En cuanto a compartir los beneficios con los clínicos que generan ahorros por la utilización de estos productos no hay consenso. Algunas regiones como Cataluña impulsan activamente prácticas de gain sharing, mientras que otras como Baleares, directamente las rechazan.
Compartir las decisiones con los pacientes en casos de intercambio y no anteponer el coste a la calidad asistencial han sido otras de las cuestiones que de forma general se han visto como pautas generales de comportamiento en las políticas declaradas por las autonomías que han participado en estos encuentros.
Otra cuestión que es necesario destacar es la amplia dispersión de resultados en forma de cuota de mercado que alcanzan los biosimilares en las distintas comunidades autónomas. En este sentido, es muy relevante observar que hay diferencias muy significativas entre las diferentes especialidades médicas que tienen biosimilares a su disposición, y lo que es más relevante, entre hospitales de una misma comunidad autónoma. En este sentido, se achaca el resultado al apoyo e impulso más decidido o no a estos productos por parte de los responsables hospitalarios y de los servicios médicos.
Pacientes y clínicos
A lo largo de todos los encuentros han participado representantes de los pacientes de asociaciones muy diversas en cuanto a la patología que tienen como foco. En general, su principal preocupación es que cualquier cambio de tratamiento que le pueda afectar sea consensuada con los pacientes de forma individualizada. Además, los pacientes coinciden en la necesidad de recibir más información en general sobre los medicamentos biosimilares y reclaman que, en ningún caso, se antepongan los ahorros a las necesidades de los pacientes y su bienestar con el tratamiento.
Otro aspecto que preocupa a los pacientes es la posible falta de equidad con el establecimiento de decisiones diferentes en hospitales o comunidades autónomas.
En esta misma línea que los pacientes, los clínicos, que también han participado en representación de muy diversas especialidades, consideran básico conocer cualquier cambio de tratamiento de sus pacientes de modo que no se realicen sustituciones en el momento de la dispensación o administración.
Los médicos, de forma general, han expresado su convencimiento de la seguridad y eficacia de los medicamentos biosimilares al ser aprobados por la misma agencia (la Agencia Europea de Medicamentos) que aprobó los originales, aunque aún algunos manifiestan sus dudas, especialmente en lo que ocurriría en casos de intercambios sucesivos del medicamento en un paciente.
Éstas son solo algunas ideas que sirven para resumir el trabajo realizado, con la colaboración de Sandoz y Biosim, y que se les presenta, de forma más detallada, en las siguientes líneas. En ellas encontrarán un breve análisis de las medidas aplicadas por cada una de las autonomías, así como los datos de penetración, los cuales hay que relativizar, ya que no pertenecen a las mismas franjas temporales.
Extremadura
En el encuentro celebrado en Extremadura, el director general de Asistencia Sanitaria del Servicio Extremeño de Salud (SES), Vicente Alonso, informó de la emisión de una instrucción dirigida a los facultativos para usar biosimilares en pacientes de nueva indicación, manteniendo la decisión en sus manos de si se debía proceder al intercambio con los ya tratados. Una medida que, dijo, permitió que se pasara “de un uso excepcional” a otro más generalizado.
Diálogo, formar a médicos e informar a pacientes, claves en los biosimilares
Durante el encuentro también se abogó por la creación de un Observatorio a nivel nacional para compartir buenas prácticas en el uso de biosimilares (una iniciativa percibida como útil, salvo en contadas excepciones, por los participantes en los encuentros de las distintas comunidades autónomas) y, de este modo, aumentar la confianza entre los profesionales y los pacientes. En relación con esto, se puso encima de la mesa el valor de un registro pormenorizado de datos sobre uso en práctica clínica para ir generando evidencia a favor de la utilización de estos productos.
Castilla y León
En el Encuentro de Expertos celebrado en Castilla y León participaron, entre otros, el director general de Asistencia Sanitaria de la Gerencia Regional de Salud (Sacyl), José Jolín, y la directora técnica de Farmacia de la Consejería, Nieves Martín Sobrino, quienes confirmaron su apuesta “decidida y prudente” por estos fármacos, la cual, en el agregado de 2017, se habría traducido en una penetración del 30%, llegando en algunos meses al 40%.
