Los sistemas sanitarios están ante el reto que supone asumir la innovación que está llegando a las puertas de la clínica al tiempo que aseguran su propia sostenibilidad. Ante esta situación, una de las recetas que propone el consejero de Sanidad del Principado de Asturias, Francisco del Busto, es el establecimiento de pactos con la industria farmacéutica. Según del Busto, el objetivo tiene que ser ponderar el valor real que aportan los medicamentos, tal y como ha explicado a Diariofarma en una entrevista.
P. En las últimas semanas, se empezó hablar de la existencia de algunas farmacias asturianas que estaban en situación difícil. ¿Cómo valora la situación de esas farmacias rurales?
R. El mantenimiento, contra viento y marea, de las farmacias de los ámbitos rurales es una obligación de los gobiernos, ya que la oficina de farmacia es una parte importante del sistema sanitario. Colaboran, trabajan y son ‘punta de lanza’, sobre en todo en las zonas rurales, pero también en las urbanas, en la prevención de enfermedades, política sanitaria, adherencia en los tratamientos, su seguimiento y de un conjunto de cuestiones que tiene que ver con lo que es la ordenación farmacéutica y lo que tiene que ver con la prescripción farmacéutica y su seguimiento. La desaparición de una farmacia en el ámbito rural no es de recibo, debe ser algo que debe solucionarse. Nosotros tenemos a dos farmacias en situación VEC y entendemos que estamos obligados a mantener esas farmacias al servicio de los ciudadanos. Por ello las hemos apoyado y aportaremos las ayudas que sean necesarias para que esas farmacias continúen abiertas.
P. La farmacia está reclamando hace tiempo la integración, participación con el sistema con la prestación de servicios de cribado y detección etc. ¿Tienen en mente incrementar este tipo de actividades y de integración de la farmacia y que preste más servicios y una prestación más estrecha con el sistema?
R. Nuestra relación con el colegio de farmacéuticos es de éxito, todo lo que hemos implementado con ellos ha salido bien, y algunas actuaciones, que creíamos que era íbamos a tener problemas de desarrollo, se han solucionado en tiempos récord. Empezamos a trabajar con las farmacias hace años en la dispensación de metadona; posteriormente, y ha sido un éxito absoluto y total, la receta electrónica, que en un tiempo récord, año o año y medio, hemos conseguido desarrollar el 100% de la atención primaria; por último, hace poco comenzamos con algo, que creíamos que iba a traer problemas y que demuestra la opinión que tiene del servicio de farmacia la población asturiana. Hemos empezado a desarrollar la detección del VIH/Sida, con diez farmacias y vamos a seguir ampliando a comienzos del próximo año ya que han sido capaces de atraer a esos colectivos que nunca hubieran llegado a los centros sanitarios para hacerse la prueba.
P. ¿Entonces, podrían abordar nuevos proyectos?
R. Estamos totalmente abiertos al Colegio de Farmacéuticos para seguir desarrollando cualquier otro proyecto que desde la Dirección General de Salud Pública o la gerencia del Sespa podamos aportar. En relación al cribado de cáncer de colon no, ya que creemos que tenemos un buen protocolo, con un buen resultado y lo estamos centralizando en atención primaria. El Colegio de farmacéuticos y las oficinas de farmacia tienen mucho trabajo de concienciación de la población, y lo sé como hijo, hermano y padre de farmacéuticos. Yo conozco el compromiso claro que tienen con el paciente. La relación con la farmacia no es buena o mala, es obligatoria. El farmacéutico forma una parte indisoluble con el médico y enfermera en cuanto a la formación e información al paciente.
P. ¿Estarían abiertos a la concertación de servicios y al pago por la prestación?
R. No tenemos ningún problema de trabajar con las farmacias o cualquier otra de las instituciones que tengamos concierto o convenio en cualquier propuesta que se nos ponga encima de la mesa y que sea útil y válida. Entiendo que forman parte del sistema sanitario.
P. Hace un par de semanas Encarna Cruz, Directora General de Cartera Básica, anunció que iba a estudiar, la posibilidad de incorporar la conciliación de la medicación, transición de niveles y la revisión del uso de la medicación, que podría ser un nuevo ámbito de colaboración y quedaría por perfilar la financiación.
