La industria farmacéutica espera concluir el presente año con la fabricación de un total de 12.000 millones de vacunas frente al Covid-19 en todo el mundo y espera duplicar esta cantidad durante 2022.
Según un informe elaborado por Farmaindustria en formato pregunta respuesta destaca “cómo está trabajando la industria farmacéutica” para conseguir fabricar el número suficiente de suero para contener la pandemia. Según destaca, a final del pasado mes de septiembre, nueve meses y medio después de aprobarse la primera vacuna, la producción alcanzó los 7.500 millones de dosis, gracias a que hasta 83 plantas de producción situadas en 70 países están participando en la fabricación de las sustancias necesarias para producir las vacunas.
El ritmo de producción de vacunas de todo el mundo está produciendo 1.500 millones de dosis al mes, y se espera que esta capacidad continúe creciendo. Mientra que los primeros 1.000 millones de dosis tardaron en administrarse 140 días, mientras que sólo se ha tardado 26 días en administrar los últimos 1.000 millones.
Según los datos que maneja Unicef, unos 208 países o territorios en el mundo han administrado ya más de 6.500 millones de dosis de la vacuna contra la Covid-19. Estas dosis serían suficientes para vacunar a toda la población de más de 50 años de todo el mundo. Actualmente, el 46% de toda la población mundial ha recibido al menos una dosis de la vacuna.
En cuanto a las previsiones de producción, Farmaindustria indica que las estimaciones de entidades como la consultora internacional Airfinity, la organización Unicef o la Universidad de Duke, en Estados Unidos, apuntan a una producción prevista de unos 12.000 millones de dosis a finales de 2021, suficientes para vacunar a la población adulta mundial. Además, se estima que para junio de 2022 la producción total de vacunas alcanzará los 24.000 millones, momento en el cual los suministros de vacunas probablemente superarán la demanda mundial.
Eso se ha conseguido gracias a que las compañías farmacéuticas, “en paralelo al proceso de investigación, ampliaron sus propias plantas de producción para aumentar la capacidad e incluso comenzar a producir vacunas a riesgo, antes de que fueran aprobadas por las agencias reguladoras”.
Además recuerda q”ue ya se contabilizan más de 300 acuerdos de colaboración, que implican a casi un centenar de empresas, gracias a estos acuerdos, la capacidad mundial de producción de todo tipo de vacunas -que era de algo más de 4.000 millones de dosis al año antes de la pandemia- se ha triplicado sólo para las que combaten el coronavirus”.
Farmaindustria conidera “fundamentales” este tipo de acuerdos ya que “el proceso de fabricación de vacunas es muy complejo y requiere unos conocimientos específicos, una tecnología puntera, unas instalaciones adecuadas, unos equipos humanos preparados y una experiencia que, en la actualidad, sólo está al alcance de unas pocas compañías en todo el mundo”.
De la misma forma realiza una defensa del sistema de patentes ya que “este logro sin precedentes ha sido posible, sin duda, gracias al sistema actual de propiedad industrial a través de las patentes, dado que genera un marco de protección y confianza a las compañías desarrolladoras para transferir conocimiento y tecnología a otras empresas, lo que está siendo crucial para garantizar la calidad, eficacia y seguridad de las vacunas que se producen”.
La industria farmacéutica considera que esta producción “será suficiente”. Según la Federación Internacional de la Industria Farmacéutica (IFPMA), con la distribución de vacunas realizada hasta ahora, los países del G7 tienen reservas suficientes de dosis para vacunar a sus adultos y adolescentes y poner en marcha programas de refuerzo para proteger a los grupos de mayor riesgo, y disponen además de un número de dosis importante para distribuir a los países del tercer mundo.
En cuanto a la equidad, las compañías proponen “intensificar la distribución responsable de dosis a los países de renta más baja a través del mecanismo Covax a las poblaciones con menos recursos, y que cuenta desde el inicio con el apoyo de la industria farmacéutica y de más de 190 países de todo el mundo, entre ellos España”. El objetivo del proyecto es la entrega de 2.000 millones de dosis en 2021 a los 100 países con ingresos más bajos del mundo.
Tanto las compañías farmacéuticas como los integrantes de Covax han solicitado a las autoridades gubernamentales internacionales “la eliminación de algunas de las barreras comerciales y regulatorias existentes a la exportación, y la adopción de políticas que faciliten y agilicen el suministro transfronterizo de materias primas y materiales esenciales para la fabricación de las vacunas Covid-19, además de promover la mano de obra cualificada necesaria para esta fabricación”.
Igualmente recuerda que existen ocho vacunas contra la Covid-19 aprobadas en todo el mundo, cuatro de ellas de uso en Europa al contar con el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento. Las investigaciones sobre nuevas vacunas continúan y actualmente hay otras 114 en ensayos clínicos, de las que 23 están ya en la última fase de investigación.
Igualmente, desde el inicio de la pandemia se pusieron en marcha ensayos con medicamentos existentes para otras patologías con potencialidad para combatir la Covid-19. Actualmente, según los registros de la OMS, se están llevando a cabo 1.612 ensayos clínicos con pacientes en todo el mundo. Los tratamientos con anticuerpos monoclonales se muestran prometedores para el tratamiento ambulatorio, al igual que los nuevos antivirales.
Farmaindustra indica por último que “España está contribuyendo de forma notable”. Según indica ha sido el primer país de Europa y el cuarto del mundo en número de ensayos clínicos contra el coronavirus, en línea con su papel de referencia internacional en investigación clínica de medicamentos, y hasta cuatro compañías españolas están participando, en colaboración con empresas desarrolladoras, en la producción de vacunas.