La secretaria general de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria, Fenin, Margarita Alfonsel, compareció el pasado 19 de junio ante el Grupo de Trabajo de de Sanidad y Salud Pública de la Comisión de Reconstrucción Social y Económica y ofreció, durante su intervención, la versión del sector sobre algunos aspectos de la gestión que se ha hecho durante la pandemia sobre algunas cuestiones relacionadas con el suministro y confirmó las conversaciones con el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) para poner en marcha un acuerdo marco para configurar la reserva estratégica.
Por la entidad a la que representa, fueron varios los diputados que le preguntaron por la falta de existencias de material sanitario y, a este respecto, apuntó que el día 9 de marzo tuvieron una reunión con varias personas del equipo del ministro de Sanidad, Salvador Illa, a los que Fenin les habría aportado "un documento con las capacidades que teníamos aquí para la producción, distribución e importación". En ese documento se incluía, aseguró, lo que podía aportar el sector directamente y a través de sus "contactos con oficinas comerciales de 70 países". "Quizás esa información no haya sido utilizada de la forma más intensiva. Nos consta que ha servido para determinadas iniciativas, pero consideramos que el Gobierno no se ha apoyado lo suficiente en el sector", afirmó.
Admitió, no obstante, que el escenario era "muy difícil", en referencia a los cierres de fronteras que impedían a las multinacionales traer producto de otros países, y "las tensiones enormes" que se estaban produciendo a nivel mundial por la evolución de la pandemia y el consiguiente repunte de la demanda. "Nadie nos esperábamos lo que podía pasar, pero quizás el Gobierno se podría haber apoyado más en nosotros para, probablemente, haber tenido más éxitos que los cosechados en las compras a proveedores que no conocemos, no sabemos quiénes son, y posiblemente no cumplen nuestros requisitos", prosiguió.
Pero, en términos de suministros parece que, sin perder de vista lo que ha ocurrido, lo que toca es mirar al futuro y ahí fueron varios también los diputados que le preguntaron por la famosa reserva estratégica, entre ellos, Juan Luis Steegmann, de VOX, Pablo Cambronero, de Ciudadanos, y Ana Pastor, del Grupo Popular. Rosa Medel, de Unidas Podemos le preguntó, en este punto, por un supuesto acuerdo con el Ingesa, y Alfonsel le confirmó que los trabajos están en marcha, y que el objetivo es "establecer un acuerdo marco para una licitación que permita disponer de una reserva estratégica".
No obstante, la secretaria general de Fenin opinó que, más allá de esa reserva, habría que "disponer de un plan de contingencia para activar una respuesta concreta en un momento determinado". A este respecto, afirmó, sobre la base del conocimiento de que dispone la patronal sobre los fabricantes que existen en el país, "que la producción nacional es bastante escasa". De hecho, indicó que "hay comunidades autónomas que contarían con producción adecuada, pero otras no tienen nada".
Sobre la escasa presencia productiva del sector en el país, opinó que en España "nunca se ha dado el escenario adecuado para que empresas se instalen aquí". "Lo que se han encontrado los emprendedores y las multinacionales es un entorno con mucha incertidumbre. Ha llegado a haber un plantel de empresas interesantes, pero hay que tener en cuenta que en el año 2000 se pagaba a 700 días. El sector ha sido financiador del sistema sanitario durante muchas décadas. Solo los que se internacionalizaron pudieron salir adelante", añadió. A partir de ahí, defendió la creación de "un entorno que facilite la inversión, nacional e internacional, si queremos fomentar que haya industria". En este punto, reconoció conversaciones con el Ministerio de Industria para la puesta en marcha de un plan de industrialización.
La portavoz de Esquerra Republicana planteó la posibilidad de una nacionalización de empresas, así como de que las entidades privadas renuncien al lucro en situaciones como la vivida, un extremo que Alfonsel rechazó de plano. En su opinión, la industria debe ser vista como elemento generador de empleo y riqueza, "y el retorno (a la inversión) es clave para garantizar la continuidad de su actividad, los beneficios son claves para seguir generando empleo y riqueza". Sobre la labor altruista del sector, puso como ejemplo lo conseguido con el corredor aéreo establecido junto a Oesía e Iberia. También dejó caer que hay facturas por suministros durante la pandemia que siguen sin cobrarse.
Retomar la actividad y transformar el SNS
Antes de responder a estas y otras cuestiones planteadas por los portavoces de los grupos, la secretaria general de Fenin había presentado una serie de propuestas en diversos planos, tras opinar que, "en la fase de recuperación, es vital apostar por este sector y por reforzar el sistema sanitario".
