Uno de los predictores más relevantes de la salud es la economía. Esto que muchas veces se ha mantenido como origen de las diferencias en salud, se ha puesto encima de la mesa para valorar las relaciones entre la economía y la salud y las implicaciones que en ambas tendrá la manera en que se ha afrontado la crisis de la covid-19.
Analizar estas cuestiones en la ‘interfaz de la economía y la salud a propósito de la covid-19’ ha sido el objetivo de un libro impulsado por Novartis y desarrollado por desarrollado por el Centro de Investigación en Economía de la Salud (CRES) de la Universidad Pompeu Fabra, la Fundación Gaspar Casal, BioInnova Consulting. La obra, que ha reunido a más de veinte expertos de ambos mundos ha sido presentada en un acto en que han participado varios de ellos debatiendo sobre las claves de esa interfaz.
El acto ha sido dirigido por el director del CRES, Guillem López Casasnovas, quien ha explicado que es muy importante que ahora “los mundos sanitario y económico empiezan a verse la cara”. El también director de la obra ha explicado que el objetivo de cada artículo fue dar respuesta a una serie de preguntas en relación con la gestión de la pandemia y la economía.
En el acto han participado Joaquín Almunia, comisario Europeo de Asuntos Económicos y Monetarios y vicepresidente de la Comisión entre 2010 y 2014; Daniel Lacalle, profesor de Economía Global y Finanzas; María Jesús Lamas, directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) y Juan Abarca, presidente de HM Hospitales, que han ido respondiendo alas cuestiones planteadas por López Casasnovas.
Todos ellos han coincidido en asegurar que, además de la importancia que la economía tiene para la salud y que ya se conocía, la salud tiene una importancia vital para la economía. en palabras de Almunia, “la economía sufre las consecuencias de la pandemia pero la salud sufre con una economía en crisis, si no funciona bien, no crece ni genera valor añadido. Esta es una declaración de principios obvia desde mi punto de vista”.
Lacalle por su parte ha querido plantear el error que en muchos países se ha producido al plantear una disyuntiva entre salvar la economía y salvar la salud. “Es una disyuntiva falsa”, ha asegurado ya que “no se trata de elegir entre salud o economía sino elegir salud y economía”, como explica que han hecho muchos países que, además de perder menos producto interior bruto “han gestionado con más éxito la pandemia”. Para él, cerrar la economía como se hizo en España y gran parte de los países occidentales es “matar moscas a cañonazos” y pensar que eso no tendrá consecuencias en la economía, el empleo y la salud a medio y largo plazo es algo “que solo se le puede ocurrir a un burócrata”.
La directora de la Agencia Española de Medicamentos también quiso llamar la atención sobre las consecuencias sanitarias que traerá la crisis económica que se aproxima. “La caída económica importante que vamos a vivir, con el empobrecimiento va a traer víctimas”, aseguró. No obstante, para ella, desde su visión sanitaria en la que le “cuesta mucho ver que hay otro platillo” en la balanza, sí que reconoce que “ambos están muy unidos”. Por ello, consideró esencial “garantizar el control de la pandemia o no tendremos confianza para provocar un estímulo de la economía”.
El presidente de HM hospitales, planteó la situación desde un punto de vista diferente. Para él, no ha habido priorización de la salud ya que en el tiempo pasado se ha visto muy infrafinanciada. Además, se mostró convencido en que la única manera de hacer que la economía remonte el vuelo es crear “confianza”. Algo muy difícil “si hay 500 muertos al día, ya que no se sale de casa y no hay economía”. A este respecto, Abarca puso encima de la mesa que una economía a medio gas no es posible ya que las empresas necesitan funcionar al 100% para no tener pérdidas. Por eso sí que se mostró a favor del cierre total en caso de transmisión descontrolada para generar confianza.
Aprendizajes
Almunia también puso el foco en la necesidad de que los aprendizajes de la pandemia se mantengan, aunque no fue optimista al respecto. En este sentido, recordó que ante la crisis económica de 2008 estaba claro en los años posteriores qué había que corregir. No obstante, “en cuanto desaparece la presión de los indicadores, la capacidad de los decisores políticos para mantener las medidas que hay que aplicar se va desvaneciendo”.
