La regulación de los precios de los medicamentos y su posible colisión con el derecho a la salud fue objeto de una mesa redonda en el 62 Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) que se celebra entre el 18 y 21 de octubre en Madrid. Un debate en el que, bajo el título ‘Medicamentos, precios y derecho a la salud. ¿Qué podemos hacer los profesionales?’, se abordaron algunas de las implicaciones de los precios de los medicamentos y las causas para su dimensiones.
Francesc Puigventos, del grupo Génesis de la SEFH, puso el foco en la I+D y las patentes como elementos que han propiciado que en los últimos años los precios hayan aumentado de “forma extraordinaria” y que el gasto en medicamentos alcance “la cuarta parte del gasto sanitario, y creciendo”.
En lo que se refiere a la I+D, este farmacéutico ha criticado el “alto grado de ineficiencia de la I+D para generar fármacos innovadores”. Aunque reconoció que “hay muchos avances impresionantes" también aseguró que, "hay cientos de medicamentos que no aportan nada”. Por su parte, respecto a las patentes, consideró que “el sistema de patentes crea el monopolio que permite imponer precios abusivos”. En este sentido, cifró en el 6.600% el beneficio de medicamentos como sofosbuvir frente a su coste de fabricación. Por ello, reclamó “transparencia” en los costes de investigación y fabricación de los medicamentos de cara a asignar el precio.
Puigventos criticó que “los sistemas públicos de salud no están actuando en esos precios” y advirtió de que “las medidas de eficiencia aportadas por el sistema de salud a nivel de hospital y comunidades autónomas tienen un límite”. Se puede mejorar la eficiencia pero el problema seguiría ya que según explicó “el problema esencial está en el altísimo precio de los medicamentos que la actual regulación permite”.
Compartir datos y resultados
La subdirectora general de Farmacia de la Comunidad de Madrid, María José Calvo, consideró necesario “no centrarse solo en cuánto gastamos y cómo lo financiamos sino, en cómo lo gastamos”. Por ello, apostó por compartir información, no solo en cuanto a los precios y compras de medicamentos sino en los resultados en salud con el objetivo de “analizar la evolución del gasto y devolver información comparada y proponer soluciones de mejora”.
En este sentido, explicó que “todos los hospitales de Madrid se benefician de los mismos precios de medicamentos, puesto que hay una web restringida en la que aparecen los precios máximos a los que se puede hacer una compra en Madrid”.
En relación a la política farmacéutica de su departamento, Calvo señalo el apoyo al uso de biosimilares que han hecho en la región. Empezando por el uso en pacientes naïve, hasta impulsar los switches de acuerdo con la Comisión de Farmacia, los clínicos y farmacéuticos. Según ella, es una cuestión de “coste oportunidad y de ética”.
Por otro lado, la subdirectora general de Farmacia madrileña dijo no entender algunas medidas que se están analizando en los últimos tiempos como herramientas de optimización de los precios de los medicamentos. En concreto, en relación a los diferentes precios por indicación, Calvo consideró que “dificultarían mucho la gestión” y que no entendía por qué se iba a utilizar un medicamento más caro en una indicación cuando para otra era más barato. Por ello, insistió en que “lo mejor es establecer precios más bajos”.
Por último, el profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, Jaime Espín, criticó la regulación de precios existente en España y se mostró esperanzado con que el Real Decreto de Financiación y Precio de los Medicamentos tenga en cuenta las críticas vertidas por la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) al sistema de precios.
Espín también criticó la falta de transparencia existente en nuestro país y puso como ejemplo que desde 2012 no se publican los acuerdos de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos. El profesor de la EASP también reclamó que se introduzca una verdadera financiación selectiva en el SNS y que en los criterios de financiación, además de la eficiencia se utilicen otros valores como la solidaridad o el valor de una vida.
Más allá, consideró necesaria una modificación en el sistema de copagos y puso como ejemplo el sistema francés en el que la aportación del usuario se calcula en función de la eficiencia del fármaco, de modo que el paciente opte por la utilización del medicamento más eficiente.
En respuesta a la crítica sobre las patentes que había realizado Puigventos, el profesor de la EASP consideró que “las patentes no son el problema, sino que es la regulación de precios” y alertó de que no es fácil la emisión de una licencia obligatoria para romper una patente, como en algunos ámbitos se reclama.