La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha publicado un 'Informe sobre el Plan de Acción para fomentar la utilización de los medicamentos reguladores del mercado en el SNS: medicamentos biosimilares y medicamentos genéricos', en el que dice compartir "la orientación y los objetivos" del mismo, a la vez que apunta una larga lista de propuestas de mejora.
A nivel general, la CNMC considera que "el hecho de que los recursos sean limitados exige introducir racionalidad y eficiencia en su asignación", aspectos que pueden encontrarse en una mayor penetración de los genéricos y los biosimilares. No obstante, este organismo admite que, pese a que "ambos son medicamentos eficientes, desde el punto de vista clínico y económico, ya que su eficacia, seguridad y calidad es idéntica, y además sus precios son potencialmente muy inferiores", existen dificultades para una mayor utilización de los mismos por el efecto "de la reputación de la marca y la falta de incentivos para los prescriptores, pacientes y dispensadores".
Por eso, este organismo considera que "es necesario y conveniente el fomento de la penetración y generalización" de estos productos, ya que además, apuntan, siempre que la política sea adecuada, suponen "un incentivo a la innovación de nuevos medicamentos". Por eso, precisamente, consideran acertada la orientación del Plan en el que trabaja el Ministerio de Sanidad.
Otra cosa son las medidas propuestas, el detalle, donde perciben "margen de mejora en diferentes ámbitos". Lo primero sería, indican, "reforzar el carácter holístico del plan, de forma que alcance la política farmacéutica en su conjunto y considerar otras dimensiones (como el uso racional de medicamentos)". En paralelo, estiman necesaria una "mayor especificación y desglose de objetivos e indicadores de seguimiento", así como "una mayor implicación de sociedad civil, pacientes y profesionales sanitarios para una mejor implementación".
En cuanto a las variables e indicadores, la CNMC considera relevante que se desgranen atendiendo a diferentes parámetros: terapéuticos, de financiación (pública o privada), relacionados con los canales de distribución y por comunidades autónomas. Asimismo, llaman a no perder de vista la estructura industrial del mercado que se va a intervenir, y, más concretamente, aspectos como "el tamaño de los operadores, el nivel de concentración, la evolución y la dinámica competitiva, el ciclo de innovación y el impacto de medidas regulatorias pasadas, entre otros aspectos".
Para la CNMC, "las regulaciones excesivas de precios no fundamentadas" pueden conllevar "incentivos perversos, como el lanzamiento de nuevos productos de muy limitado aporte terapéutico adicional a precios más altos o el consumo excesivo de medicamentos". Por eso, su apuesta es por la revisión periódica de las condiciones de financiación y los precios fijados inicialmente. "Este ejercicio de revisión debería contemplar una dimensión tanto clínica como económica", opinan, y citan, de forma específica, la aplicación de análisis coste-efectividad.
Proponen una fijación del precio inicial con descuento que esté bien fundamentada, considerando el posible "efecto restrictivo sobre la competencia". "Aunque suponga un ahorro presupuestario, este puede acabar siendo limitado y únicamente a corto plazo, por no haber introducido los incentivos adecuados", señalan.
Sobre la modificación del SPR
Tampoco rehuyen el debate sobre el sistema de precios de referencia (SPR). La CNMC se muestra de acuerdo con "las modificaciones del SPR y el mecanismo de devolución de descuentos propuesto", que partirían, a juicio de este organismo, "de deficiencias compartidas por esta Comisión". Además, creen que pueden "mejorar la situación actual", además de partir "de un objetivo final positivo". Sin embargo, matizan, "son medidas limitadas y suscitan riesgos en cuanto a su efectividad".
En opinión de sus expertos, "sería más conveniente revisar el SPR en profundidad, reorientándolo a los modelos más extendidos en los que se otorga mayor flexibilidad a los precios (al alza y a la baja), permiten mayor margen de elección al consumidor y fomentan en mayor medida la competencia". En consecuencia, prosiguen, "mitigan en mejor medida la información asimétrica, y permiten mejores resultados en términos de eficiencia, equidad y sostenibilidad presupuestaria". Sobre la creación de conjuntos por ATC4, abogan porque se apliquen "en aquellos casos que sea posible, por ser una solución eficiente clínica y económicamente y pro competitiva".
Seguidamente, se refieren a las medidas dirigidas a los prescriptores, entre las que echan en falta un mayor nivel de detalle. Consideran, no obstante, que "la completa generalización de la receta electrónica y adecuados (e integrados) sistemas de información y análisis son herramientas recomendables".
Finalmente, tienen también una mención a las medidas dirigidas a los dispensadores. Aquí, según la CNMC, "la obligación de sustitución debería referirse únicamente a medicamentos genéricos y biosimilares, pero no a medicamentos de marca, especialmente ante el supuesto de igualdad de precio", ya que, en ese caso, "se estaría distorsionando la competencia óptima, dificultando su penetración y obteniéndose soluciones ineficientes".
Sobre el margen para las farmacias
Unido a esto, la CNMC incluye su visión sobre la necesidad de modificar los márgenes retributivos de oficinas de farmacia, "por su concepción no eficiente y por los incentivos negativos que incorporan (dispensar medicamentos de precio más alto o mayores cantidades)" y contemplar, en su defecto, "medidas como tarifas por dispensación, independientemente de las variables anteriores".
Finalmente, en lo que respecta a los procedimientos de adquisición, se aboga por la aplicación de fórmulas "competitivas, con amplias soluciones potenciales de agregación de demanda en el sector público". "Mediante el juego competitivo los precios se irían ajustando a los costes y se mitigaría el problema de información asimétrica y de precios ineficientes, entre otras ventajas", concluyen, no sin advertir "que los procedimientos deben venir precedidos necesariamente de un análisis sólido y un seguimiento sistemático del mercado". El ideal para la CNMC es que se diseñen estos concursos "de forma que no limiten el acceso ni impacten negativamente en la competencia, especialmente a medio y largo plazo, y que minimicen los riesgos de colusión inherentes en toda licitación".