Terapéutica

Biosim recuerda que el ahorro futuro de los biosimilares requiere de un mercado atractivo

Los biosimilares generaron ahorros de 1.800 millones de euros en 2023 en España y las proyecciones calculan que se podrían acumular hasta 22.295 millones de aquí a 2030. Sin embargo, los expertos advierten que la sostenibilidad de este mercado requiere incentivos fiscales, regulación simplificada y estrategias de compra pública equilibrada y una rebaja en la presión de los precios que garanticen la viabilidad de las empresas.
Manuel García Goñi, María Blanco, Encarna Cruz y Carmen Encinas

El ahorro de que los medicamentos biosimilares han procurado al sistema sanitario, alcanzó en 2023 unos 1.800 millones de euros. Las previsiones, en función de la evolución del mercado y los nuevos lanzamientos hasta 2030, arrojan que ese año la reducción de la factura por estos medicamentos podría superar los 4.500 millones de euros, acumulando entre 2024 y 2030 un total de 22.295 millones de euros.

No obstante, la consecución de estas cifras no es algo que esté asegurado de por sí. Depende de un frágil equilibrio en el que la sostenibilidad y rentabilidad de las compañías fabricantes de biosimilares debe estar asegurada ya que, de otro modo, las inversiones en desarrollo de nuevos productos se reducirán y, con ello, el impacto sobre el mercado farmacéutico. Por ese motivo, la directora general de la Asociación Española de Biosimilares (Biosim), Encarna Cruz, ha hecho un llamamiento sobre la “necesidad de proteger el mercado de los biosimilares”.

Así se ha puesto de manifiesto a lo largo de la sexta edición de la Jornada Nacional de Biosimilares, que bajo el título “Avanzando juntos hacia un entorno sostenible”, ha organizado Biosim, en la que diversos expertos han expuesto su visión sobre este sector.

La jornada se inició con unas palabras del secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, quien planteó que, una vez que “nadie discute” el papel de los biosimilares y sus propiedades en materia de seguridad, calidad y eficacia, es hora de dar un impulso mediante cambios normativos que aboguen por un modelo que “incrementen la penetración” de estos medicamentos y “crear un entorno que potencien la competencia”. Todo esto se recogerá en la Ley de Garantías, que ya ha dado un paso más hacia su aprobación.

El presidente de Biosim, Joaquín Rodrigo, reclamó la ayuda de las normativas para “impulsar a Europa como motor de innovación y producción de medicamentos”. Rodrigo recordó que nuestro continente ha sido el impulsor de los biosimilares en todo el mundo ya que “marcó el camino” regulatorio. En relación con nuestro país, el presidente de Biosim se congratuló de que en los últimos tiempos, España ha recuperado terreno respecto de otros países en materia de biosimilares y ahora “estamos por delante de la media”, aseguró. En este sentido, recordó que la eficiencia que aportan los biosimilares “también tiene que ver con el acceso a los fármacos en el momento oportuno y gracias a los biosimilares es posible adelantar su uso”.

Javier Padilla y Joaquín Rodrigo.

Rodrigo también aprovechó la presencia de Padilla para recordarle que los resultados de los biosimilares dependen del convencimiento de los profesionales y los pacientes, pero también del “impulso de los gestores”. A este respecto, planteó la necesidad de ofrecer a los productores de biosimilares de entornos y reglas del juego del consumo y adquisición de medicamentos “lo más completas posible ya que una compra pública basada solo en precio está abocada a déficits de suministro”. Por ese motivo, reclamó la introducción de criterios de valor.

Tras la presentación, se celebraron dos mesas redondas en las que se expuso la visión del ámbito de la gestión y la economía, y otra con la de profesionales y pacientes.

Cuidar al biosimilar para asegurar su futuro

En una mesa moderada por Carmen Encinas, directora general de Planificación, Ordenación e Inspección Sanitaria y Farmacia de la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha, la directora general de Biosim recordó que los biosimilares “ya son mayores de edad” y que, al contrario de lo que ocurría hace solo diez años, “ya están en el día a día de la asistencia sanitaria y no son algo extraordinario”. No obstante, planteó que en la actualidad existen una serie de incertidumbres a medio y largo plazo en el ámbito de los medicamentos genéricos que auguran que “lo conseguido hasta el momento no está asegurado” en el futuro. Por ello, hizo un llamamiento a que, una vez creado el mercado de genéricos, ahora se pase a “garantizar un mercado sostenible para todos los actores en el tiempo”.

Cruz recordó que el ahorro que generan los biosimilares en la actualidad en nuestro país es ya el equivalente al gasto público de un mes en medicamentos, tanto de hospital como de farmacia. Además, gracias a los biosimilares, los pacientes se han beneficiado de un adelanto del acceso a terapias biológicas que, en el caso de los antiTNF, se ha cifrado en 19 meses.

Pero esto no está asegurado y, como denunció, ya se empieza a observar la existencia de medicamentos biológicos a punto de perder patente, “incluso blockbuster” para los que no se está preparando ningún desarrollo de un biosimilar. Las cifras de falta de programas de desarrollo de biosimilares alcanzarían según Biosim, hasta un 44% de los biológicos. Esto se debe a la pérdida de interés por parte de muchas compañías que estaban presentes en este mercado pero que prefieren invertir en otros ámbitos que generen una mayor rentabilidad.

