Los altos precios que presentan algunas de las nuevas terapias lanzadas al mercado exigen innovar en los modelos de pago. El foco está puesto, en este sentido, en los esquemas de pago por resultados, que, aunque no exentos de complejidades, permiten vislumbrar unos precios más adecuados al valor real de los medicamentos. Así se puso de manifiesto en el Encuentro de Expertos ‘Modelos de precios y financiación de nuevas terapias’, organizado por Diariofarma y moderado por su director, José María López Alemany.
Como gestor de la prestación farmacéutica en la Comunidad Autónoma de Navarra, Antonio López, subdirector general de Farmacia, reconoció que encuentra serias dificultades para saber, de primeras, "cuánto vale un medicamento, qué precio y qué valor tienen las nuevas terapias". Aseguró que hay algunas "que son disruptivas, y otras menos". A su juicio, es fundamental "hablar de precios justos, de precios que podamos mantener". De cara a pagarlos, "las características de los productos (refiriéndose a los resultados de los ensayos clínicos) nos valen hasta cierto punto", afirmó, y llamó a "explorar el pago por resultados, una buena línea en la que se está empezando a avanzar" y para la que Valtermed constituiría "una herramienta necesaria".
Sobre Valtermed habló Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), quien remarcó la importancia de contar con la voz de los pacientes. "Tendremos que ayudar a definir qué es innovación para nosotros, por ejemplo, en términos de calidad de vida", opinó.
En una línea similar a la de López se produjo la intervención de Francisco Martos, profesor de Farmacología Clínica de la Universidad de Málaga, quien descartó la fórmula de pago "en función del coste de investigación", porque, en ese caso, dijo, "pagaríamos ineficiencias". "No podemos pagarle más a quien invierte más en investigar", opinó, dando a entender que hay que premiar la eficiencia en la investigación clínica, no lo contrario. Sobre la estimación del valor que aportan los medicamentos, consideró que se trata de un proceso "complejo", y puso como ejemplo el cáncer, donde "las ganancias de vida a veces son pequeñas". Por eso, a su juicio, lo justo es "compartir riesgos", y defendió que, en un mundo democrático, tratar de ponerse de acuerdo es "un buen mecanismo".
También se postuló a favor de esta visión el ex secretario general de Sanidad, Rubén Moreno, quien se refirió al consenso que se está empezando a generar en torno a la necesidad de que los precios estén basados en el valor, ya que, "aunque se dirijan a una pequeña parte de la población, su coste puede resultar difícil de asumir".
Sobre la aplicación de estos modelos innovadores habló también Alberto Dorrego, socio del Departamento de Derecho Público Evensheds Sutherland, quien considera que, en esta cuestión, el informe de la Airef es "muy sensato". Lo que faltaría, como ya quedó recogido en la información previa sobre este encuentro, es "resolver la falta de encaje a nivel legislativo" de estas "fórmulas innovadoras de colaboración público-privada", para abrir la puerta a "una colaboración más a largo plazo, que trascienda el mero contrato de suministro".
Concha Serrano, directora de Corporate Affairs, Health & Value de Pfizer, compañía que colaboró en la organización de este Encuentro de Expertos, se mostró de acuerdo con la concepción de Dorrego, y aceptó la necesidad de adoptar nuevas fórmulas "que pueden requerir encaje administrativo". De hecho, se aventuró a pronosticar que pueda haber "terapias que se van a tener que pagar a 3-5 años". "Puede ser una solución, pero el sistema no está preparado", argumentó. Lo que considera imprescindible es que el sector pueda tener claro cuándo se van a utilizar estos esquemas y cuándo no.
Nuevos modelos para acelerar el acceso
Para Jesús María Fernández, ex diputado y experto en gestión sanitaria, el pago por resultados podría ejercer un buen tándem junto a la la provisión de fondos específicos para garantizar el acceso a determinados tratamientos "con características especiales". "Esto podría servir como un mecanismo adicional para algunas innovaciones farmacológicas que requieren más evidencia y presentan alto coste", señaló.
A la cuestión del acceso y las posibles soluciones se había referido, de manera particular, el subdirector general de Farmaindustria, Javier Urzay, quien echa de menos el desarrollo de "procedimientos de acceso temprano a la innovación" en España. A su juicio, ya se podría disponer de "mecanismos para tener un acceso más temprano cuando haya consenso sobre productos que sean importantes y hacer ajustes una vez decidido el precio y financiación", y puso como ejemplo el modelo francés.
Entre sus comentarios sobre el acceso, avanzó una línea de trabajo que está desarrollando la patronal del sector para medirlo, ya que, aseguró, habrían percibido "que en los 2-3 últimos años se están alargando hasta cuatro meses plazos en decidir la financiación".
Otro ámbito en el que se propusieron mejoras fue en el de la previsión. Serrano defendió, en este sentido, la aplicación del horizon Scanning, ya que, a su juicio, "lo lógico es prever qué viene dentro de uno o dos años, para ver cómo lo vamos a abordar, para analizar posibles ahorros, calcular el número de pacientes que tenemos". "Esto puede ayudar a no ir a salto de mata", argumentó.
López, por su parte, advirtió de que esto no es la panacea para amortiguar el impacto esperado en costes y aseguró que, como gestor, ve "imposible saber cuánto nos vamos a gastar en Farmacia el año que viene". "Podemos tener una idea de lo que llega, pero no acertar el presupuesto", aseguró, adhiriéndose a la tesis planteada por Jesús María Fernández en relación con la provisión estatal de fondos adicionales para que haya cohesión entre las CCAA grandes y las más pequeñas. "Yo iría en esa línea, para dar respuesta a esa necesidad en tratamientos nuevos y con alto impacto", concluyó.