La industria fija posiciones de cara a las próximas elecciones europeas

A poco más de siete meses para las próximas elecciones europeas, la industria farmacéutica innovadora, representada por Efpia, ha elaborado su carta de recomendaciones, en forma de Manifiesto,al que se ha adherido, como no podía ser de otra manera, la patronal española (Farmaindustria). Para el sector, las prioridades deben ser las de garantizar el acceso a los mejores tratamientos y mantener, e incluso mejorar, la posición del Viejo Continente como referente mundial en el campo de la investigación clínica para el desarrollo de nuevos medicamentos.

Para garantizar que esto ses así, industria farmacéutica considera que ha llegado el momento de impulsar la evolución hacia sistemas sanitarios centrados en el paciente y en los resultados, de modo que permitan a los gobiernos reconocer y premiar la innovación basándose en el valor (clínico, económico y social) que aporta a los pacientes y la sociedad.

El sector aboga, también, por mejorar el acceso de los pacientes a la innovación configurando un futuro sistema de evaluación clínica europeo que acelere el proceso a través de la armonización de los requerimientos de datos clínicos y la eliminación de la duplicidad en evaluaciones. Cabe recordar, en este sentido, el intento de la Comisión Europea de regular la cooperación en HTA obligando a los Estados a asumir como propios los informes conjuntos y no realizar reevaluaciones clínicas, intento que, por el momento, parece que podría haberse frustrado tras el informe aprobado por el Parlamento Europeo.

La industria también considera "mejorar la posición de Europa en la rapidez de la tramitación de terapias innovadoras que cubran necesidades de salud no cubiertas", garantizando que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) tenga la flexibilidad y los recursos necesarios para continuar a la vanguardia de la excelencia regulatoria mundial.

Asimismo, ven imprescindible defender el sistema europeo de alto nivel de propiedad industrial "fomentando una sólida protección de estos derechos, los incentivos y los mecanismos de recompensa de la I+D, los nuevos incentivos para necesidades médicas no cubiertas como la resistencia antimicrobiana, y el apoyo a start ups y pequeñas empresas, incluyendo las pyme". "Los decisores políticos europeos deben salvaguardar el actual sistema de patentes de la Unión Europea, los certificados complementarios de protección y la legislación de protección de datos", agregan.

A este respecto, cabe recordar que está en plena revisión el sistema de incentivos a la industria (vea el resultado del análisis encargado por la CE publicado en Diariofarma), de la cual se podrían derivar algunas medidas que contravengan los intereses de los laboratorios. A juicio de la Efpia y las asociaciones nacionales, cambiar cualquier parte de los incentivos farmacéuticos y del marco de recompensa de la I+D "amenaza con menoscabar el proceso de innovación que los pacientes, el sistemas de salud y la sociedad necesitan para abordar los desafíos a los que se enfrentan".

Finalmente, la industria señala que es crucial apoyar un marco legal flexible para alianzas público-privadas en salud, y lanzar un nuevo diálogo estratégico para los sectores sanitario y de ciencias de la salud de la Unión Europea con el fin de implementar una hoja de ruta ambiciosa, trabajando con todos los grupos de interés clave para potenciar las propuestas expresadas en el Manifiesto.

Lo que ofrece la industria

A cambio de todo esto, el sector promete seguir liderando la I+D biomédica, en colaboración con los sistemas de salud, para, junto con los progresos en materia de prevención y diagnóstico, conseguir, con nuevos tratamientos, mantener el avance de las últimas décadas en la lucha contra las enfermedades, "que se traducen en que los ciudadanos de la Unión Europea hoy vivan 30 años más que hace un siglo". Pese a esos avances, recuerdan que "la lucha sigue activa", y citan, entre otras, al cáncer, que "sigue siendo una palabra aterradora", o el Alzheimer, para el que no existe aún tratamiento, así como la resistencia antimicrobiana, "que podría devolvernos a tiempos pasados". En este sentido, aseguran que el sector sigue comprometida con el descubrimiento, desarrollo y suministro de nuevos medicamentos, cada vez más precisos y eficaces, y citan ahí avances en el campo de la medicina personalizada, las terapias génicas y celulares, así como el potencial que ofrece aprovechar el big data.

La industria también apuesta por "mantener a Europa en la vanguardia de la innovación médica", un ámbito en el que el sector emplea a 115.000 personas (de una plantilla total de 750.000), y avisan de que algunas "inversiones industriales y en I+D se están desviando de Europa a otros lugares más atractivos". Para contrarrestar eso, habría que "avanzar", dicen, "en una agenda europea inteligente para promover la inversión y utilizar activamente la política comercial de Europa para fomentar los marcos regulatorio y de protección industrial europeos, así como su enfoque hacia la resistencia antimicrobiana".

Junto a estas cuestiones, la industria recuerda también su implicación en proyectos de investigación que surgen de la cooperación entre las autoridades públicas, los organismos regulatorios, las universidades, los hospitales, los centros de investigación, las asociaciones de pacientes y los laboratorios. Destacan, en este sentido, la Iniciativa Europea de Medicamentos Innovadores (IMI por sus siglas en inglés), la mayor alianza público-privada en salud en el mundo, con un presupuesto total de 5.000 millones de euros, la mitad de los cuales son proporcionados por la Comisión Europea y la otra mitad por la industria farmacéutica.