Lacalle, por su parte, incidió en el error de muchos países occidentales al pensar complacientemente que como se invierte mucho en Sanidad la pandemia no iba a causar los estragos que está produciendo. Para él, fue un error olvidar la prevención y para tratar de minimizar los problemas de errores en las decisiones abogó por una descentralización no territorial sino de pagadores y tipos de gestores. “La sanidad y los servicios sanitarios no tienen que ser de pagador único. Una sanidad con distintos gestores tendría mejores capacidades de adaptación. No pueden ser los gobiernos la solución absoluta, ni tampoco culparles de todo”, planteó.
Por su parte, la directora de la Aemps también puso en valor la economía alrededor de la salud. “En España no hemos sido conscientes de que la salud genera economía del conocimiento”, explicó al tiempo que reclamó “alinear la estrategia farmacéutica con la industrial europea. “No es una vuelta atrás de la globalización, pero sí identificar qué es crítico para nuestra supervivencia y dejar de depender de terceros para esos productos”, señaló en relación con la dependencia europea de países asiáticos en materia de productos sanitarios y farmacéuticos.
Lamas también puso de manifiesto que había aspectos del modelo del Sistema Nacional de Salud español que ya “estaban agotados antes de la crisis de la covid-19” y, por tanto, ahora es necesario evolucionarlo. A este respecto, pidió repensar muchas cuestiones como por ejemplo si ante la excesiva presión asistencial del sistema necesitamos más médicos o si lo que necesitamos son menos consultas.
Abarca también abogó por la utilización de todos los recursos “públicos y privados” en la lucha contra la pandemia. Además, señaló la necesidad de la existencia de un comité de expertos que sea público ya que eso “da confianza la gente”. A este respecto, señaló que en la primera ola se alertó con dos semanas de retraso y eso generó todo el “caos en Madrid”, que la gestión sanitaria de la ola “no se pudo hacer mejor” y que ante la segunda ola hemos sufrido “una crisis burocrática” ya que el sistema no se “coordina con eficiencia”.
El presidente de HM hospitales, por otro lado, vio con buenos ojos el incremento de financiación de la sanidad pública que esperó “que haya venido para quedarse”. Eso sí, consideró necesario realizar “un plan con objetivos concretos” y reorganizar el sistema para ir hacia una “financiación por cápita, organizando bien y gastando bien”.
Apertura y clausura
Durante la apertura del acto, la directora corporativa de Relaciones institucionales de Novartis, Marta Moreno, mostró su deseo de que el libro que se presentaba “ayude a inspire y les traslade a reflexiones para construir, innovar para conseguir que España se vea afectada lo menos posible por esta crisis”.
El consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero fue el encargado de inaugurar el acto. El consejero aseguró que “atravesamos uno de los momentos más complejos de nuestra experiencia reciente y procede recopilar experiencias, reflexionar y trasmitirlas a generaciones futuras”. Ruiz Escudero también ha aprovechado el evento para explicar la manera de actuar, “conforme a criterios técnicos” que tienen en Madrid con el objetivo de afectar a la economía lo menos posible. “Hay que actuar donde está el problema”, ha asegurado.
La clausura del evento fue llevada a cabo por el presidente del Grupo Novartis, Jesús Ponce, y ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto.
La ministra aseguró que desde el Gobierno tuvieron “que actuar con decisión para afrontar la pandemia; la prioridad era salvar vidas, pero también ofrecer seguridad y certidumbre a los agentes económicos, porque el daño causado iba a ser considerable, ya que la contención de movimientos era la respuesta más apropiada en la fase inicial a costa de prácticamente paralizar la actividad de varios sectores de nuestra economía”.
Por su parte, Jesús Ponce, señaló respecto de las enseñanzas que se recogen en el libro, que “es importante que las compartamos, que asimilemos estos aprendizajes y, sobre todo, que los apliquemos en nuestro día a día, cada uno desde nuestra posición, para poder salir de esta crisis reforzados, con un nuevo talante colaborativo y con una visión esperanzadora de nuestro futuro como sociedad”.
Ponce puso de manifiesto que la importancia de la colaboración público-privada “antes, durante y después de la covid-19 es crítica para facilitar el acceso de los pacientes a los mejores tratamientos disponibles”. Además, consideró necesario aprovechar las enseñanzas que la pandemia ha planteado y los caminos que se han abierto, como la transformación digital, “un camino inexcusable” gracias al cual hay que “reimaginar la medicina”, señaló.