R. Yo creo que uno de los grandes problemas del sistema sanitario es la adherencia al tratamiento, que utilizamos demasiados fármacos y que en muchos de ellos no se llega al final del tratamiento. Además, hemos de seguir trabajando entre todas las instituciones para que el ciudadano tenga una adherencia mayor al tratamiento. Cualquier actuación en esa línea es coste-efectiva pero, además, es absolutamente imprescindible y necesaria de acuerdo a las resistencias que tenemos a determinados medicamentos. También respecto a las interacciones medicamentosas que tienen los pacientes polimedicados, que cada vez son más. Trabajar en adherencia e interacciones medicamentosas es un asunto de seguridad. Y este trabajo lo pueden realizar muy bien las farmacias, además de la atención primaria y la atención hospitalaria.
P. En su momento quedó en stand by el tema de las subastas. ¿En qué situación está ahora mismo este asunto?
R. Me preguntaron tres o cuatro veces sobre ese asunto en la Junta. Todo surge por la subastas de medicamentos en Andalucía, ellos cuentan con la ventaja que se contempla en su Ley de Farmacia la posibilidad, nuestra Ley de Atención y Ordenación Farmacéutica de 2007 no contempla esa posibilidad, con lo cual evidentemente y así lo he explicado en la Junta, nosotros tenemos que empezar a modificar la ley. Entiendo que las subastas tienen grandes ventajas económicamente, pero también cuestiones comprometidas: evidentemente tenemos que sopesar el seguimiento por parte de los ciudadanos. El proveedor único conlleva que pueda haber desabastecimientos en un momento determinado. Además, si cada dos o tres años sacamos un nuevo concurso y una nueva empresa puede ganarlo, puede que tengamos que cambiar los envases a los pacientes crónicos, por lo que son cuestiones que hay que valorar. Las subastas conllevan una gran ventaja de disminución de costes, pero es como todo, estamos hablando de una balanza que hay que valorar en su conjunto y tomar una decisión. Como ya dije en la Junta, no podemos ir a una subasta hasta que no modifiquemos la ley de farmacia, no nos lo permite nuestra propia legislación actualmente.
P. ¿Pero lo descartan políticamente?
R. Yo, personalmente nunca descarto nada. Pero valorando pros y contras, creo que es un tema a analizar, pero no a descartar. En los próximos año o año y medio probablemente no será posible hacer la modificación de la ley.
P. ¿En la siguiente legislatura?
R. Probablemente.
P.- Pasando al ámbito del medicamento hospitalario, ¿tienen previsto en el ámbito de Farmacia Hospitalaria alguna otra medida de cara al control de gastos?
R. La farmacia hospitalaria está creciendo a pasos agigantados. En Asturias estamos casi en 300 millones de gasto en receta; partíamos de 80 o 90 millones en farmacia hospitalaria y estamos ya casi en 160 a 170 millones. Estamos trabajando en nuestra central de compras, que se creó hace dos años aproximadamente. Creo que negociar con la industria Farmaceutica y laboratorios la disminución de costes y mejorar el precio de los medicamentos en base a compras para toda la comunidad autónoma es una línea de trabajo clara. El objetivo sería que la compra del 100% de los fármacos fuera centralizado y el 100% de los productos del Sespa que llevamos en el capítulo II sean también por compra centralizada. Podríamos llegar a un ahorro de cerca de 18 a 20 millones de euros, en el total del capítulo II.
P. Asturias, con un millón de habitantes, ¿tiene masa suficiente para conseguir ahorros adecuados a través de una compra centralizada propia, en vez de con el Ingesa?
R. Nosotros trabajamos con Ingesa y hay veces que hemos conseguido nosotros, precios más baratos que con ellos. Eso no es óbice para que trabajemos con Ingesa en que aquello que nos venga bien.
P. Pero eso no es lógico...
R. No, pero si consigo precios mejores… lo ideal sería una central de compras para todas las comunidades autónomas. Que España tuviera una agencia tipo NICE y que se avanzara también en trabajos a nivel supranacional.
P. Además de la política de compras, ¿qué otras actividades ejecutan o tienen pensado para asegurar el acceso a las innovaciones?
