“España ha experimentado un notable crecimiento en la implantación de servicios de Cuidados Paliativos en los últimos años, pero sigue rezagada respecto a los países europeos que lideran esta atención”, así lo señalan desde la Sociedad Española de Ciudadanos Paliativos (Secpal), a la luz de los datos que acaba de dar a conocer el Atlas de Cuidados Paliativos en Europa 2025, presentado en el reciente congreso de la Asociación Europea de Cuidados Paliativos (Eapc). Desde Secpal se señala que frente a los datos positivos, nuestro país tiene que recorrer aún un largo camino para solucionar sus problemas en inequidad y de falta de formación académica.
El trabajo, recientemente presentado en la cita Mundial ha sido elaborado por el Observatorio Global Atlantes del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra, en colaboración con la Asociación Europea de Cuidados Paliativos (Eapc).
Según el informe, España ha incrementado sustancialmente el número de equipos especializados, con un total de 450, lo que supone 0,96 servicios por cada 100.000 habitantes, frente a los 0,6 registrados en el análisis anterior, realizado en 2019. Estos datos colocan a nuestro país en el puesto 25 de los 53 analizados, justo en la media del continente, pero aún lejos de los Estados con mayores recursos, como Austria, Suiza o Suecia, que disponen de más de 2 equipos específicos por cada 100.000 habitantes, el estándar recomendado por la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal).
El progreso que revela el Atlas Europeo ofrece, por tanto, motivos para la esperanza, aunque va acompañado de un desafío urgente: hacer frente a las desigualdades territoriales que se observan en España, que en los próximos meses se detallarán en el primer informe del Observatorio de los Cuidados Paliativos en España, un proyecto que desarrolla actualmente Secpal con el apoyo de la Fundación Dignia.
El Atlas de los Cuidados Paliativos en Europa, en cuya elaboración han participado más de 200 expertos en este campo, subraya la creciente heterogeneidad de los servicios específicos de atención paliativa en el sistema sanitario español.
Estas divergencias entre comunidades autónomas (CCAA) afectan a aspectos clave, como los criterios para la inclusión de pacientes, la formación requerida a los profesionales, la composición y dimensión de los equipos o los modelos asistenciales de cuidados paliativos.
“En España no existen estándares nacionales para definir qué es una unidad de cuidados paliativos hospitalaria, un equipo de atención domiciliaria o un equipo consultor. En este contexto, se vuelve necesario avanzar hacia modelos eficaces de coordinación y armonización que garanticen calidad y equidad, respetando el marco descentralizado del SNS”, destaca Alberto Alonso, vicepresidente de Secpal.
“El crecimiento de los cuidados paliativos en España es incuestionable, pero no podemos obviar las profundas desigualdades que persisten entre los diferentes territorios, y que tienen que ver con la presencia de equipos especializados, con las enfermedades que atienden —a menudo se limitan a las oncológicas— o en la formación que reciben los profesionales”, añade.
Estas diferencias, continúa Alonso, “cada vez más evidentes, generan desigualdades que no deberían tener cabida en nuestro sistema sanitario, y aunque percibimos una creciente sensibilidad de todas las administraciones hacia esta realidad, aún no vemos una apuesta decidida por reducir la inequidad”.
Ausentes en las facultades de Ciencias de la Salud
Otro de los puntos críticos en los que el Atlas hace hincapié es la escasa presencia de los cuidados paliativos en la formación universitaria de los futuros profesionales de la salud. Aunque constituyen un modelo transformador del sistema sanitario, en nuestro país, esta disciplina sigue estando ausente en la mayoría de los programas formativos de las titulaciones de Ciencias de la Salud.
En el caso de Medicina, solo 23 de las 53 facultades existentes en España incluyen una asignatura de cuidados paliativos, una cifra que contrasta con la de países como Reino Unido, Francia o Países Bajos, donde esta enseñanza es obligatoria en todas las facultades.
“En la actualidad, los estudiantes de Ciencias de la Salud demandan formación en cuidados paliativos y reconocen su relevancia, pero la mayoría seguirá saliendo de las facultades sin conocimientos básicos, porque muy pocas facultades incluyen esta materia en el grado”, indican los representantes de Secpal.
Pese a todo, van observándose avances, y la ‘mirada paliativa’ va abriéndose paso poco a poco en los currículums de posgrado, tal y como se reclama en la ‘Declaración de Abril: Por la enseñanza de la Medicina Paliativa en la Universidad’, impulsada el pasado año por la Sociedad Española de Medicina Paliativa (Sempal) y que ha sido aprobada por unanimidad por la Conferencia Nacional de Decanos de Medicina.
Por otra parte, el estudio europeo ofrece un mapa visual de la situación de la especialización médica en Europa que deja a España en evidencia, tal y como indica Carlos Centeno, investigador principal del Observatorio Global de Cuidados Paliativos Atlantes. Así, mientras que todos los países de Europa Occidental han aprobado procesos oficiales para certificar a los profesionales que desarrollan su labor en esta área, España no ha avanzado en este reconocimiento. Este vacío, señala el Dr. Centeno, configura “un mapa en el que nuestro país aparece como una excepción negativa, pese a tener una sólida trayectoria académica y asistencial en cuidados paliativos”.
Desde SECPAL, Alberto Alonso recalca: “En España contamos con un sistema de especialización sólido: es hora de extenderlo también a los cuidados paliativos. Necesitamos consolidar esta rama de conocimiento, que propone un modelo asistencial transformador, con una formación reglada y homogénea que garantice la calidad asistencial y evite que las desigualdades sigan ampliándose”.
Cada año, más de cuatro millones de personas fallecen en Europa —200.000 en España— con sufrimiento severo relacionado con la salud, incluidos más de 100.000 niños y niñas. Las principales causas de estas muertes son enfermedades que requieren una alta necesidad de cuidados paliativos. En nuestro país, destacan el cáncer (45 %), la demencia (13%), las enfermedades pulmonares (11%) y las patologías cerebrovasculares (9%). Sin embargo, solo 15 países europeos —uno de cada cuatro— cuentan actualmente con una estrategia nacional de cuidados paliativos actualizada y evaluada.
Además, apenas nueve países han aprobado una ley nacional específica sobre cuidados paliativos: Francia, Italia, Bélgica, Portugal, Armenia, Luxemburgo, Alemania, Albania y Austria. Esta última, la más reciente, reconoce legalmente los cuidados paliativos como un derecho y garantiza su financiación pública, marcando un avance decisivo en la protección de los pacientes.
Un llamamiento a la acción
El Atlas de Cuidados Paliativos en Europa 2025 ofrece el mapa más completo y preciso hasta la fecha de la situación de la atención paliativa en el continente. Gracias a su diseño visual, que incluye mapas e infografías, el informe busca ser una herramienta práctica de promoción y sensibilización en todos los países.