La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) ha organizado un desayuno informativo, titulado ‘El rol del paciente en las agencias de evaluación’, y en el que diversos actores han puesto de manifiesto los avances en lo que respecta a la inclusión de los pacientes en la toma de decisiones sobre medicamentos y productos sanitarios, aunque igualmente se ha convenido que hay margen para mejorar esa participación en los niveles de gestión.
El más alto nivel es el que representa, en España, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, que, en el apartado de los medicamentos y los productos sanitarios, está capitaneado por Patricia Lacruz. La directora general de Farmacia ha opinado que "la participación está siendo creciente, pero hay que mejorarla, no solo en el terreno asistencial, sino también en otros ámbitos de toma decisión macro, meso y micro".
Sobre lo ya conseguido, ha hecho referencia, concretamente, a la inclusión de "un paciente, miembro del Consejo Nacional de la Discapacidad, en el Comité Asesor para la Prestación Ortoprotésica", lo que supone, ha dicho, "incorporar al paciente en un nivel de toma de decisiones importante".
Entre los retos pendientes, ha avanzado que su Departamento trabaja en la incorporación activa del paciente en Valtermed, el sistema de información desarrollado para medir la efectividad de los fármacos en vida real. Lacruz ha subrayado, en cuanto a la medición de resultados en salud, que "la voz del paciente es fundamental para determinar cuestiones relacionadas con la calidad de vida, ya que él es quien vive el tratamiento". Lo que se plantean, concretamente, es que "el propio paciente acceda y registre, con encuestas validadas, lo que él está sintiendo que ese medicamento le está aportando en calidad de vida". "Esta voz del paciente es insustituible", ha sentenciado.
Sobre la participación en la fijación de precios
Lo que no comparte la directora de Farmacia es la opinión de quienes defienden la participación de los pacientes en las decisiones sobre precios. Alfonso Aguarón, patient advocate y director de proyecto de la Asociación Lung Cancer Europe, se quejó, por ejemplo, de la aplicación de procedimientos "opacos" en los que la intervención del paciente es "nula".
Para Lacruz, que defendió los avances en transparencia (puso como ejemplos la publicación de decisiones de la CIPM, buscador de medicamentos financiados, o el liderazgo de España en la Resolución de la OMS), "una vez realizada la decisión terapéutica, no es correcto transferir la preocupación económica a la ciudadanía". A su juicio, quizás el paciente "no deba preocuparse de lo que cuesta, sino simplemente de tener acceso a esa terapia".
En cuanto a la participación de éstos en las decisiones de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), Antonio Blázquez, jefe adjunto del Departamento de Medicamentos de Uso Humano, se refirió a algunas iniciativas con asociaciones de pacientes que plantean retos farmacológicos y se presentan con ideas para poder buscar alternativas. La labor de la Aemps aquí consiste, dijo, "en darles apoyo desde la Oficina de Innovación y guiarles en el proceso regulatorio, para que vean si es viable esa innovación".
Incorporación a los comités de la Aemps
Otra cosa es la integración de los pacientes en los comités que la conforman, paso que aún está pendiente, aunque más cerca de lo que parece, ya que, como confirmó Blázquez, se habría recogido la participación de éstos en los comités de Seguridad y Evaluación Medicamentos en el Real Decreto que regulará los estudios postautorización, pendiente de publicar, pero aparentemente concluido. El representante de la Aemps afirmó que la intención no es que su presencia se circunscriba "a la aplicación de transparencia al proceso, sino que se espera de ellos que sean parte activa en la mejora de la eficacia y la seguridad de los tratamientos". Concretamente, en relación con el segundo de estos aspectos reconoció que hay avances que al regulador le pueden "parecer pequeños, pero que son claves para el paciente de una determinada patología".
Señaló, no obstante, que aunque la incorporación de los pacientes a las tareas evaluadoras de la Aemps no está aún consolidada, sí lo está en la de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que aprueba la mayoría de los fármacos, y donde éstos ya serían parte activa de los diferentes comités y de la elaboración de guía clínicas, entre otras labores.
Aguarón corroboró dicha participación e hizo mención a algunos ejemplos concretos: "Hemos llegado a participar en la realización de estudios conjuntos de percepción de riesgo-beneficio, para determinar la diferencia de visión de los distintos actores, y en el análisis de las herramientas más adecuadas para medir los Patient Reported Outcomes (PRO)".
Una experiencia a nivel micro
También intervino en el acto Ana Herranz, jefa de Sección del Servicio de Farmacia del Hospital Gregorio Marañón, quien se refirió a una iniciativa con pacientes de este centro, que se puso en marcha en enero de este año, y que se basa en la incorporación de éstos al grupo que dirige el área de enfermedades inmunomediadas. Se trata, dijo, de "pacientes externos del hospital, que tratan de incorporarse a su vida laboral, que trabajan, que vienen a por su medicación, vienen a su visita con la enfermera y con el médico, y nos están ayudando a incorporar sus visiones al análisis de las intervenciones que realizamos".
El valor de estas aportaciones está, en buena medida, en el conocimiento de sus propias experiencias para poder incorporarlo a la gestión de otros pacientes. "Nos están ayudando a entender, por ejemplo, lo que supone incorporar el tratamiento a la vida cotidiana, y a darle importancia a cosas a las que no se las da un profesional que está sentado en tu consulta", ha destacado Herranz, quien considera que esto es solo "el principio de un proceso imparable".
La importancia de la formación
De cara a consolidar este proceso, salió a la palestra la necesidad de mejorar la formación de los pacientes. Y es que, como señaló Lacruz, es esencial "fomentar el pensamiento crítico". "Hay que avanzar en la implicación del paciente en la toma de decisiones y, en ese escenario, un valor importante, una actitud que se le debe presumir, es una lectura crítica", opinó. La farmacéutica hospitalaria del Gregorio Marañón indicó, en esta línea, que es fundamental trabajar en la moderación de las expectativas de los pacientes, atendiendo a la variabilidad en el efecto que puede hacer un mismo medicamento a dos pacientes con diferente marcador genético.
La presidenta de la POP, Carina Escobar, que reconoció los avances producidos y llamó a seguir caminando por esta senda, apostilló que, "aunque no es preciso contar con un súper paciente para participar, es verdad que hay que mejorar el conocimiento, sobre todo si tiene que representar a un colectivo". No obstante, llamó a tener en cuenta que "todos pueden aportar datos, ya que la investigación es tan diversa, que la visión de cada paciente puede aportar siempre algo".