R. Nosotros entendemos que la innovación es algo a lo que estamos obligados. Asturias no tiene capacidad, y yo creo que el Estado Español tampoco, para desarrollar una política en esta línea. Aquí sí se necesita un Pacto entre el Sistema Nacional de Salud y la industria farmacéutica. El ciudadano debe de tener el tratamiento que esté demostrado que es mejor para su enfermedad, esto es indiscutible y la industria farmacéutica tiene derecho a recuperar parte de su inversión, evidentemente. Si no, no habría investigación. En ese escenario, el precio del medicamento debe ser un precio adecuado a su valor verdadero y creo que en este momento está sobrevalorado. Las diferencias de precios que se han visto en la hepatitis C demuestran que estamos pagando otras cosas. Entiendo que el valor efectivo del medicamento necesita un pacto, y de esta forma no pondremos en peligro la sostenibilidad del sistema sanitario, por una parte, y por otra, podríamos seguir subvencionando toda la investigación y dando sus ganancias a la industria que verdaderamente está trabajando para poder sacar nuevos fármacos hacia delante. Si no llegamos a ese pacto, tarde o temprano, empezaremos a ver que no llegaremos a determinados fármacos que son fundamentales. Aquí el Pacto por la Sanidad es importante, pero el pacto con la industria es obligatorio. Tenemos que llegar al valor real del medicamento y, si no lo hacemos, probablemente tendremos grandes problemas. Asturias no tiene capacidad para arreglar ese problema. Es un problema de Estado y más del conjunto de los países europeos.
P. La solución estaría más a nivel europeo utilizando herramientas de evaluación para determinar el valor, debería ir por esa línea la solución.
R. Yo creo que debemos mirar el valor no solo real, sino también el valor social, comunitario que en cada momento tiene en la sociedad en la que estamos, es decir puede entenderse que somos sociedades más ricas que otras y no se nos puede pedir más de lo que estamos dispuestos a pagar justamente. Esto lo que a través de una política de Estado debemos marcar hasta dónde deben llegar los beneficios en determinados fármacos. Seguro que la investigación ha sido muy importante en determinadas enfermedades raras, pero realmente yo no entiendo como un fármaco puede llegar a costar 600.000 euros por ciudadano y año, por mucha investigación que se realice. O nos ponemos de acuerdo o vamos a salir perdiendo todos. El comprador puede no llegar a más y el vendedor tiene que saber que este tipo de fármacos solo los administra el sistema público. Una cosa está clara, solamente los sistemas públicos sanitarios podemos utilizar y utilizaremos esos fármacos, los privados no están llegando. La industria no debe acorralar al único que adquiere estos fármacos y esto ha de estar adecuado a un precio adaptado al valor real de la innovación, ajustado en función de los costes reales, ajustados a su valor y con un beneficio adecuado.
P. ¿Qué papel otorga a los genéricos y a los biosimilares?
R. Nosotros estamos trabajando intensamente en esta línea. En el caso de los biosimilares el Hospital de Mieres, es pionero y está en unas cifras importantes del 25 al 30 % y el resto de los hospitales van en esa senda, yo creo que es un futuro claro de seguir trabajando con los mejores fármacos al precio más barato. En este momento siguen siendo todavía denostados los biosimilares frente a los biológicos de marca, pero pasará igualmente que con los genéricos y con el principio activo. Debemos seguir con el fármaco más barato siempre que sea la misma calidad y tendiendo a la excelencia en cuanto a los tratamientos y fármacos. Ahora se nos abre una posibilidad de reducir costes con los biosimilares.
P. ¿Tienen en mente poner en marcha medidas para su impulso en pacientes nuevos, cambios de tratamiento?
R. Nosotros estamos en una línea de trabajo con los profesionales y a través de los servicios de farmacia hospitalarios, de trabajar entre iguales en cuanto análisis de cada uno de los biosimilares y los tratamientos que se están siguiendo en los hospitales. En base a eso, cambiar a los nuevos fármacos que van surgiendo y empezar con los nuevos fármacos en tratamientos nuevos.
El periodista se ha olvidado poner encima de la mesa el gravísimo problema de las guardias rurales en Asturias. Un servicio sobredimensionado con unos costes personales y económicos inaceptables. Se han reorganizado los servicios médicos (costo/ efectividad) pero parce inaceptable adaptar las guardias rurales, donde es el farmacéutico (con los recursos económicos y de personal cada vez mas comprometidos) quien ha de asumir 24 h de servicio 365 días al año. Una lástima que sigamos como en el Siglo pasado: sin dar un solo paso y mirando hacia otro lado.