En la comunidad gallega nueve de los diez medicamentos de mayor gasto son biológicos y suponen en torno a la mitad del gasto en los tratamientos hospitalarios. Por ese motivo, la llegada de los biosimilares es vista como una "oportunidad" dada la eficiencia que aportan. Para aprovechar esa oportunidad, el Servicio Gallego de Salud (Sergas) ha establecido un objetivo de cuota de mercado del 40 por ciento en dosis diarias definidas (DDD). Así lo expresó Antonio Fernández-Campa, gerente del Sergas en el Encuentro de Expertos “La gestión de los biosimilares en Galicia” organizado por Diariofarma en Santiago de Compostela.
Farmacéuticos clínicos y participar en ensayos hacen confiar en el biosimilar
El encuentro, en el que diferentes profesionales compartieron sus experiencias con estos medicamentos desde diferentes perspectivas: médica, hospitalaria, farmacéutica, administrativa o desde la industria, sirvió para poner encima de la mesa la realidad de los biosimilares en la comunidad, instaurados en diferentes porcentajes en los diferentes servicios de atención de la sanidad pública, tanto en atención primaria como en el ámbito hospitalario. El potencial de eficiencia de estos fármacos es importante en una comunidad envejecida y con un elevado gasto público en medicamentos.
Confianza, criterios económicos, seguridad, intercambiabilidad y modalidades de licitación, además de numerosos porcentajes y experiencias, fueron algunos de los temas suscitados por los integrantes de la mesa: Antonio Fernández-Campa, gerente del Sergas; Antonio Mera, jefe del Servicio de Reumatología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS); Aurea Gómez, farmacéutica del Servicio de Hematología del Complejo Hospitalario Universitario de Orense (CHUO); Gracia Espuelas, directora del departamento de Farmacia de Sandoz y Fátima Rodríguez Moreda, de la asociación de pacientes Acción Psoriasis, en representación del Foro Español de Pacientes, moderados por José María López Alemany, director de Diariofarma.
Estrategias de licitación
Por parte de la administración sanitaria gallega se comentaron algunas de las claves con las que se está trabajando para lograr un equilibrio entre la introducción de nuevos biosimilares y la coexistencia con los medicamentos de referencia, sin olvidar el objetivo (no les gusta la palabra ‘cuotas’) de alcanzar un 40% de utilización en fármacos que se adquieren fuera de los concursos públicos. “Estamos trabajando en cómo lograr un procedimiento de licitación que nos permita que puedan coexistir biosimilar y original”, indicó Fernández-Campa. Falta saber cómo se regula ese equilibrio necesario, aludiendo como experiencia al establecimiento de lotes, con el caso de la oxigenoterapia, que en la actualidad se otorgan con una distribución geográfica.
Cada una de las siete Estructuras Organizativas de Gestión Integrada (EOXI) de la región gestiona su presupuesto para alcanzar el objetivo de uso de biosimilares, afectando su logro o no a los incentivos que tienen los profesionales. En cualquier caso, el responsable del Sergas se mostró satisfecho con las cuotas alcanzadas de penetración de los biosimilares hasta el momento, que pueden variar entre el 30 por ciento de algunos medicamentos al cien por cien de otros adquiridos por concurso. Por centro, hospitales como el de Orense destacan frente al resto por sus cifras de penetración, explicó.
En el caso del infliximab, Galicia estaría en un 33 por ciento, señaló Fernández-Campa, que en ningún caso se muestra “partidario de expulsar del mercado a los medicamentos originales”. Y es que para este experto además del “ahorro directo” no hay que despreciar el “ahorro inducido”, que es el generan los biosimilares al hacer competir en precio al medicamento original. El experto quiso poner de manifiesto que la investigación tiene un coste, pero cree que los laboratorios deben hacer bien sus cuentas de cara a la caducidad de las patentes a la hora de diseñar y lanzar nuevos medicamentos.
