Terapéutica

Economía abre el camino al proyecto extremeño de medicina de precisión

El Ministerio de Economía, Industria y Competitividad y el Servicio Extremeño de Salud (SES) han firmado el convenio para la transferencia de fondos de cara a la puesta en marcha de 'Medea', un proyecto para impulsar la medicina de precisión.
Luis Tobajas, director general de Planificación, Formación y Calidad Sanitaria y Sociosanitaria, y Adrián Llerena, investigador principal de 'Medea'.

El director general de Planificación, Formación y Calidad Sanitaria y Sociosanitaria, Luis Tobajas, ha confirmado a Diariofarma la firma, el pasado jueves 23 de noviembre, de un convenio con el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, que incluye la transferencia de financiación (unos 4,2 millones de euros) procedente del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) para la puesta en marcha de 'Medea', un proyecto para el impulso de la medicina de precisión basado en un sistema de prescripción personalizada integrado con la historia clínica, con base en la investigación genotípica y los antecedentes personales y familiares. La iniciativa también contará con financiación de la Junta de Extremadura, principalmente para recursos humanos, en torno al millón de euros.

Los objetivos con los que nace 'Medea' son los de aumentar la efectividad de los tratamientos, generando ahorros para el Servicio Extremeño de Salud (SES), reducir los efectos adversos y las toxicidades innecesarias, disminuyendo así los riesgos para los pacientes y mejorando su calidad de vida, y optimizar el proceso de investigación clínica, a través de un correcto reclutamiento. "A partir de ahora, una vez firmado el convenio, Consejería, SES y el investigador principal, Adrián Llerena, nos pondremos a trabajar en la planificación y concreción de los detalles del proyecto", afirma Tobajas.

El director general avanza el proyecto constará de dos fases. La primera, que arranca con la transferencia de fondos, consiste en la licitación, mediante modelos de compra pública innovadora, de un Sistema de Prescripción Personalizada (Personalize Prescription System) que contenga una base de datos con información regulatoria sobre farmacogenética y un software que integre esta información con la historia clínica electrónica, que esté conectado a la tarjeta de prescripción y que, a través de algoritmos, ayude a la selección del tratamiento adecuado. Para evaluar el funcionamiento de este programa, se necesitará también apoyo externo de cara a la creación de un laboratorio molecular para la realización, de la forma más eficiente, de estudios genéticos a una muestra de 3.000 pacientes, con una base de datos donde quede alojada la información; un laboratorio farmacológico, para el estudio de variables químicas-fármacéuticas de las reacciones adversas, que también quedarán almacenadas, y un sistema de evaluación de participantes en ensayos clínicos, unido al desarrollo de un algoritmo que permita seleccionar al paciente idóneo para un determinado ensayo, entre otros equipamientos. 

Sobre el procedimiento de adquisición elegido, Adrián Llerena, catedrático en Farmacología e investigador principal, destaca las bondades de estos nuevos sistemas de compra, que permiten romper con el modelo tradicional basado en el interés o no sobre los bienes que ofrecen los vendedores, y transitar hacia otro en el que el licitador define sus necesidades y las abre a la concurrencia de diferentes proveedores para seleccionar al que mejor se adapta a las mismas. En este caso, explica Llerena, se trata además "de un perfil de proyectos a los que se dedican las spin-off " y espera, como académico, que empresas de la región puedan participar en el concurso y que Medea "pueda servir para fomentar la creación de un ecosistema de innovación biomédica" en la zona.

Una vez seleccionada la mejor propuesta, se procederá a la puesta en marcha de un proyecto piloto de cuatro años en algunas de las áreas que conforman el mapa sanitario extremeño, incluyendo en él centros de salud rurales, centros de especialidades y hospitales, de forma que sea representativo. Además, se van a centrar inicialmente en pacientes psiquiátricos, oncológicos y con dolencias cardiovasculares, enfermedades que, según Llerena, están asociadas a un índice mayor de efectos adversos. "A un grupo se les prescribirá con el sistema generado y con el otro se seguirá la práctica clínica habitual. Eso nos permitirá analizar la capacidad prospectiva en ahorros y reducción de efectos adversos, para posteriormente incorporar este sistema a la cartera de servicios sobre la base de un análisis de costes. De este modo se podrán beneficiar de él todos los ciudadanos", explica.

Expectativas de futuro

Si todo sale bien, el SES dispondrá a medio plazo de un sistema por el cual los profesionales sanitarios iniciarán el proceso de prescripción y obtendrán, on line y de forma inmediata, "información sobre si lo que pretenden prescribir tiene alguna contraindicación con el perfil genético del paciente, si interacciona con el resto de variables clínicas, si la que se prescribe es la dosis y la vía de administración adecuada, para, en caso contrario, buscar una alternativa que se adapte mejor al paciente", subraya Tobajas. En este sentido, Llerena presume de que este enfoque supone la superación del concepto de medicina de precisión tal y como se había concebido hasta ahora. Y es que, opina, "hay una visión, la de la industria, que está legítimamente basada en el fármaco, es decir, que consiste en la selección de un biomarcador para determinar si un sujeto es candidato, pero que deja de lado las posibles afectaciones con otras enfermedades y tratamientos". También considera demasiado estrecha la lupa que aplican los genetistas, que por su especialidad obvian en sus análisis otras variables clínicas que pueden interceder. "Una intolerancia a la amoxicilina no se detecta genotipando al paciente", apostilla. Y resume: "Nosotros queremos ir más allá e incorporar otros datos ambientales y de los antecedentes personales y familiares, pensando en el individuo con toda su medicación concomitante y con otras patologías, ajustando la medicación a las condiciones reales de uso".

Por todo ello, Tobajas considera que el alcance de 'Medea' puede llegar a ser muy relevante, y hace alusión a unos cálculos que indican que "más del 6% de la población sufre reacciones adversas a los medicamentos, que causan daños a los pacientes y costes a los servicios de salud". En lo que respecta a su aplicación a la investigación clínica, añade, el sistema ayudará a "evitar riesgos innecesarios, además de aumentar la eficacia de los estudios".

"El sueño", coinciden ambos, "es que este sistema pudiera extenderse después a otras comunidades autónomas, e incluso a otros países". Y, a este respecto, los promotores señalan que el hecho de que las poblaciones iberoamericanas y española compartamos información genética, o que nuestro SNS tenga similtudes con los de países como Nueva Zelanda o Canadá, permite pensar en un proyecto con potencial global. Ese éxito supondría, en opinión de Tobajas, "un hito muy importante para la región, ya que conseguiríamos mostrar que el SES no sólo es capaz de prestar atención sanitaria, sino de aportar de generar valor a través de la generación de conocimiento e innovación, y un reconocimiento a la apuesta de la Consejería por la I+D+i". 

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