En los últimos años, España se ha convertido en una referencia en investigación biomédica y en uno de los líderes en el ámbito de los ensayos clínicos. Consolidar esa posición, ampliarla a la investigación preclínica y traslacional y afrontar los retos de la plena aplicación del Reglamento Europeo de Ensayos Clínicos, requiere de dotar a los centros y hospitales de infraestructuras, recursos técnicos y humanos para adaptarse a las nuevas exigencias científicas, regulatorias y a una mayor competencia internacional.
En este contexto ha tenido lugar este martes en Madrid la XVI Conferencia Anual de las Plataformas Tecnológicas de Investigación Biomédica, que impulsan Farmaindustria, Fenin, Asebio, Veterindustria y Nanomed, con el título ‘Prioridades estratégicas en investigación biomédica’.
Durante la mesa inaugural, que ha contado con representantes de cada una de las entidades adheridas, así como con la presencia del director del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Cristóbal Belda, se han puesto de manifiesto las virtudes y ámbitos de mejora del ecosistema español de investigación biomédica.
Cristóbal Belda ha señalado que la investigación debe contar con tres cualidades “esenciales”. Debe ser transversal, con colaboraciones multidireccionales; se debe asegurar su implementación, para que pase más allá del papel y debe obedecer a buscar autonomía estratégica, como lección aprendida de la pandemia.
El director del ISCIII ha defendido la colaboración público-privada (CPP) como “una de las vías fundamentales del avance científico y social” y ha destacado la importancia de tender puentes entre academia y empresas. A este respecto también ha citado el Perte ‘Salud de Vanguardia’. Y en relación con la autonomía estratégica, para lo que hay que cambiar “nuestros propios comportamientos”, también ha señalado la necesidad de “apuestas transversales”, donde la CPP es “fundamental y sobre la que debe pivotar absolutamente todo”.
Previamente a la intervención de Belda, que cerró la mesa inaugural, el director general de Farmaindustria, Juan Yermo, destacó la posición de liderazgo de España en materia de ensayos clínicos y presentó una serie de datos que avalan dicha afirmación, ya que, tal y como dijo, tres de cada diez ensayos incluyen centros españoles y es frecuente que nuestro país sea el que incorpora y trata al primer paciente.
Además, Yermo explicó que España tiene “una gran oportunidad de convertirse en un gran hub europeo de investigación” y consideró que la Presidencia española del Consejo Europeo “podría permitir avanzar en estos objetivos”. En relación con esto, el director general de Farmaindustria señaló los riesgos que se ciernen sobre la innovación farmacéutica a raíz de la revisión de la legislación farmacéutica europea, que prevé reducir los incentivos a la investigación al recortar los periodos de protección.
El apoyo a la descentralización de la los ensayos clínicos, con la participación de más centros en toda la geografía nacional y el uso de herramientas tecnológicas que eliminen las distancias, así como profundizar en el uso secundario de los datos en salud, el fomento de la investigación en Atención Primaria o el compromiso con la ciberseguridad y la digitalización, son otros aspectos que la industria farmacéutica está impulsando para potencial el sector innovador biomédico de nuestro país, explicó Yermo.
Por parte de Fenin, Sergio Muñoz, director de Innovación, Salud Digital y Tecnologías Emergentes y Coordinador de la Plataforma Española de Innovación en Tecnología Sanitaria, centró su intervención en la importancia de los datos “como materia prima fundamental”. Sobre ellos debe pivotar “la implantación de la medicina de precisión o la atención primaria”, insistió al tiempo que agradeció que desde el Gobierno se les esté dando “la importancia que merece”. Además, señaló que el espacio europeo de datos de salud es “una de las apuestas del sistema sanitario post pandemia” y destacó que la Presidencia española del Consejo tendrá en esta cuestión “una de sus prioridades”.
El director general de la Asociación de Bioempresas (Asebio), Ion Arocena, puso de manifiesto que, una vez acabada la emergencia sanitaria por la pandemia, es momento de mirar hacia el futuro y cimentar los pilares para construir una salud de vanguardia con nuevos abordajes como las terapias avanzadas, los medicamentos basados en ARNm o medicina personalizada.
Además, Arocena quiso poner encima de la mesa las capacidades biotecnológicas existentes en nuestro país en materia de terapias avanzadas, con 34 compañías y nueve plantas de producción de estos medicamentos. Pese a ello, el directo de Asebio recordó que hace falta poner encima de la mesa “incentivos para poner a trabajar juntos a los agentes de la cadena de valor”. A este respecto, recordó que las plataformas de investigación ha n ayudado a generar “vínculos y puentes entre los agentes del ecosistema biosanitario”.
“En la lucha contra la covid-19, la nanomedicina demostró tener un papel muy importante y será también una herramienta clave para el desarrollo de nuevas terapias avanzadas, que provocarán profundos cambios en los sistemas de salud futuros, permitiendo una medicina más personalizada, predictiva, preventiva y regenerativa, incluso de forma remota”, ha aseverado el coordinador científico de Nanomed Spain, Josep Samitier, quien también ha participado en la inauguración de la Conferencia.
En la misma línea, el director general de Veterindustria, Santiago de Andrés, ha incidido en que “la innovación en sanidad animal, siempre desde una perspectiva One Health-Una Sola Salud, es esencial para evitar futuras pandemias, dado que el 75% de las enfermedades emergentes son zoonósicas”.
Aspectos clave a impulsar
A lo largo de la jornada se han sucedido los diagnósticos para facilitar que España se sitúe a la vanguardia de Europa en materia de investigación biomédica. Para ello, hay una serie de barreras que es necesario superar.
A este respecto, y en una rueda de prensa a la que han asistido los representantes de las entidades impulsoras del evento, han señalado como necesario algunos cambios sobre la situación actual
Se ha puesto de manifiesto que la producción científica de nuestro país es muy relevante, al ocupar el puesto 11 mundial, por encima de lo que nos correspondería, mientras que en innovación estamos cerca del 30. Por ese motivo, es necesario cambiar la cultura de los profesionales investigadores para que apuesten por la traslación de los hallazgos. Arocena apunta como elemento clave incentivar a los investigadores para que ese impulso a la traslación de las investigaciones no sea solo por voluntarismo. “Hay que cambiar la cultura con incentivos desde el sistema”.
Otra cuestión clave es la confianza entre el ámbito privado y el sector público para establecer alianzas que deriven en colaboración público privada. A este respecto, Arocena es claro al afirmar que “la confianza se construye trabajando juntos”, por lo que consideró necesario “modernizar los instrumentos colaborativos”. Además, criticó que pese a que existen numerosos programas de impulso a la I+D, la mayoría de ellos van destinados al ámbito público o al privado y hay muy pocos que se destinan a impulsar la colaboración.
Respecto del impulso que el ámbito político debe hacer, el director general de Farmaindustria destacó que los aspectos políticos son muy importantes. A este respecto expuso la necesidad de que la normativa se ajuste “a las necesidades del sector”, que se diseñen grandes proyectos tractores de la CPP y que se impulse el acceso a los medicamentos innovadores ya que “también es una palanca”. Además, Yermo añadió la necesidad de que existan mecanismos de diálogo que favorezcan la estabilidad en el sector.