La Comisión Europea ha editado, con el apoyo del Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas Sanitarias, una nueva edición del 'State of Health in the EU', el informe que analiza la situación de los sistemas sanitarios de la Unión, país a país. En el caso de España, el documento muestra cómo nuestro Estado destinó en 2017 el 8,9% de su PIB a Sanidad, mientras que la media de la UE está en el 9,8%.
El informe aclara que el gasto público representaba el 71% de todo el gasto sanitario en 2017, por debajo de la media de la UE, que es del 79%, y en él se explica que éste "descendió tras la crisis económica de 2009, debido a las medidas de reducción de costes". Finalmente, concluyen que, aunque "ha comenzado a aumentar de nuevo en los últimos años, sigue por debajo del nivel anterior a la crisis".
Todo esto tiene su reflejo en un gasto sanitario per cápita de 2.371 euros (ajustado según el poder adquisitivo), una cifra que está, según el informe, más del 15% por debajo de la media de los 2.884 euros de la UE.
Pese a esto, y dado que el SNS cubre la mayor parte de los gastos correspondientes a los servicios sanitarios prestados en hospitales y entornos ambulatorios, las necesidades insatisfechas de atención médica relativas al gasto, la distancia o los tiempos de espera serían "muy bajas" en España. "Solo un 0,1% de la población refería dichas necesidades en 2017", aseguran. Donde más necesidades insatisfechas se detectaron fue en materia de atención dental, que, cabe recordar, no está por el seguro de enfermedad obligatorio. Quizás por ello hayan sido varios los partidos que han incorporado la cobertura pública de estos servicios en sus programas electorales. PSOE y Unidas Podemos, con visos de formar Gobierno pronto, están entre ellos.
La falta de inversión pública, no obstante, se ha tenido que compensar con pagos directos por atención sanitaria por parte de los ciudadanos, especialmente a través de copagos de medicamentos y dispositivos médicos dispensados fuera de los hospitales, y también acudiendo a los seguros privados voluntarios. Éstos habrían "aumentado de forma constante entre 2010 y 2014, antes de disminuir ligeramente desde 2015 para alcanzar el 24% del gasto sanitario total en 2017". "Este porcentaje está", reza el documento, "muy por encima de la media del 16% de la UE".
Los pagos directos se concentran "especialmente en los medicamentos", situación que se deriva, indica la CE, "ya que están menos cubiertos" desde la reforma sanitaria de 2012, así como en la atención dental, que no está cubierta", inciden. Cabe recordar, a este respecto, que la revisión de los copagos es una de las medidas sanitarias prioritarias para PSOE y Unidas Podemos, tal y como lo expresaron en el acuerdo para la aprobación de Presupuestos y han incluido en sus programas para las elecciones del 10N.
Prestación farmacéutica
En relación con la prestación farmacéutica, y más allá de la referencia a los copagos, el informe recoge la evolución de la utilización de genéricos en el país. A este respecto, señalan que España "ha fomentado el uso de medicamentos genéricos para moderar el incremento del gasto farmacéutico", y precisan que, entre 2009 y 2014, el porcentaje en volumen de medicamentos genéricos en el mercado farmacéutico se duplicó pasando del 24% al 48%, aunque, a partir de ahí habría permanecido relativamente estable, en un nivel cercano, dicen, a la media de la UE (50%).
El documento recoge también el refuerzo normativo en el ámbito farmacéutico entre 2011 y 2014, aunque no parece muy preciso el análisis cuando dice "en la práctica, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social establece el precio máximo al que el sector público puede financiar un medicamento, los médicos deben prescribir utilizando el principio activo y los farmacéuticos deben dispensar el medicamento más barato dentro del grupo, normalmente un genérico". Es sabido que la extensión de la prescripción por principio activo es un tema pendiente, incluido, de hecho, en el nuevo Plan de Biosimilares y Genéricos diseñado por el último Gobierno en funciones, y que no existe ninguna norma que obligue a dar genérico ante la igualdad de precio.
Con respecto a los biosimilares, indican que "el sistema sanitario español ha incluido progresivamente la cobertura" de éstos, y que a finales del 2016, ya había 93, correspondientes a ocho principios activos, financiados por el SNS. Llaman la atención sobre el hecho de que solo tres se dispensen en farmacia, limitándose por el momento "principalmente a los hospitales". "Cada año se incluyen más biosimilares a medida que vencen las patentes de los medicamentos biológicos originales", indican, fieles a lo que realmente está ocurriendo.
El informe alude también a la función de la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del SNS, que desempeña, dicen, "un papel cada vez más importante en la evaluación de nuevas tecnologías para respaldar decisiones en lo relativo a la actualización del paquete de prestaciones del SNS". Reconoce, además, la elaboración de 278 informes de evaluación, 24 directrices clínicas y 22 informes de orientación metodológica, y admiten los trabajos recientes para examinar "nuevas maneras de incrementar la participación de los pacientes en la elaboración de evaluaciones y directrices".
Acciones en el ámbito de la Salud Pública
La Comisión Europea reconoce además en su informe "los esfuerzos por promocionar un uso más adecuado de los tratamientos", concretamente los antimicrobianos- En este sentido, citan la actualización aprobada en el Consejo Interterritorial del SNS del plan nacional para reducir el consumo de antibióticos en seres humanos y animales.
También se recogen datos actuales de la cobertura vacunal contra el sarampión entre los niños, que sigue por encima del objetivo del 95% de la OMS, la cobertura contra la difteria, el tétanos y la tos ferina, así como contra la hepatitis B, que se encontraba por debajo de dicho umbral en 2018. Destacan que "la vacunación infantil se lleva a cabo en los centros de atención primaria, a los que prácticamente toda la población acude para recibir asistencia ambulatoria perinatal y pediátrica".
En lo que respecta a la vacunación contra la gripe en mayores de 65 años, sitúan a España, con un 56% de las personas vacunadas en 2017, "por encima de la media de la UE". "No obstante, la tasa de vacunación contra la gripe ha descendido en casi 10 puntos porcentuales en la última década, alejándose del objetivo de la OMS del 75% de las personas de dicho grupo de edad". Concluyen, en este caso, haciendo referencia al acuerdo adoptado en 2018 para aplicar el calendario común de vacunación para todas las comunidades autónomas, que habría comenzado a aplicarse en 2019, aunque son conocidas las medidas unilaterales adoptadas por algunas autonomías, que estarían ampliando en algunos casos las vacunas financiadas o las propias pautas.