CyL destaca su apuesta “decidida y prudente” por los biosimilares
Para ello, la Consejería habría optado por la formación, la información y el convencimiento, y, en este sentido, Martín Sobrino se refirió a la difusión de los estudios disponibles a través de las plataformas web internas y la promoción de charlas y encuentros profesionales. Además, se han establecido grupos de trabajo para que sean los propios profesionales que ya trabajan con biosimilares los que vayan trasladando su experiencia a otros que aún no cuentan con estos productos autorizados para las indicaciones que manejan.
Galicia
También decididas a impulsar los biosimilares parecían las autoridades gallegas. Tanto fue así que Antonio Fernández-Campa, gerente del Servicio Gallego de Salud (Sergas), anunciaba el establecimiento de un objetivo de utilización de biosimilares del 40% en dosis diarias definidas (DDD) para adquisiciones realizadas fuera de concurso.
Galicia se plantea un 40 por ciento como objetivo en nuevos biosimilares
En este sentido, el gerente del Sergas confirmaba además que estaban trabajando en una fórmula de licitación que les permitiera “que puedan coexistir biosimilar y original”, y aludió como experiencia al establecimiento de lotes en el caso de la oxigenoterapia.
Durante el encuentro, también se puso en valor una experiencia basada en la integración de una profesional farmacéutica en el Servicio de Hematología del Complejo Hospitalario Universitario de Orense (CHUO), que habría contribuido a afianzar los valores de seguridad y eficiencia de los medicamentos en los profesionales, y que podría ayudar a generar confianza también en los pacientes, resolviendo sus dudas.
Madrid
Los representantes de la Comunidad de Madrid mostraron también su confianza en los medicamentos biosimilares, una apuesta que por entonces se traducía en un nivel de introducción del 28% del total de biológicos. No obstante, con algunos, como filgrastim, se había llegado ya al 80%.
Madrid: “La cultura del medicamento biosimilar va más allá del precio”
La aplicación de una política de promoción de uso en los pacientes naive parecía clara, aunque no fue explicitada por la subdirectora general de Farmacia y Productos Sanitarios, María José Calvo. Sin embargo, reconoció que el 83% de pacientes “nuevos” comenzaba con el biosimilar de infliximab, y el 69% con el de etanercetp.
Entre las medidas apuntadas para favorecer la utilización de estos productos sí aludió a la publicación de indicadores para poder realizar una comparación entre los distintos centros, ya que se apreciaba cierta variabilidad.
País Vasco
En el Encuentro de Expertos sobre biosimilares que tuvo lugar en el País Vasco, su director de Farmacia, Jon Iñaki Betolaza, expresó su convicción en que “lo más importante no es fijarse un objetivo numérico de pacientes tratados, sino tener una senda”. Así, aseguró que el objetivo principal de su Departamento era el de “generar confianza, porque ésa es la única forma de lograr una implantación exitosa”.
País Vasco introduce los biosimilares mediante una política colaborativa
Para dar respuesta a esa necesidad, habían diseñado, dijo, una “estrategia inteligente y colaborativa” para ofrecer información completa a los pacientes. A esto añadió la celebración de sesiones informativas y formativas para los profesionales sanitarios. “Se realizan declaraciones conjuntas entre médicos y pacientes y se sigue el posicionamiento de las sociedades científicas”, declaró además Betolaza.
Baleares
La siguiente parada de los encuentros de expertos sobre biosimilares fue la de Baleares. Atanasio García Pineda, director de Asistencia Sanitaria del IB-Salut, reconocía que la implantación en su comunidad autónoma era "muy variable”, un fenómeno que explicaba con el hecho de que “cada hospital tiene diferentes médicos y cada uno tiene una sensibilidad diferente”. Así, los datos disponibles hablaban de implantaciones que superan el 40%, y otras que no llegan al 20%.