Por ese motivo, Encarna Cruz lanzó un llamamiento a los gestores sanitarios para transmitirles que la continua presión sobre los precios daría fruto a corto plazo, pero “pone en riesgo la rentabilidad de las compañías”. Por ello, planteó la necesidad de poner en marcha una serie de medidas que permitan desarrollar un mercado sostenible. Entre ellas, planteó: fomentar la I+D de biosimilares en España y Europa; establecer incentivos fiscales y exenciones a largo plazo; simplificar procedimientos regulatorios; mantener altos niveles de utilización de biosimilares; complementar compra pública estratégica basada en múltiples adjudicatarios; o definir precios equilibrados para que todas las partes (administración, pacientes e industria) alcancen sus objetivos y beneficios.

Proyección de ahorros hasta 2030

La intervención de Manuel García Goñi, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, se centró en presentar los resultados de un estudio que ha calculado los ahorros que ofrecerán los biosimilares hasta 2030. Este análisis tomó como base la experiencia acumulada en materia de penetración de los biosimilares y el comportamiento de los precios para dar continuidad a un trabajo previo que evaluó estos ahorros hasta 2022.

El estudio clasificó los medicamentos en función de su dispensación hospitalaria o en farmacia comunitaria y su destino a enfermedades crónicas o agudas. Así, se establecieron cuatro combinaciones posibles y de acuerdo a lo sucedido en el histórico en cuanto a penetración y variación de precio, se hizo una proyección de los ahorros futuros para cada uno de los principios activos con biosimilar existentes en la actualidad o que tendrán competencia de aquí a 2030. Los resultados ofrecen un ahorro anual de 4.350 millones de euros para 2030, acumulando 22.295 millones de euros entre 2024 y 2030.

García Goñi destacó que “el ahorro por los biosimilares es inmenso” y explicó que un escenario sin ellos “sería un mundo sin competencia en biológicos, con menos incentivos para la innovación, peor acceso y precios más elevados”.

La importancia de la contratación

En la mesa también intervino María Blanco, directora de la Gerencia de Compras y Políticas de Distribución del Institut Català de la Salut (ICS). Blanco subrayó que la contratación pública, además de ser una obligación legal, es “una herramienta estratégica para hacer política pública, es estrategia pura”. Esta visión, según Blanco, “ha costado que en el sector salud llegáramos a creérnoslo”, comentó.

La experta explicó las recomendaciones realizadas por la Comisión Europea sobre compra de medicamentos para mejorar sus resultados. Entre ellas se incluye la necesidad de desarrollar una política de compra clara, fomentar el uso del e-procurement, promover la transparencia y el uso de datos, mantener un diálogo constante con la industria, adaptar los procedimientos a la etapa de madurez del medicamento y equilibrar los objetivos entre proveedores y administración. Según Blanco, estos enfoques permiten mejorar el acceso, promover ahorros y garantizar la rentabilidad de la industria y favorecer la innovación.

En su exposición presentó datos sobre el impacto económico en el ICS de distintas moléculas biológicas tras la entrada de los biosimilares, destacando los ahorros logrados mediante acuerdos marco con múltiples adjudicatarios. En estos procesos, se ha priorizado que los criterios técnicos y de valor representen el 60% de la decisión, dejando atrás un modelo basado exclusivamente en el precio.

Visión de profesionales y pacientes

En la segunda mesa redonda, moderada por Ismael Escobar Rodríguez, jefe de Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, participaron expertos de distintas áreas, quienes analizaron el impacto de los biosimilares en la sanidad española.

Carolina González Criado, secretaria de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (Sefap), resaltó el papel del farmacéutico de Atención Primaria en la continuidad farmacoterapéutica de los biosimilares. Abogó por implementar “políticas adaptadas a Atención Primaria, normalizar indicadores de uso entre comunidades autónomas e identificar sistemas de prescripción eficaces”. Además, destacó la importancia de establecer medidas que incentiven a la industria para continuar investigando y comercializando biosimilares.

Desde la Farmacia Comunitaria, Piedad García Marcos, vocal del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF), destacó la cercanía de estos profesionales con los pacientes, poniendo en valor las iniciativas de formación impulsadas por el Consejo General. Según García Marcos, ofrecer información clara y adecuada sobre los biosimilares será clave para fortalecer la confianza del paciente en este tipo de medicamentos.

Los participantes en la segunda mesa.

José Manuel Carrascosa Carrillo, jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona, abordó el impacto de los biosimilares en la psoriasis. Explicó que entre 2010 y 2020 se ha producido un aumento del número de pacientes tratados, mientras que el coste por paciente se ha reducido en un 30%. “Los biosimilares han permitido tratar a más pacientes, hacerlo antes y con objetivos terapéuticos más exigentes”, afirmó.

Desde el ámbito de la enfermería, Diego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería de España, destacó la importancia del rol de las enfermeras en la administración de biosimilares y la prevención del efecto nocebo. Subrayó que “la formación específica es esencial para cubrir estas necesidades” y que las enfermeras juegan un papel crucial en resolver dudas de los pacientes.

Finalmente, Alfredo Ledesma Ruiz, Digital Transformation Lead de la Federación Española de Diabetes (FEDE), insistió en la importancia de la pedagogía desde el diagnóstico, asegurando que toda la cadena asistencial comparta un mensaje coherente. “Es fundamental respetar los tiempos de los pacientes y garantizar que comprendan plenamente las terapias que reciben, especialmente en enfermedades graves”, apuntó.

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