La ministra de Sanidad, Mónica García, recogió hace un año de manos de José Manuel Miñones el reto de liderar los retos de liderar la sanidad nacional desde el Ministerio de Sanidad. 365 días después, García se acerca a superar la medida de duración que los ministros del ramo tienen en el gabinete de Pedro Sánchez, con un bagaje en el plano farmacéutico que se puede resumir en como un año de puesta de bases para muy importantes proyectos, que tendrán que asentarse en el tiempo de legislatura que queda pendiente.
Ley del Medicamento, el nuevo papel de la farmacia comunitaria dentro del sistema sanitario, el plan estratégico de la industria, el nuevo Real Decreto decreto de evaluación de tecnología sanitaria, la creación de la Agencia de Salud Pública, son algunas de las cuestiones que se agolpan en la agenda de la ministra, a las que se le suman otras que irán llegando en breve y que vienen marcadas, tanto por la actualidad sanitaria nacional, como de las disposiciones que se marcan desde la Unión Europea. Entre otras, la trasposición de los numerosos aspectos que aporta la nueva legislación farmacéutica de la UE, la aplicación de la directiva de aguas y el papel de la industria farmacéutica y el medio ambiente, el Espacio Europeo de Datos Sanitarios o el papel que España va a desempeñar en el concepto del espacio sanitario europeo. Junto a todo ello, otros problemas tradicionales como el retraso crónico de España en el acceso a fármacos innovadores, jalonan los asuntos a los que la ministra va a tener que prestar especial atención en el resto del periodo legislativo que aún le aguarda.
Algunos de estos asuntos tienen ya fecha aproximada de puesta en marcha. El más importante de ellos, la Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento. El secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla ha anunciado este jueves que ya se ha iniciado el trámite para llegar al Consejo de Ministros.
Otra cuestión relevante es la estrategia de la industria, diseñada con la colaboración de cuatro ministerios (Ciencia, Hacienda, Industria y Sanidad) también “sigue avanzando” en la actualidad. Por el momento, solamente consta que la estrategia estará guiada por la primacía de lo público, potenciará sinergias entre el sistema sanitario y la investigación, ampliará el papel de los pacientes y buscará la integralidad en la cadena de valor del medicamento.
De lo que no se conoce mucho es de otras cuestiones como la Agencia Estatal de Salud Pública, si bien en puridad la cuestión está más en el Congreso de los Diputados, que en el Ministerio de Mónica García, o del papel que el departamento va a otorgar a la farmacia comunitaria como un agente más dentro del Sistema Nacional de Salud.
En su toma de posesión, García recibió el parabién de todo el sector y concretamente desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), además de brindar su “apoyo total”, se le han venido planteando diversas cuestiones como la mejora del acceso a los medicamentos, reforzar las capacidades de la farmacia en atención primaria, integrar a la farmacia en las políticas y planes de salud pública, avanzar en la cohesión y territorial y sostenibilidad de la farmacia rural y utilizar la farmacia como sensor sanitario y social.
Desde el Ministerio y también desde diversas comunidades autónomas se han mostrado iniciativas para aprovechar las ventajas de la farmacia comunitaria en esas cuestiones, si bien por el momento, no han pasado de meros guiños en cuestiones como la sustitución de medicamentos por parte del farmacéutico, cuestión que abordará la Ley del Medicamento, o de ponderar el papel de la farmacia comunitaria dentro del sistema sanitario, pero sin traducirlo a efectos prácticos. Aún sigue pendiente el acuerdo sobre la potenciación de la farmacia rural firmado otra ministra de Sanidad de Sánchez, Carolina Darias, y sobre el cual no resulta posible reseñar ningún avance.
También se han dado avances como la ley sobre derivados del cannabis (que deja a la farmacia comunitaria fuera de la formulación magistral) o en cuestiones de salud pública como el anteproyecto para modificar la ley de consumo de tabaco, dentro del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, el ya cercano anteproyecto de ley para prevenir el consumo de alcohol en menores de edad, que busca prevenir y reducir el consumo de estas sustancias entre los más jóvenes, pero sin duda uno de los más importantes es el anuncio de la actualización del Plan de Terapias Avanzadas.
En suma, Mónica García cierra un año marcado por un buen número de proyectos en el plano farmacéutico; ahora tiene por delante el resto del periodo legislativo para hacerlos realidad.