Baleares, dispuesta a apostar por los medicamentos biosimilares
Con el fin de reducir esta variabilidad, las autoridades baleares habían propuesto en los contratos de gestión, de acuerdo con los servicios hospitalarios y con Atención Primaria, que todo aquel fármaco que tuviera un biosimilar disponible alcanzara un nivel de prescripción de al menos un 50%.
Comunidad Valenciana
En el encuentro celebrado en la Comunidad Valenciana se pudo ver, también, que allí se valora la aportación que pueden hacer estos. Así lo constató Narcís Vázquez, secretario Autonómico de Sanidad Pública, quien afirmó que el uso de los biosimilares se situaba en torno al 30%, aunque el objetivo que se había marcado la Consejería de Sanidad era el de alcanzar el 45%.
La Comunidad Valenciana prevé llegar a un 45% en el uso de biosimilares
Como en otras comunidades autónomas, en la valenciana se había apreciado cierta variabilidad entre centros, lo que les ha llevado a realizar una serie de estudios ad hoc para conocer los motivos.
En paralelo, estaban apostando por la evaluación de resultados, algo que les permite el sistema Proto, un programa informático para medir la eficacia y eficiencia de los medicamentos. Según los datos contenidos en él, afirmó, “los biosimilares han demostrado la misma eficacia y seguridad” que los biológicos de referencia. En línea con esto, anunció la intención de la Generalitat de crear un observatorio de resultados de biosimilares y reconoció la importancia de poder compartir experiencias con otras comunidades autónomas.
Murcia
Como el resto de representantes públicos, los de Murcia también mostraron su predilección por el uso de biosimilares. Así lo puso de manifiesto María Teresa Martínez, directora general de Planificación, Investigación, Farmacia y Atención al Ciudadano, que se refirió a la resolución adoptada en 2017, por acuerdo de la Comisión Regional de Farmacia y Terapéutica, para que, en cada hospital, al menos dos servicios impulsen acciones concretas para intercambiar originales biológicos por biosimilares, según se pacte en la Comisión de Farmacia y Terapéutica. De esta forma, se habría alcanzado una penetración que rondaría el 25%.
Biosimilares en Murcia: dos servicios de cada hospital deben impulsarlos
La medida se lleva a cabo mediante la aplicación de protocolos, los cuales están siendo bien recibidos, porque permiten establecer los intercambios de forma consensuada con los clínicos, quedando fijado en qué casos se va a aplicar el switch y cómo se miden los resultados de esa acción.
Cataluña
El último de los encuentros de expertos sobre biosimilares de este 2018 tuvo lugar en Cataluña, donde Joaquim Delgadillo, gerente de Prestaciones Farmacéuticas y Acceso al Medicamento del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) hizo alusión a la puesta en marcha, en 2016, de estrategias de evaluación de los biosimilares, estudiando aspectos como intercambiabilidad, penetración, seguridad y similitud. De este modo, empezaron, en 2017, “a utilizar biosimilares en función de los contratos de los diferentes centros con el CatSalut, asignando los presupuestos y determinando la intención de alcanzar cuotas de penetración del 80% en pacientes naïve”.
Cataluña opta por el impulso de los biosimilares con diálogo y formación
Dicho esto, apuntó que la gran mayoría de centros catalanes que optaron por la prescripción de biosimilares en estos pacientes habían superado el objetivo del 80%, lo cual ha animado a ampliar la estrategia a todo tipo de pacientes mediante indicadores globales de utilización, para controlar un posible deslizamiento terapéutico hacia otras moléculas. La evaluación de los resultados se ha realizado con base en la firma de nuevos contratos con los proveedores, o en función de la aparición y aplicación de nuevos biosimilares.
También participó en el encuentro Ana Clopés, directora de Política del Medicamento del Instituto Catalán de Oncología (ICO), quien defendió, como aspecto fundamental en el proceso de introducción de estos productos, el consenso existente entre especialistas y gestores, basado en la evidencia clínica, el cual habría sido posible gracias al trabajo de las comisiones de asesoramiento terapéutico. En ellas se realiza el seguimiento de resultados y trazabilidad, y se han podido comprobar, de primera mano, las características de los biosimilares.