La comparecencia de la ministra de Sanidad, Mónica García, en el Senado, donde el portavoz del Grupo Popular es el ex consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, se ha convertido en un deja vù de los broncos debates vividos entre ambos hasta hace unos pocos meses en la Asamblea de Madrid.
Durante la sesión tuvieron lugar diversos intercambios de palabras, comentarios y preguntas entre los senadores en la bancada popular y la compareciente, en ambos sentidos, a pesar de que el reglamento lo prohíbe. Esta situación ocurrió en varios momentos de la Comisión, extendiéndose a lo largo de las tres horas que duró la reunión. Abrió fuego la ministra, que en su intervención inicial, dedicó más de cuatro minutos a hablar sobre la “corrupción sanitaria”, haciendo referencias explícitas a su experiencia en la Asamblea madrileña, así como otros dos minutos a hablar sobre las “mentiras del 11M”. Estas declaraciones indudablemente intensificaron el ambiente para las intervenciones posteriores.
La “corrupción sanitaria” fue nombrada por la ministra más de una decena de veces, con acusaciones directas al Gobierno de Madrid, mientras que, desde las filas populares, Enrique Ruiz Escudero le reclamaba que diera pasos en transparencia y colaborara con la justicia en relación con los contratos de mascarillas que podrían salpicar al exministro Salvador Illa, al tiempo que defendía la legalidad de los contratos efectuados por la administración regional.
Esta cuestión estuvo presente de forma amplia en el tiempo en cada una de las tres intervenciones de García y las dos de Ruiz Escudero, cumpliendo en parte con lo esperado. Pero más allá, la comparecencia ha sido más relajada para García que la del Congreso, donde PNV y Junts marcaron claramente una serie de líneas rojas a la ministra incomodando a la ministra que tuvo que lidiar para bajar la tensión. En esta ocasión, aunque ambos grupos han criticado algunos aspectos de lo expuesto por García e incluso algunas de sus acciones de los últimos meses, pero el tono ha sido mucho más relajado.
García hizo un primer balance de actuación de los 100 días al frente del Ministerio y destacó el diálogo con las comunidades autónomas y la cogobernanza. Para ejemplificarlo dijo que ha reunido cinco veces al Consejo Interterritorial del SNS (CISNS), las mismas que se produjeron en 2019.
La ministra explicó las “voluntades” con las que llega a Sanidad, así como los grandes objetivos planteados. Respecto de las primeras, indicó que tienen “voluntad de diálogo con la sociedad en su conjunto; voluntad de Servicio público; voluntad de incorporación de innovación y ser pioneros a nivel mundial y voluntad de dar respuesta a los grandes problemas de nuestro tiempo”. Y en relación con los objetivos planteados para los próximos cuatro años, citó: “Recuperar el orgullo de la sanidad pública; adaptarla a los retos del Siglo XXI y recuperar la universalidad”.
Entrando en materias concretas expuso el objetivo de aprobar la Agencia de Salud Pública, esperando que sea por “unanimidad”, apostando por una epidemiología que ponga “en el centro las desigualdades sociales en salud ya que, si nuestro código postal importa más que nuestro código genético, tenemos que trabajar para construir sociedades más justas y sanas”. La ministra también dedicó algunos minutos a exponer su visión sobre la salud mental, el impacto del medio ambiente en la salud o la lucha contra el tabaquismo.
Medidas sobre el medicamento
En materia farmacéutica, planteó que el Plan estratégico de la industria farmacéutica “verá pronto la luz” y se centrará en los siguientes ejes: “Fomento de un ecosistema de investigación farmacológica, reposicionamiento de medicamentos antiguos, descubrimientos de nuevos antibióticos, contribución a la creación de empleo cualificado, el fortalecimiento de la cadena de producción y suministro”. Acerca del mismo desea que “ponga los mimbres para una relación virtuosa” entre la administración pública y la industria privada en materia de medicamentos que logre “alinear la necesidad de la sociedad con los intereses farmacéuticos”.
Esta afirmación fue valorada por el portavoz popular Enrique Ruiz Escudero, a quien le han parecido muy adecuadas las palabras de García en relación con la colaboración público-privada con la industria farmacéutica. “Bienvenida, señora García”, le dijo. “Es un paso muy importante y que puede reportar muchos beneficios para la salud”, indicó. Ante esta valoración, García aseguró que ella es defensora de la colaboración público-privada, pero “no de la parasitación público-privada”.
En relación con las medidas legislativas en marcha, la ministra aseguró que están “participando de forma activa” en el desarrollo futuro de la legislación farmacéutica de Europa ya que “España tiene mucho que decir sobre el futuro de la política de medicamentos en Europa”, tratando de trasladar los mismos valores de “liderazgo, solidaridad, innovación e interés público” que defienden fronteras adentro. A nivel nacional, marcó la prioridad de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos, así como los reales decreto de precio y financiación de medicamentos y productos sanitarios, así como el de evaluación de tecnologías sanitaria.
