La biotecnología ha cambiado de forma radical el tratamiento de un gran tipo de tumores, evolucionando desde tratamientos muy poco específicos y altamente agresivos, a otros centrados en las características particulares de cada paciente. El mayor conocimiento de la biología del cáncer derivado de la oncología de precisión, las terapias con células CAR-T, la inmunoterapia, las terapias génicas, la nanotecnología o la edición genética con CRISPR, ha contribuido a mejorar la supervivencia del cáncer en las últimas décadas
A pesar de ello, la incidencia de las enfermedades oncológicas en la población siguen en ascenso. En 2025 se registrarán en España 296.103 nuevos casos de cáncer, un 3,3% más que en 2024, de acuerdo con el informe elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan), ‘Las cifras del Cáncer en España 2025’. Este incremento no corresponde en exclusiva a España, sino que es compartido tanto en la propia Unión Europea, como en la mayoría de los países desarrollados. Europa espera para 2050 un crecimiento del cáncer superior al 10% para el conjunto de los Estados miembros de la UE; ello lleva a que un país como España se sitúe por encima de los 350.000 casos para ese año.
La buena noticia es que ese aumento viene en gran parte motivado por las cada vez mayores esperanza de supervivencia e incluso de mejora de la calidad de vida para los ciudadanos.
“La biotecnología ha cambiado de forma radical el tratamiento de un gran tipo de tumores, evolucionando desde tratamientos muy poco específicos y altamente agresivos, a otros más centrados en las características particulares de cada paciente”, explica Jorge Barbazán García, CSO de Batea Oncology, compañía biotecnológica socia de AseBio que desarrolla soluciones terapéuticas innovadoras para el tratamiento de tumores con mal pronóstico.
Destaca el desarrollo de terapias basadas en la modulación del sistema inmune, tanto inmunoterapias como terapias celulares: “Han conseguido tasas de respuesta sin precedentes. Un ejemplo claro es el cáncer de pulmón, en el que en pocos años se ha pasado de un abordaje inespecífico basado en quimioterapia, al uso de un arsenal terapéutico dirigido hacia las características particulares de cada tumor”. En paralelo al desarrollo de terapias, explica, el avance en tecnologías de diagnóstico y monitorización, tanto de imagen como de secuenciación masiva, “han permitido la identificación de subgrupos de pacientes más susceptibles a responder a una determinada terapia, así como a conocer de forma precisa y en tiempo real la evolución de los pacientes tras el tratamiento”.
Oportunidad para España
España tiene el potencial de seguir siendo un líder en oncología, pero se necesita una apuesta clara hacia la cultura de la innovación, asegura Barbazán. Nuestro país lidera en la Unión Europea (UE) la investigación con medicamentos destinados a tratar el cáncer, con un total de 336 ensayos en oncología, que representa un 37,6% del total de los estudios autorizados a nivel nacional (930). España es además líder a nivel europeo en investigación con medicamentos de terapia avanzada, con un total de 52 ensayos autorizados en 2024, con creciente protagonismo de los medicamentos biotecnológicos.
Una posición que, en palabras de Barbazán, es el resultado de un ecosistema de I+D altamente colaborativo, donde hospitales, centros de investigación y la industria trabajan en conjunto para desarrollar nuevas estrategias terapéuticas. “La inversión en infraestructuras biomédicas y el acceso a tecnologías de vanguardia, como la medicina de precisión, terapias celulares o la inteligencia artificial, han impulsado el desarrollo de ensayos clínicos innovadores. Además, el marco regulador europeo ha facilitado la implementación de proyectos pioneros, permitiendo que el país se posicione como referente en oncología dentro de la UE, particularmente en el desarrollo de ensayos clínicos”.
Un liderazgo que únicamente puede mantenerse y consolidarse aumentando la inversión en biotecnología, además de fortalecer la transferencia de conocimiento desde la investigación académica a la industria. Barbazán incide en la necesidad de agilizar los procesos regulatorios para que las innovaciones lleguen de forma másrápida a los pacientes sin comprometer la seguridad.
Una misión para la que la atracción y retención del talento científico es fundamental, “evitando la fuga de investigadores mediante mejores incentivos y estabilidad laboral”.