En cuanto a la estrategia concreta en materia de gestión, desde el Sergas se asegura que no se han realizado recomendaciones acerca de la utilización de biosimilares más allá del objetivo establecido. En este sentido, no habría directrices, como existen en otras regiones, para iniciar los tratamientos de nuevos pacientes con biosimilares. No obstante, esta estrategia sería la más lógica para alcanzar los objetivos planteados, coinciden tanto el gerente del Sergas como el reumatólogo. A este respecto, Fernández-Campa criticó alguna política comercial de determinadas empresas con medicamentos originales, a las que no mencionó, que consistiría en ofertas más económicas para los tratamientos nuevos y más elevadas para los tratamientos instaurados al ser conscientes de la dificultad del cambio de fármaco. “Eso no da confianza”, aseguró el gerente del Sergas.
La cuestión de la intercambilidad y la sustitución
Los médicos no ven problema en el inicio de nuevos tratamientos con biosimilares, pero consideran difícil explicar a un paciente un cambio porque siempre habrá el prejuicio de que se hace por el coste, especialmente si el cambio ha coincidido con la aparición de algún problema o efecto adverso. En este sentido, consideró necesario asegurar que la contención del gasto "garantiza que no se va a ver mermada la salud", por eso, en materia de sustitución consideró necesario esperar a ver qué ocurre con los estudios en marcha.
A pesar de estas dudas, Fernández-Campa puso encima de la mesa la necesidad de iniciar un debate en relación a la posible revisión de la Orden de no sustitución (Orden SCO/2874/2007), que prohíbe expresamente que los medicamentos biológicos sean objeto de cambio ni por el farmacéutico ni por comisiones de farmacia, sin permiso expreso del médico prescriptor. Según explicó, han pasado diez años desde su dictado y aludió para ello a diferencias en cuanto a su interpretación por su aplicación a la farmacia hospitalaria.
A este respecto, la representante de los pacientes consideró "importante" que se mantenga la prohibición de sustitución. Por su parte, Espuelas también rechazó la toma de medidas economicistas y de corto plazo. Para ella, lo relevante es "considerar la aportación de valor" de cada producto más allá de solamente el precio.
La creación de un observatorio
En otras comunidades autónomas ha surgido la idea de crear un observatorio para intercambiar experiencias. Todos los especialistas presentes en la mesa de debate gallega se mostraron también a favor de esta figura. Fernández-Campa encajándola bajo el paraguas de la Agencia Española del Medicamento, para que promoviera principalmente cuestiones como la formación y aportara datos estadísticos. Desde las asociaciones lo valoraron positivamente en cuanto que podría proporcionar información a pacientes.
Por parte del ámbito farmacéutico hospitalario, Aurea Gómez, lo consideraría un elemento muy útil ya que “ayudaría a consolidar datos”. Eso sí, explica que debería incorporar datos sobre la “calidad de vida y los resultados en salud”.
Para la industria farmacéutica un observatorio sería un elemento dinamizador y aludió a algunas experiencias en el ámbito de la comisión interterritorial. “El dato económico es importante pero también los criterios clínicos. No todas las comunidades autónomas son homogéneas, la transparencia dinamiza”, destacó Gracia Espuelas.
El paciente informado
Un aspecto que también se comentó en tanto a pacientes fue el tema de la calidad de vida, algo que, a juicio de los expertos, cada vez se debería tener más en cuenta. “Al paciente le preocupan los efectos que le pueda provocar el fármaco”, señaló Fátima Rodríguez, que defendió que un paciente informado tiene mucho que decir e instó a los agentes del sistema sanitario a tener este punto de vista en cuenta.
En un estudio en el ámbito de la humanización de la salud, puesto de manifiesto por Fernández-Campa, lo que más resultó inquietar al paciente fue, por delante de las listas de espera, la información. Desde Acción Psoriasis creen que la desinformación genera desconfianza, y que a veces los únicos argumentos que les llegan a los pacientes sobre los tratamientos son los referidos a la parte económica.
Desde el CHUS, Mera habló de la experiencia en Escuelas de Pacientes, que se llevan a cabo una vez al trimestre, y donde los propios afectados pueden realizar todo tipo de consultas sobre su patología y estos medicamentos. El experto considera un reto generar esa confianza médico paciente necesaria para transmitir qué son los biosimilares y por qué son una importante oportunidad terapéutica en este momento.
Fotos y texto: Carmen Delia Díaz