En cuanto a la cartera de servicios, anunció que están trabajando para incorporar prestaciones de salud visual y bucodental dentro del SNS, así como los preservativos para los jóvenes. “No hay mejor política de salud pública que la prevención”, dijo la ministra, que explicó que el Ministerio tiene clara la hoja de ruta para abordar el incremento de las infecciones de transmisión sexual (ITS).
Salud Digital
Por otro lado, García abordó los retos en cuanto a la salud digital. “España se ha posicionado como líder en digitalización del sistema sanitario gracias a los avances de las últimas dos décadas”, explicó. Además, se comprometió con la innovación y modernización del sistema sanitario y expuso que lo llevarán a cabo con tres objetivos claros: “posicionar a la sanidad como líder en Europa, acercar a los usuarios y profesionales de manera eficiente y equitativa; y utilizar los datos para mejorar la asistencia”.
Además, aseguró que seguirán desarrollando la estrategia nacional de salud digital, promoviendo la transformación de la AP, desarrollo del espacio nacional de datos en salud y el despliegue de la atención personalizada.
Un Ministerio ¿con o sin? competencias
La ministra también quiso destacar la relevancia de su ministerio. “Ha quedado demostrado que frente al mantra de que el Ministerio de Sanidad no tiene competencia, hay muchas y variadas las líneas de trabajo que estamos poniendo en marcha”. Eso sí, concedió que solos no lo podrán hacer y que necesitan hacerlo “de la mano de las comunidades autónomas y la sociedad civil”.
Respecto del tema de las competencias, la senadora del PNV Nerea Ahedo contradijo a García al advertir que “es una realidad” que el Ministerio tiene “pocas competencias” ya que según la “definición de la propia ley, el SNS es el conjunto de los servicios de las CCAA”. Además, la senadora vasca recordó a García que competencia está vinculada a responsabilidad. La respuesta de García fue confirmar el “respeto absoluto” a las competencias de las comunidades autónomas y asegurar que el Ministerio tiene “competencias e incumbencias” en materia sanitaria.
Reformas a corto, medio y largo plazo
La réplica más esperada a la ministra fue la de Ruiz Escudero. Más allá de los choques por las mascarillas y la corrupción, el portavoz del PP calificó de “optimista” pensar que el Ejecutivo podrá alargar la legislatura hasta los cuatro años de duración. El exconsejero madrileño aprovechó también para pedir a García “reformas a corto, medio y largo plazo del sistema” para afrontar los retos existentes.
Entre otros, citó la falta de profesionales sanitarios, así como los problemas relacionados con el acceso a los medicamentos. “La demora en la incorporación de nuevos tratamientos, donde vamos a la cola de Europa, alcanza cifras escandalosas”, aseguró Ruiz Escudero. Por ese motivo, preguntó a la ministra si prevé cambiar el funcionamiento de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM), ya que la situación actual afecta “a los pacientes, especialmente, los oncológicos”.
Por otro lado, el portavoz del PP pidió una revisión de la financiación autonómica ya que afecta a todas las comunidades autónomas. En este sentido, reclamó una ponderación que tenga en cuenta todos los elementos que impactan sobre el gasto en materia sanitaria.
Defensa de las competencias
Por su parte, la senadora del PNV, Nerea Ahedo también planteó a García que lo importante no es el número de reuniones que tenga el CISNS, “sino que este sirva para cooperar y que no se consolide la costumbre de utilizarlo para informar de la toma de decisiones tomadas unilateralmente por el Ministerio de Sanidad”. En relación con otros asuntos, aplaudió el acercamiento a la industria farmacéutica expresado por la ministra ya que mantener una buena relación es “fundamental”. Respecto de los medicamentos, la senadora del PNV también ha reclamado que se acelere el acceso a los medicamentos.
El portavoz del Grupo Plural (Junts), Joan Baptista Bagué quiso fijar las líneas rojas de la co-gobernanza al señalar que “una cosa es la coordinación y otra es la invasión competencial”. Además, aunque en esta ocasión, a diferencia de la comparecencia en el Congreso, García no habló de blindaje a la gestión directa, el portavoz de Junts aprovechó para destacar la configuración y resultados que se obtienen con el modelo catalán de servicio sanitario. Mónica García aprovechó para destacar que la concertación en Cataluña se produce habitualmente con “entidades sin ánimo de lucro” y, a consecuencia de esto, volvió a atacar a Madrid al señalar que “hay diferencia con otros lugares, donde el dinero va a cuentas de empresas extranjeras”.
Hector Sánchez del Grupo Izquierdas por la Independencia (ERC) centró su intervención en aspectos de la financiación, haciendo referencia a déficit estructural y deuda histórica.
La portavoz de Izquierda Confederal (Sumar), Carla Delgado, se fijó en los problemas de salud mental, VIH y criticó diversos aspectos de la sanidad pública madrileña.
Por último, el portavoz del PSOE, Kilian Sánchez, agradeció a la ministra la hoja de ruta mostrada y ha comprometido el apoyo a las medidas planteadas.
En su contestación a los portavoces, Mónica García aseguró ver a todos “bastante alineados en el diagnóstico y esa es la mejor manera de encontrar soluciones y tratamiento”. Algo que celebró ya que el SNS es uno de los “pilares de la sociedad y tiene un papel nuclear”.