No duda a la hora de afirmar que “España tiene el potencial de seguir siendo un líder en oncología, pero claramente se necesita una apuesta clara hacia la cultura de la innovación”.
“Vacunas, terapias basadas en edición genética y diferentes tipos de inmunoterapias cambiarán el panorama del tratamiento actual, aunque se necesitará conseguir también terapia con menos efectos secundarios que nos permitan combinar distintos tratamientos en un único abordaje terapéutico, con el fin de maximizar la eficacia”.
“Además, el desarrollo de biopsias liquidas de última generación, que deberán ser capaces de incorporarse a la práctica clínica diaria, serán sin duda fundamentales para poder seguir de cerca los tumores de una forma no invasiva, y con mejor calidad de vida para los pacientes, que deben sin duda ser el centro de todos los esfuerzos de todos los agentes implicados”, concluye el responsable de Batea Oncology.
Impacto directo de los nuevos medicamentos en la supervivencia
Los nuevos tratamientos están teniendo un impacto directo en la supervivencia de los pacientes con cáncer en nuestro país, que se ha duplicado en los últimos 40 años. De acuerdo con el informe de la SEOM, entre las variaciones destacables de 2024 aparece un incremento de la supervivencia en la leucemia mieloide crónica “debido a la inclusión de un nuevo fármaco eficaz en su terapéutica, el imatinib, y un incremento de la supervivencia del linfoma no Hodgkin probablemente debido a la incorporación del rituximab”. Así lo señala el el presidente de la SEOM, César A. Rodríguez, en el marco de la presentación del informe anual de su sociedad científica.
También destaca el mantenimiento de una supervivencia elevada en cáncer de próstata como resultado de la amplia utilización del antígeno prostático específico (PSA) para su diagnóstico. “Posiblemente, en los próximos años se observen incrementos en la supervivencia de otros cánceres relacionados con la aplicación de nuevos tratamientos para cánceres específicos. Y muy probablemente se observe también un incremento de la supervivencia del cáncer colorrectal asociado a la mayor implantación del cribado de este cáncer en los últimos años”, añade el estudio de la SEOM.
Aunque las herramientas de diagnóstico y tratamientos frente al cáncer han dado un gran salto en las últimas décadas, requieren de un sistema de evaluación y acceso para los pacientes más flexible, innovador y equitativo. Porque en España el tiempo de espera para los pacientes sigue siendo muy alto. Según indicaba Isabel Pineros, directora del Departamento de Prestación Farmacéutica y Acceso de Farmaindustria, “tendríamos que establecer procedimientos que fueran un espejo de los de la autorización europea (acelerados, condicionales, excepcionales) para que los pacientes tengan acceso rápido a los medicamentos innovadores”.
Farmaindustria propone que, es necesario garantizar acceso temprano a los medicamentos innovadores a través de un procedimiento acelerado para los medicamentos más necesarios para los pacientes. “Tenemos un problema de retraso en la disponibilidad de medicamentos innovadores en España, a lo que se suma que cuando estos nuevos tratamientos ya están autorizados, los médicos los tienen que usar en condiciones restrictivas, porque se financian solo para algunos pacientes. Es el caso de más de un 47% de los medicamentos oncológicos aprobados en nuestro país”, lamentó Pineros en la VI Cumbre de Lucha Contra el Cáncer, organizada por Gepac. Esto, sumado al heterogéneo uso de los biomarcadores entre comunidades autónomas, agrava la situación de los pacientes.
La prevención es el tercer pilar para controlar la escalada del cáncer. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un tercio de las muertes por cáncer son debidas a los cinco factores evitables más importantes: tabaco, infecciones, alcohol, sedentarismo y dietas inadecuadas (insuficiente cantidad de fruta y verdura). Seguir trabajando a todos los niveles la educación en salud y generar conciencia social sobre los factores modificables deben ser parte indisoluble de una estrategia global contra el cáncer.
“Es fundamental poner el foco y hacer divulgación entre toda la población sobre la heterogeneidad que engloba la palabra cáncer. El cáncer no es una única enfermedad, son distintos tumores, cada uno con una biología, un tratamiento y un pronóstico diferentes”, recuerdan desde la SEOM en la celebración del Día Mundial de la lucha contra el Cáncer que se celebra cada 4 de febrero.