La Fundación Instituto Roche ha organizado una jornada para presentar el informe “El valor de la Medicina Personalizada de Precisión en la sostenibilidad y eficiencia del sistema sanitario”. Este documento, elaborado por un equipo multidisciplinar de expertos, resalta la importancia de la Medicina Personalizada de Precisión (MPP) como estrategia clave para optimizar y personalizar el abordaje clínico, en un contexto donde los recursos son limitados y el gasto farmacéutico sigue en aumento.
Patrick Wallach, presidente de la Fundación Instituto Roche, enfatizó la necesidad de “lograr un equilibrio entre los resultados en salud, los aspectos financieros y sociales, garantizando la equidad y el acceso temprano en todos los territorios”. Según Wallach, la MPP no solo mejora significativamente los resultados en salud de los pacientes, sino que también optimiza los procesos de atención y la gestión sanitaria.
César Hernández, director de Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia, subrayó que la sostenibilidad y eficiencia del Sistema Nacional de Salud son fundamentales para garantizar la calidad, equidad y accesibilidad en la atención sanitaria. Explicó que el SNS ya está trabajando en la digitalización y modernización de los servicios de salud. “La incorporación de tecnologías facilita una gestión más eficiente y ese es el camino a seguir, enfocándonos en un equilibrio entre la sostenibilidad económica y la excelencia en la atención sanitaria”, afirmó Hernández. Asimismo, abogó por un pacto amplio, con la “colaboración de todos” sobre cómo debe evolucionar el sistema sanitario y cómo incorporar estas nuevas tecnologías dentro de un modelo de atención que integre las necesidades de los pacientes.
Contribución de la MPP a la sostenibilidad y eficiencia
Enrique de Álava, coordinador del informe y jefe del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla), afirmó que “la Medicina Personalizada de Precisión contribuye a la sostenibilidad y eficiencia del sistema sanitario”. Según De Álava, en la investigación, la MPP optimiza recursos y facilita la identificación de biomarcadores y el desarrollo de nuevas terapias, así como la colaboración entre instituciones y el uso de bases de datos compartidas. En el diagnóstico, contribuye a la detección temprana y precisa de enfermedades, permitiendo tratamientos adaptados a las características genéticas y moleculares de cada paciente. En términos de gestión sanitaria, la MPP desarrolla tratamientos eficaces, satisface al paciente y reduce costes a largo plazo.
Ruben Moreno, ex secretario general de Sanidad e investigador, planteó que el conocimietnos de nuevas dianas terapéuticas permite ser más disruptivo y alcanzar terapias con “más efectividad y menos efectos adversos”. Además, este experto consideró necesario trabajar de forma coordinada entre las ciencias ómicas y la utilización de big data e inteligencia artificial para analizar de forma mucho más amplia la cantidad de datos disponible ya que, de otro modo, las conclusiones podrían ser parciales y llevar a consecuencias no deseadas.
César Rodríguez, jefe de sección de Oncología Médica del Hospital Universitario de Salamanca y presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), sostuvo que en oncología, la MPP es clave para el diagnóstico precoz, tratamiento y detección de recaídas. “La MPP en el tratamiento del cáncer constituye una realidad en una amplia variedad de tumores, permitiendo tratamientos más eficaces y menos tóxicos, rentabilizando el uso de nuevas terapias y contribuyendo a la sostenibilidad del sistema”, explicó Rodríguez.
En cuanto al diagnóstico precoz, Rodríguez indicó que “el futuro pasa por el cribado molecular, aunque aún no hay evidencias suficientes para sustituir a los clásicos cribados actuales”. Enrique de Álava añadió que es necesario replantear la evaluación de beneficios a largo plazo de la MPP y diseñar evaluaciones innovadoras, ya que los ensayos clínicos deben incluir poblaciones pequeñas y heterogéneas y medir resultados en salud mediante métricas que evalúen la mejora en la calidad de vida de los pacientes.
Por su parte, la economista de la salud Marta Trapero consideró que trabajar en MPP permite concienciar en la necesidad de registrar toda la información clínica, pero también económica de los pacientes con el objetivo de realizar evaluaciones posteriores. Para esta experta, la MPP va a aportar eficiencia y sostenibilidad “si todos aportamos información para ser analizada. Debe haber un compromiso social de recogida de información sobre resultados en salud y costes”.
Cómo optimizar la contribución de la MPP
María Isidoro, experta colaboradora del informe y jefa del Servicio de Análisis Clínicos y Bioquímica Clínica del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, destacó la necesidad de coordinación entre las distintas administraciones y niveles asistenciales, mediante la promoción de modelos de atención integrada y la implementación de redes de colaboración que mejoren la continuidad asistencial y la coordinación de recursos.
Isidoro subrayó también la importancia de aumentar la inversión en investigación, permitiendo a los profesionales sanitarios dedicar más tiempo a la misma. Además, es crucial definir protocolos y guías para la incorporación de intervenciones de MPP en la Cartera de Servicios del SNS, como el uso de pruebas genéticas para la identificación de biomarcadores.
En enero, el Ministerio de Sanidad publicó una propuesta de catálogo común de pruebas genéticas para biomarcadores asociados a tratamientos específicos incluidos en la Cartera Básica de Servicios. “Es fundamental conocer la situación inicial para comprender el nivel de implementación previo y la disponibilidad real de recursos”, explicó Isidoro. También es necesario realizar un análisis sobre la implantación de estas tecnologías, asegurando una consolidación adecuada y una monitorización en tiempo real para detectar posibles desviaciones.
Isidoro enfatizó la importancia de reforzar los conocimientos en MPP en los planes académicos, así como invertir en nuevos perfiles profesionales e infraestructuras tecnológicas. También destacó la necesidad de un marco normativo y ético adaptado a los avances científicos y tecnológicos, que contemple la gobernanza y protección de datos.
El economista Jorge Mestre también plateó la necesidad de medir resultados para evaluar. Y, a este respecto, planteó que se debe promover la prevención de las enfermedades, aunque “no sea sexy para los gestores” ya que ser eficiente implica pensar a largo plazo; por otro lado, consideró necesario garantizar la continuidad asistencial y, por último, que el sistema se centre en las necesidades de los pacientes.
Consuelo Martín de Dios, directora gerente de la Fundación Instituto Roche, clausuró la jornada resaltando que la MPP permite comprender mejor los factores que contribuyen a cada enfermedad e identificar las terapias más adecuadas para cada paciente. “En la Fundación Instituto Roche llevamos 20 años trabajando para anticipar el futuro y acelerar los cambios, contribuyendo al desarrollo de un sistema sanitario innovador y sostenible a través de la Medicina Personalizada de Precisión”, concluyó