Puso como prioridad la reactivación del sistema sanitario y de la actividad asistencial y, para ello, consideró que hay seis medidas fundamentales: una mayor coordinación e integración de los agentes del sistema sanitario; la reprogramación de la actividad asistencial, con foco en las cirugías no urgentes y cirugías aplazadas por la crisis, incluyendo un plan específico de recuperación de listas de espera; el acceso a los hospitales con garantías de seguridad para pacientes y profesionales de las empresas del Sector; el impulso de la atención domiciliaria, especialmente en pacientes frágiles; la vigilancia epidemiológica y la planificación adecuada de las campañas de vacunación y la reactivación de la formación médica en colaboración con las sociedades científicas.
En cuanto a la integración del sector en la toma de decisiones, incluida como propuesta en el primer punto, se encontró con la sorpresa de Ana Prieto, representante del Grupo Socialista, que consideró que se trataba de una propuesta un tanto osada. Para Alfonsel, en cambio, se trata de "un ejercicio de corresponsabilidad" y defendió que "todos los actores del sistema dispongan de un foro donde compartir experiencias y su conocimiento al servicio de los demás".
Posterior a las intervenciones más urgentes, abogó por una estrategia nacional para la transformación del sistema sanitario, la cual consideró "inaplazable". En este sentido, las medidas principales serían la dotación de una financiación suficiente para garantizar la calidad, cohesión y equidad en todo el territorio, refiriéndose a ese objetivo del 7% respecto al PIB, que estaría en línea con lo propuesto por el Gobierno de coalición; la transformación digital del sistema de salud; la promoción de una contratación responsable y basada en valor; la renovación del parque tecnológico sanitario, que incluya plazos de renovación tecnológica por Ley y acuerdos de colaboración público-privados, y la promoción de la cultura de la seguridad y el compromiso con la calidad asistencial. Incluyó aquí una mención a esa disposición de un plan de contingencia y reserva estratégica de material de cara a futuras crisis sanitarias.
Finalmente, Alfonsel pidió un plan para potenciar al sector de las tecnologías sanitarias como "motor económico, una fuente de empleo de calidad" y con "un papel tractor para muchos sectores auxiliares". La patronal reclama la puesta en marcha de ese plan de industrialización, que se estaría tratando ya con el Ministerio, "que apoye a las empresas que reorganizan o intensifican su producción, y a las empresas que emprendan líneas de producción de productos esenciales con posibilidad de continuidad", y que también facilite la implantación en España de empresas multinacionales con centros de fabricación, de distribución o de innovación, o estructuras profesionales que crean empleo estable y de calidad".
Al mismo tiempo, pidió un aumento y agilización de la llegada de liquidez a las empresas, contemplando la reducción de los plazos de pago de las Administraciones Públicas, así como otras medidas fiscales, económicas, etc, que incentiven la actividad de las empresas; el refuerzo de la Contratación Pública por Valor y modificación de la Ley de Contratos del Sector Público (LCSP), incluyendo una especificidad para el ámbito sanitario que priorice la calidad de los productos frente al precio; la aplicación de un IVA superreducido (4%) para los productos sanitarios por ser considerados esenciales, y avances en la legislación de productos sanitarios y productos sanitarios para el diagnóstico in vitro, con la consiguiente dotación de recursos a la Aemps como Organismo Notificado español.
Finalmente, llamó a un impulso a la internacionalización del Sector para mejorar su competitividad y proyección internacional, mediante el incremento de las ayudas públicas al sector que en los últimos años se han visto mermadas significativamente.
Realizadas sus peticiones, algunos diputados le preguntaron por lo que el sector estaba dispuesto a aportar en materia de sostenibilidad, dado el posible impacto de todas estas medidas en costes para el sistema. Prieto quiso saber, de hecho, si el sector estaría dispuesto a establecer con el SNS un convenio como el de Farmaindustria, de modo que su crecimiento quede vinculado al de la economía. Negó la mayor, con el argumento de que "el sector actúa en competencia". Más allá de los servicios y los productos que comercializan, los cuales, aseguró, "aportan valor añadido", no se plantean "otro retorno al sistema sanitario", como sería el derivado del exceso de crecimiento del gasto por encima del del PIB. También rechazó la intervención de precios (como el establecido con las mascarillas) y abogó por que, pasada la pandemia, "se vuelva a la normalidad".